Víctima de abuso, fue sometida a una cesárea con casi siete meses de embarazo. La ofensiva celeste, el gobierno de Capitanich y los derechos de las mujeres.
Miércoles 7 de noviembre de 2018 00:00
Con un comunicado de prensa, la organización Católicas por el Derecho a Decidir, que integra la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, expresó su alarma ante la situación de una niña de 13 años "que se encuentra internada en gravísimo estado de salud, luego de haber dado a luz en el día de hoy".
Según trascendió, la niña fue trasladada de urgencia al Hospital Perrando de la ciudad de Resistencia, en la provincia de Chaco, el viernes pasado, con un cuadro de desnutrición crónica, anemia, neumonía y un embarazo de poco menos de 7 meses. Tras ser sometida a una cesárea, ella y el recién nacido corrían riesgo de vida. Hace instantes, la directora del hospital, Andrea Mayol, confirmó la muerte del recién nacido.
"¿Por qué tenemos una adolescente, de 13 años, desnutrida, embarazada de 32 semanas, sin controles prenatales y con un cuadro de neumonía en grave estado?", se preguntaron al respecto las abogadas Soledad Deza y otras profesionales que integran la organización de mujeres, quienes también destacaron que la niña, víctima de abuso, no tuvo derecho a acceder a información para consentir su embarazo.
Capitanich, las iglesias y los reclamos de las mujeres
Chaco, una de las provincias más pobres del país, es también una de las que más altas tazas de muertes de mujeres gestantes tiene en toda la Argentina. Según Unicef, en lo que va del año, la cifra ya supera las 15 muertes de mujeres gestantes en la provincia.
Algo similar sucede con los índices de embarazo adolescente. Un informe del Ministerio de Salud sostiene al respecto que más del 10% de esas jóvenes chaqueñas, menores de 20 años, son analfabetas o no llegaron a completar el nivel primario de instrucción. Ese es el caso de la niña wichí que hoy lucha por su vida en el Hospital Perrando.
"No hay educación sexual en las escuelas de la región, que los maestros no están capacitados, que los agentes sanitarios de atención primaria tampoco brindan información", sostuvo al respecto el coordinador del Centro de Estudios e Investigación Social Mandela de la provincia. El especialista también contó al diario Clarín que existe "una barrera del idioma entre estos referentes y las comunidades, formadas por unas 70 mil personas".
El actual intendente de Resistencia, Jorge Capitanich, a quien se conoce por ser un comprometido miembro del Opus Dei, fue uno de los referentes del kirchnerismo que más activamente impulsó la campaña digitada por la jerarquía de la Iglesia contra el derecho de las mujeres al aborto legal. No hizo más que replicar la premisa que durante 12 años enarboló el kirchnerismo: durante su gestión, el derecho a decidir si ser madre, cuándo y cómo, no entraría a debate.
Fiel a ese mandato, el ex Jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner ofreció misas y conferencias a favor del aborto clandestino e impulsó diversas acciones junto a instituciones católicas y evangélicas contra este derecho elemental. Esa campaña reaccionaria, impulsada bajo el lema "salvemos las dos vidas", continuó con una ofensiva contra la implementación de la ley de educación sexual integral, otro derecho elemental que conquistaron con su lucha las mujeres en Argentina.
Hoy, con la noticia de otra niña a la que le fueron negados todos sus derechos, el reclamo de "educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir", no puede menos que reactualizarse. También debe hacerlo, sin dudas, otra demanda elemental, como la de inmediata separación de la Iglesia del Estado. Una medida básica para garantizar que las instituciones estatales, los funcionarios políticos y los partidos clericales dejen de decidir sobre la vida de las mujeres.