El sector de gastronómicos uno de los más golpeados con despidos y suspensiones desde que comenzó la crisis sanitaria y económica. Son miles los que siguen engordando la lista de despedidos en la capital de la desocupación, Rosario.
Jueves 20 de agosto de 2020 09:09
La reconocida firma pertenece al grupo empresario Efes Management Group, liderado por Enrico Tessarolo, que cuenta con más de 15 locales en el país y emplea alrededor de 400 trabajadores. En Rosario son dueños de locales como Peñon del Aguila, Negroni, Temple bar y Tiendas Naturales. Vale destacar que estas empresas son parte de quienes fueron beneficiarios con las ATP entregadas por el gobierno nacional y en Rosario con la apertura de la cuarentena siguen facturando.
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Se viene viendo el reclamo incesante de trabajadores gastronómicos como en Rock and Feller, Bar el Cairo, el club de la milanesa y tantos otros que ya no pueden soportar más los atropellos patronales. No se respeta el DNU presidencial que prohíbe los despidos, no pagan los salarios en término, les deben aguinaldos y en muchos casos trabajan en la informalidad. Ahora se suma Jhonny B Good y sus dueños amenazan con cerrar alrededor de cinco locales más en el país.
A mediados de julio Tessarolo dio una entrevista en radio Vorterix donde contó: “Acordamos una marcha con el sindicato, con Luis Barrionuevo, porque nos afecta tanto a los que trabajan como a los empresarios, entonces tiene que haber una unión entre todos, pidiendo una ley de emergencia para gastronómicos. Solamente en la gastronomía hay 600 mil puestos de trabajos y se estima que se van a perder 250 mil. Por eso es fundamental lo que está pasando en Rosario donde de a poco se puede seguir laburando”.
Una clara evidencia del rol que están cumpliendo los sindicatos permitiendo que dejen a trabajadores en la calle, apoyando a empresarios que cuando ganaron fortunas siguieron precarizando a sus empleados y ahora los despiden como material descartable. “Yo trabaje de moza en Peñon del Aguila cuando abrió, durante 8 meses, hacíamos jornadas de 10/11 horas que eran muy cansadoras y nos pagaban una miseria, además del acoso constante que sufríamos las mujeres en ese lugar. Las horas extras las pagaban en negro y nunca se respetaron las medidas de seguridad, pero si llegaban controles, nos hacían mentirles a los inspectores “, cuenta una ex trabajadora que ejemplifica que esa preocupación y unión que pregona Tessarolo es una farsa.
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La precarización siempre fue la mejor herramienta de empresarios para ganar dinero y ahora que se desata una crisis de estas características no titubean en despedir masivamente. “Apoyamos en absoluto a los trabajadores que hoy quedaron en la calle, sabemos por lo que están pasando, todos los días charlamos con chicos que trabajan en bares y están desesperados, porque el sindicato no hace absolutamente nada y el gobierno de Alberto permite que los empresarios sigan haciendo lo que quieren con nosotros. Por eso es fundamental unir fuerzas entre todos los precarizados y organizarnos para decirles basta. Ya nos venimos reuniendo y el 26 de agosto vamos a realizar un plenario nacional de gastronómicos para discutir qué medidas de lucha tomar”, expresó Cuyen Perreta, referente de la Red de Trabajadorxs Precarizadxs.
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