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Red Internacional
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Iglesia y abusos sexuales. Catamarca: liberan a cura denunciado por abuso sexual a una adolescente

Ocurrió en la ciudad de Belén. El sacerdote salió en libertad pese a estar acusado de abusar de una joven de 16 años.

Sábado 5 de diciembre de 2015

En la denuncia se acusa al sacerdote Juan de Dios Gutiérrez de haber abusado en reiteradas ocasiones a una adolescente de 16 años en septiembre del año pasado. Sin embargo el juez de Garantías Carlos Rodolfo Moreno, sin tomar en cuenta las pericias psicológicas, cambió la imputación de abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores agravado por ser ministro de culto religioso a abuso sexual simple y fijó una caución de 50.000 pesos. Producto de esta resolución, Gutiérrez salió en libertad el pasado jueves.

Frente a los Tribunales locales se concentraron los familiares para protestar contra la liberación de Gutiérrez, y en paralelo la Iglesia organizó una concentración en donde se rezó el rosario para pedir por la libertad del cura acusado de abuso.

La abogada de la menor declaró en los medios que "lo que no se discute es que es un abusador, pero según el juez como no abusó muy mucho, se convirtió en simple agravado por la investidura de sacerdote para él. Como juez prescindió de lo que dicen los psicólogos y sin ofrecer pruebas estimó que no existió abuso sexual gravemente ultrajante".

"Es muy peligroso dejar suelto a un sujeto que según las pericias es un hombre manipulador, carente de culpa, que hace dominio de lenguaje para ejercer control y tiene tendencia natural a destruir al otro, lo dice la pericia psiquiatra y psicológica”, apuntó Barrientos según consignaron medios locales.

Una vez más la Justicia actuó a favor de los que tienen poder, en busca de la impunidad. En este caso también se ve la hipocresía reaccionaria de la Iglesia Católica, encubriendo a curas pedófilos y abusadores, con la complicidad de la Justicia y el Estado.

De estas instituciones se refuerza el machismo en la sociedad. Se refuerza la visión donde la mujer es cosificada a tal punto que su cuerpo puede ser ultrajado. Muchas veces esta ideología reaccionaria se convierte en sentidos comunes que culpabilizan a las mujeres de la violencia a la que son sometidas (el famoso “por algo será”).

Miles gritamos #NiUnaMenos mientras los gobiernos siguen dándonos la espalada y profundizan el vínculo con instituciones retrogradas y reaccionarias, como la Iglesia. La bronca que motivan estos casos debe ser el motor de la organización de un fuerte movimiento de mujeres dispuesto a ganar las calles para pelear, entre otras cosas, contra la violencia machista y la separación de la Iglesia y el Estado.