LID CHILE OPINA. Cerrar filas: un intento por recuperar la iniciativa política

Como hemos venido planteando desde estas páginas, el gobierno perdió la iniciativa política luego de que estallaran los diversos “casos”. La agenda ha estado marcada por las diversas revelaciones en el marco de la investigación que lleva la Fiscalía. Luego de que el SII presentara la segunda denuncia por la arista SQM, lo que significó un nuevo salto en la crisis, se encendieron las alarmas en el gobierno y en el conjunto de la casa política.

Por lo mismo, durante esta semana se intensificaron los intentos por cerrar la crisis política “desde arriba”. Para lograr esto, el gobierno debe retomar la iniciativa política perdida. Cerrar filas. Esa fue la consigna de la semana.

Cerrar filas entre la Nueva Mayoría y el gobierno

La crisis ha intensificado los roces entre los partidos del régimen. Bachelet ya ha tenido que llamar al orden en varias oportunidades.
En el comité político del lunes pasado se buscó instalar la cuña del “camino institucional” para dar cauce a la crisis. Se trató de evitar el término “acuerdo”, que genera rechazo en amplios sectores. Se oficializó, así, la estrategia del gobierno y la Nueva Mayoría: llegar a un acuerdo en cuanto a reformas institucionales; buscar fortalecer al gobierno encauzando las diversas propuestas a través del Consejo Asesor “anticorrupción” y dejar que los tribunales juzguen a un par de implicados para crear un “caso emblema”.

Junto con esto, el gobierno impulsó una fuerte campaña comunicacional, buscando contrarrestar los efectos del caso Caval: Bachelet planteó que quizá había sido un error haber guardado silencio frente al escándalo, Natalia Compagnon ofreció una entrevista a La Segunda para pedirle disculpas a la presidenta y librarla de culpas, se buscó poner en el centro los avances en gestión, entre otras cosas.

Cerrar filas entre los partidos del régimen

Otra de las medidas fue la elaboración de una declaración conjunta entre los principales partidos de gobierno y de la derecha. Se reafirmó la estrategia que une a los diversos sectores de la casta política y los empresarios. Se realizó un “mea culpa”, se reconoció la autoridad presidencial para liderar las reformas institucionales, se le prestó piso al consejo anticorrupción y se afirmó que los tribunales debían juzgar a quienes hayan cometido ilícitos.

Evidentemente se busca cerrar filas, ponerse de acuerdo en lo fundamental con tal de evitar tensiones innecesarias que profundicen una crisis que tiene a todos a la defensiva.
Resulta llamativo que esta jugada fuese patrocinada también por el Partido Comunista.

Aunque no está involucrado en el caso Penta ni en la arista SQM, el PC concurrió al acuerdo para evitar que se profundice la crisis política. Así, el Partido Comunista se ha transformado en el más consecuente defensor de Bachelet. Preocupado por la salud del régimen, el PC está dispuesto a firmar con la derecha corrupta y pinochetista. Todo para evitar que una crisis más fuerte ponga en duda el impulso de las reformas del gobierno.
El PC no quiere ver que la única forma de conquistar reformas estructurales y sustanciales, es que sean los trabajadores y estudiantes quienes las impongan mediante la movilización. Justamente, la crisis del régimen y la desligitimación de sus políticos empresariales puede servir de un punto de apoyo para que esto suceda.

Cerrar filas en la UDI: Consejo General busca imponer la disciplina partidaria

El Consejo General de la UDI eligió una directiva de consenso encabezada por Hernán Larraín. La instancia tuvo como sello el cerrar filas entre las distintas alas, por lo que se ratificó la línea planteada por Jovino Novoa: no habrá sanciones a los militantes involucrados, se buscará cerrar la crisis mediante un acuerdo político y se condena a la disidencia.

“Que la unidad (en el partido) sea verdadera e inquebrantable. No queremos más francotiradores, no queremos más filtraciones”, fueron las palabras del nuevo presidente de la UDI. No se puede esperar otra cosa de los hijos de Pinochet. Necesitan recuperar su unidad para poder cumplir su verdadera misión política: preservar la herencia de la dictadura.

La importancia de la marcha convocada por la CONFECH

Como planteamos en la editorial anterior, la debilidad del régimen debe ser utilizada como un punto de apoyo para los trabajadores, los estudiantes y los movimientos sociales en general. Si el gobierno perdió la iniciativa, hay que evitar que la recupere. La única forma de lograrlo es activando el enorme descontento que existe frente a políticos del régimen, el gobierno y los empresarios. Es la “calle” la que debe tomar la iniciativa política en este escenario.

Aunque tardía, la marcha convocada por el CONFECH para este jueves puede ser un punto de apoyo fundamental en esta dirección. Los políticos de la casta mueven sus piezas para cerrar la crisis por arriba. Es fundamental profundizarla desde abajo. Esto es una condición esencial para que los trabajadores y estudiantes puedan dar una salida propia a la crisis de legitimidad.