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Red Internacional
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CAPITALISMO AGRARIO. Censo agropecuario: en Jujuy los terratenientes consolidan sus negocios

Datos preliminares del Censo Agropecuario 2018 muestran un fortalecimiento de los grandes dueños de la tierra siguiendo las tendencias nacionales. Los cultivos tradicionales tienen al azúcar en punta. En ganadería retroceden ovinos, caprinos y se expande el sector de porcinos.

Miércoles 26 de febrero de 2020 13:30

La imagen de la actividad en el campo que arrojan los datos preliminares del Censo Nacional Agropecuario 2018 muestra para el caso de Jujuy, fuertes continuidades de las tendencias a nivel nacional como son la concentración de la tierra y el predominio de los cultivos tradicionales.

Por un lado, si comparamos el número de explotaciones agrarias (EAPs) entre 1988 y 2018, sin límites definidos, la disminución es del 47%. O sea, 20.358 explotaciones fueron eliminadas en todo el país. En el caso de la provincia, en los últimos 30 años se eliminaron 744 explotaciones, el 18% del total que había en 1988.

Si analizamos la otra categoría del CNA, las EAPs con límites definidos, encontramos a nivel país una disminución del 40%; mientras en Jujuy apenas hubo un crecimiento de las explotaciones agrarias del 2% (4286 a 4379 EAPs) entre 1988 y 2018.

Fuente: elaboración propia en base a datos CNA.

Este comportamiento contrario a la tendencia nacional, considerando un informe de Eduardo Azcuy Ameghino y Diego Fernández del Centro Interdisciplinario de Estudios Agrarios, Facultad de Ciencias Económicas-UBA, se observa también en otras provincias del NOA. Algo que ellos denominan “casos anómalos”, en referencia al carácter preliminar del CNA que puede estar mostrando ciertos déficits en la carga de la información censal actual como ocurrió en censos anteriores. Por lo que recomiendan esperar a los resultados finales.

La evolución de las explotaciones agrarias (EAPs) indican una constante dentro del proceso de concentración de la tierra y su explotación capitalista cada vez en menos manos. A nivel nacional el 2,5% de las EAPs concentran el 50% de las tierras en 2018.

Por su parte, en Jujuy, según el CNA 2018 solo 34 explotaciones agropecuarias, apenas el 0,8% del total de las EAPs, controlan más de 5.000 hectáreas en adelante; mientras, 2.053 explotaciones agrarias, el 47% -que explotan hasta 5 hectáreas- acceden a un ínfimo 0,27% de las hectáreas en producción. Una desigualdad extrema en el acceso a la tierra. A la par, la superficie de tierra explotada por EAPs -con límites definidos- aumentó un 13% entre 2002 y 2018, con un total de 1.450.291 hectáreas.

Fuente: elaboración propia en base a datos CNA.

Empresarios y trabajadores

En Jujuy las explotaciones agrarias (EAPs con y sin límites definidos) acceden a 1.644.298,8 has, de las cuales, el 91,5% es de uso agropecuario. Estas explotaciones son posibles gracias a la fuerza de trabajo de los trabajadores rurales. Se emplea a 9.731 personas que trabajan en forma permanente en el campo, siendo que el 75% recibe una remuneración, el resto son familiares directos de los dueños o de los propios trabajadores y no reciben paga.

A su vez, el 95% de las explotaciones están a cargo de “personas humanas”, o sea, dueños directos y, el resto, están bajo la forma de sociedades anónimas y de responsabilidad limitada.

Esta concentración en personas humanas que gestionan las tierras, está relacionado con el peso decisivo de la propiedad privada de los campos que es del 70% del total de hectáreas destinadas a explotaciones agrarias (con y sin límites definidos), mientras que el número de arrendatarios de tierras privadas es del 2,9% y de tierras fiscales apenas el 0,22%.

Cultivos y ganadería

En cuanto a los cultivos se sostiene el peso determinante en la ocupación de las tierras por parte del azúcar y el tabaco, 65,7% y 8,3% respectivamente, del total de la superficie destinada a la agricultura.

En el caso del azúcar en 2018 respecto a 2002 se observa un crecimiento abrupto del 106% con un total de 113.240,8 has. destinadas a este cultivo. Recordemos que desde 2010 comenzó una reconversión del sector hacia la producción de bioetanol en base a caña de azúcar con la puesta en marcha de las destilerías.

En lo que respecta al tabaco desde el 1988 (CNA) se mantiene en torno a las 14.000 has. y es un sector que recibe enormes fondos del Estado en concepto de Fondo Especial del Tabaco, que este alcanzan los $3.850 millones.

Fuente: elaboración propia en base a datos CNA.

El resto de las tierras destinadas a cultivos están ocupadas en un orden de mayor a menor por: cereales (6,4%), legumbres (6%), frutales –en su mayoría naranjas- (3,9%), Forrajeras (3,1%), hortalizas (2,6%) y oleaginosas (2,4%).

En relación con la ganadería se observa que las cabezas de ganando bovino no muestran grandes cambios respecto al CNA 2002 y 1988, en el último CNA, estas ascienden a 84.046 cabezas. Pero donde si hay cambios significativos es en los ovinos con una tendencia marcada a la caída de las cabezas (601.297 a 232.204) y en los caprinos (139.273 a 86.054) entre 1988 y 2018. A su vez, el sector porcino muestra una dinámica expansiva pasando de 9.069 cabezas en 2002 a 28.071en 2018.

A modo de síntesis y tareas

Los resultados preliminares del CNA 2018, confirman en Jujuy la consolidación de los grandes empresarios agrarios y la marcada concentración de las tierras en muy pocas manos.

Esta concentración de la propiedad de las tierras condiciona una estructura de cultivos que casi se mantiene sin alteraciones, a excepción del azúcar que experimenta una reconversión alrededor del bioetanol; siendo una actividad altamente concentrada en el Grupo Ledesma que produce el 17% del total de azúcar del país y es uno de los principales dueños de las tierras en la zona de las yungas.

Sin cuestionar el poder de los terratenientes expropiando sus grandes extensiones de tierra, es imposible reorganizar la actividad agrícola en forma racional, en función de las necesidades de las mayorías populares y no del lucro capitalista que atenta provocando el hambre de millones en un país que puede alimentar a 400 millones de personas.

Una salida de este tipo tiene que contemplar el impacto ambiental, como también el acceso a la tierra a pequeños productores -que no exploten fuerza de trabajo-, con arrendamientos baratos y acceso al crédito necesario para las mejoras en la producción.

A la vez, que se pueda garantizar plenos derechos a las comunidades originarias que reclaman sus tierras y títulos de propiedad sin tener respuesta por parte del Estado, mientras avanzan las multinacionales y terratenientes sobre sus territorios ancestrales. Impulsar medidas de esta naturaleza exige la pelea por un gobierno de trabajadores en ruptura con el capital.


Gastón Remy

Economista, docente en la Facultad de Cs. Económicas de la UNJu. Diputado provincial del PTS - FITU en Jujuy, Argentina.

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