La conocida cervecería de la zona norte del conurbano dejó sin un sustento en medio de la crisis sanitaria, social y económica a más de 16 trabajadores. Todos ellos estaban en negro.
Viernes 18 de septiembre de 2020 21:33
Hace unas semanas la cervecería anunció por medios locales su cierre. La noticia cayó muy mal entre los trabajadores ya que desde marzo no los llamaban para trabajar, dejándolos sin cobrar su sueldo. Esta práctica es costumbre en los locales gastronómicos donde los jóvenes trabajan informalmente.
Los trabajadores contaron a La Izquierda Diario que los salarios que percibían eran muy bajos, llegando a ganar solamente 500 pesos por trabajar más de 8 horas al día. Además denuncian que el sindicato de gastronómicos (UTHGRA) nunca se acercó a ponerse al tanto de la situación de informalidad ni tampoco a defender los puestos de trabajo.
Los jóvenes exigen que les paguen la correspondiente indemnización, las vacaciones y que regularicen su situación tributaria, ya que al no estar registrados no gozan de estos derechos elementales.
Matias y Nicolas Andreatta, los empresarios dueños, no solo poseen el local de Pilar, sino también una fábrica de cerveza artesanal en el mismo distrito y otro local en Luján donde también dejaron a 7 trabajadores en la calle.
Los “hermanos de la cerveza” como se hacen llamar, en el 2017 fueron homenajeados por ser “Jóvenes Emprendedores” por Pilar Emprender by Emprender en un evento en su propia cervecería, con la presencia del en ese entonces concejal y actualmente intendente de Pilar, Federico de Achával. Además los hermanos fueron denunciados por instalar una actividad muy diferente a la que habían aprobado algunos vecinos mediante firmas. Lo que había empezado como una consulta para establecer una fábrica de cerveza artesanal, terminó siendo un local de venta de bebidas y comida.
Para la mayor parte de los gastronómicos, la suspensión de despidos que decretó Alberto Fernandez no los abarca ya que no tienen ningún derecho laboral, y cuando las empresas dejan de ganar tanto como lo venían haciendo, el primer paso es el recorte de personal, el recorte de salarios y en muchos casos el cierre de los locales.
En tiempos donde la única salida que propone el gobierno a la pandemia es el aislamiento, millones de familias quedan sin un sustento para afrontar la situación.
Se vuelve urgente la necesidad de que los trabajadores se organicen desde abajo para enfrentar estos ataques como lo vienen haciendo desde La Red de Precarizados e Informales. Solo la organización en unión con otros sectores como los trabajadores en blanco, el movimiento de mujeres, los desocupados y las familias sin techo podrá ponerle freno a los costos de la crisis que quieren hacerle pagar a la clase trabajadora.
