Córdoba. Causa Nora en su tercera audiencia: "No tenía libertad de autodeterminación"

Durante la corta semana del 25 de mayo, se desarrolló una única audiencia con el significativo testimonio de la médica Psiquiátrica Cecilia Maurici, quien recibiera a Nora en sus dos internaciones en el Instituto Provincial de Alcoholismo y Drogadicción. Además, prestó declaración testimonial Gustavo López, quien encontró de casualidad a Nora en una ocasión en la que ella escapa de un auto, según refirió. Además, se presentó como testigo la portera del edificio donde Garzuzi simulaba convivir con Nora.

“Era un cuadro extremo. Su vida corría riesgo, riesgo de muerte”

La audiencia del martes 23 de mayo, comenzó con el testimonio de la Dra. Maurici, quien trasmitió que conoció a Nora en dos etapas “bien diferentes” correspondientes con las dos internaciones en el IPAD. La primera internación ocurrió en diciembre de 2019, momento en que se ubican los primeros contactos con el imputado Garzuzi. En esa fecha, refirió Maurici, evaluamos que por su situación presentaba riesgo para sí y/o para terceros por eso decidió clínicamente, junto a su equipo, indicar la internación aún cuando la propia Nora manifestaba no estar de acuerdo.

Luego, comentó Maurici, en la segunda internación que data de junio de 2020, tras el operativo de rescate del departamento de Garzuzi, la situación de Nora era de un mayor deterioro, no sólo físico sino emocional y subjetivo: la observaron “ajena”, y con “sensación de perplejidad y extrañeza sobre situaciones propias o externas”.

Consultada al respecto la abogada Natalia Bilbao Carmona, quien llevó adelante la querella durante toda la etapa de instrucción de la causa, observó que lo que el relato de la Dra. Maurici no le resulta extraño ya que corresponde con lo que ella observara de Nora, una joven que ya estaba “desperzonalizada y absolutamente sometida, esclavizada”. Según refiere la abogada Bilbao, presente también en la audiencia, esto “se corresponde a la efectividad del dispositivo de sometimiento y disciplinamiento que se había intensificado y que es típico del accionar de las redes de trata, para lograr la impunidad".

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La propia Nora, como pudo conocer La izquierda diario, había manifestado en su declaración testimonial, habiendo temido por su propia vida, quizás previendo la muerte o la desaparición producto de un traslado involuntario en manos de las redes de trata de personas”.

Maurici, por su parte, agregó que advirtió Nora tenía frecuentes episodios de amnesia, "pérdida de memoria lagunar", y "ausencia de actividad psíquica por espacios de tiempo". Entre los episodios de amnesia, relató la psiquiatra del IPAD, “ella recordaba ir a una fiesta o a una reunión social, pero nada más, no podía recordar dónde había estado, con quién, qué había hecho". La hipótesis que elaboró junto a su equipo, comentó fue que además del consumo abusivo de sustancias, en el caso de Nora, esto se combinaba con otros fármacos que "podrían haber suministrado terceros con el objetivo de anestesiarla o tenerla dormida" y de esta forma evitar que la propia Nora registrara lo sucedido.

Maurici fue concluyente: la joven "no tenía libertad de autodeterminación. Era una paciente diferente al resto. No podía complejizar ni interrogarse, tenía dificultades para reflexionar. Era un cuadro extremo, en relación con los otros pacientes. Su vida corría riesgo, riesgo de muerte.”

Además, mediante los estudios clínicos que se le hicieran a solicitud del equipo tratante y de la querella, se pudo constatar la presencia de diversos padecimientos físicos entre los cuales se observaron problemas dermatológicos y un importante cuadro de desnutrición, y trastornos del sueño provocados por la situación traumática que atravesó.

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“No cuentes nada de esto”

Gustavo López es un artista de la escena del circo cordobés que se cruzó casualmente con Nora en la calle. Esto ocurrió el 8 de marzo de 2020. Según refirió López, ese día, cuando la cruzó en zonas aledañas a la ex Casa Cuna, vio a Nora en una mala situación. Ella, según el relato de Lopez, hacía un relato confuso en medio del cual afirmaba cosas como ‘me tiré del auto’ o ‘no cuentes nada de esto’.

Ante estas afirmaciones, López indicó haberla observado con mayor detenimiento mientras trataba de contenerla y entender la situación. Es a raíz de eso que le notó lastimaduras en la espalda “semejante a la quemadura de cigarrillo”. Cuando él tomó una foto para mostrarle la herida, Nora “lo minimizó”, igual que con “los raspones y golpes” que presentaba en otras partes del cuerpo. El relato de López en este sentido, es coincidente con el de la madre y la hermana de Nora, quienes refieren haberle observado lastimaduras similares a las que ella le quitaba valor, una actitud que se observa también con frecuencia en personas que han sufrido violencia de género, por la vergüenza y sensación de culpa que la misma situación provoca en quien la padece, como efecto de los mecanismos de opresión.

Un dato significativo es que Gustavo López llega como testigo a la justicia ofrecido por la querella de Bilbao Carmona y Orozs, una vez que la causa toma notoriedad pública y desde las redes sociales dan a conocer las circunstancias en las que la joven Nora había sido rescatada.

“Se notaba que el personal policial lo conocía”

La última testigo de la audiencia del martes 23 de mayo fue Belén Bustos, encargada del edificio donde Nora se hallaba frecuentemente con Garzuzi. Bustos refirió que “muchas quejas de los vecinos, por movimientos permanentes en el departamento, sobre todo de noche” y en particular, con “situaciones que se parecían a la compraventa de estupefacientes”.

Pero además, la encargada refirió que Garzuzi solía pasearse “desnudo por el palier del piso” y que el día del allanamiento en el departamento, cuando rescatan a Nora, “se notaba que el personal policial lo conocía” y que en el edificio “se decía que era fiscal”. De lo que ella pudo observar con su tarea en el inmueble, destacó que casi siempre Nora estaba con Garzuzi, “no tenía llave propia y muchas veces debía esperar que Garzuzi le abriera”.

En esta tercera audiencia, quedó de manifiesto el grave daño y deterioro físico, emocional y subjetivo que habría sufrido Nora producto de la trata de personas con fines de explotación sexual y reducción a la servidumbre a la que fuera sometida por Garzuzi, en una intervención acordada y organizada por y con Eduardo Zanello, el otro de los detenidos. Todo ello, agravado por la situación de vulnerabilidad de la joven en concurso real con abuso sexual, con acceso carnal y amenazas, figuras legales todas por las que el acusado Eduardo Garzuzi de 53 años comparece en este juicio presidido por Carolina Prado.

Cómo continúa el juicio

Se espera que en la audiencia del próximo lunes 29 de mayo, a las 9:30 hs en el segundo piso de Tribunales Federales, declaren dos testigos convocados por la defensa de Garzuzi, además del padre de la joven Nora. La sexta y séptima audiencias se llevarán a cabo el 6 y 9 de junio respectivamente.

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