En días pasados apareció en redes sociales un video difundido por una página, “Opinión Bajío”, que tiene de título: "Compañeros, no se dejen engañar”. Este video está hecho por la dirección antiobrera cetemista del SITMM.
Martes 25 de julio de 2023
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El video se desarrolla dentro de la planta Frankische, ubicada en Silao que recientemente fue centro de atención por un proceso de recuento en el que el Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores y Trabajadores de la Industria Automotriz (SINTTIA), ganó por un margen muy estrecho al cetemista SITMM (Sindicato de la Industria Metal Mecánica, Similares y Conexos de la República Mexicana). En el video se puede observar, al parecer, al comité ejecutivo del SINTTIA realizando acto de presencia en la planta repartiendo información. Ante esto, los representantes del sindicato charro provocan, alentando a los trabajadores a que con gritos ofensivos reaccionen de manera negativa hacia los representantes de SINTTIA, pidiendo que se vayan.
La escena se corta y aparece otra a las afueras de la planta, donde dos de los representantes del SITMM, uno de ellos, Luis Miranda, charro conocido en Guanajuato, menciona que el SINTTIA es una “organización radical y golpeadora” que está iniciando una campaña de terror, y presionando a los trabajadores a mantenerse en la CTM o perderían los “beneficios” del contrato colectivo de trabajo. Además menciona, de manera cínica: “no permitan que los intimiden, ya que la libertad sindical es un derecho humano”. Como si la dirección de esta central antidemocrática y represora al servicio todos los gobiernos capitalistas y de las ganancias de los patrones, no fuera conocida por su nefasto historial antiobrero, de violencia brutal contra los sectores disidentes.
En el Bajío es sabido, sobre todo quienes están “representados” por los charros del SITIMM, la trayectoria de este sindicato y que estos personajes son parte fundamental de la defensa de las ganancias patronales en contra de los derechos de las los trabajadores. De hecho, son ellos los que a cambio de riquezas y puestos electorales actúan tal cual como lo mencionan en el video. Solo que creen que no tenemos memoria y pretenden adjudicárselo al SINTTIA con esta propaganda oportunista y ridícula.
Confederación de Trabajadores de México
La CTM es una organización que nació el 24 de febrero de 1936 como producto de un proceso de organización de la clase trabajadora del México postrevolucionario. En su creación en propaganda decía luchar por los intereses de los asalariados. Sin embargo, el objetivo de sus dirigentes fundadores fue el control de los trabajadores para ponerlos al servicio de los gobiernos ─integrándose al PRI─ y de los patrones desde los años treintas. Para ello ejerció un control policial sobre los sindicatos que dirigía, impidiendo con métodos criminales la libre organización obrera y la democracia sindical. Hasta la fecha, su rol sigue siendo el de garantizar la “paz laboral” en beneficio de las ganancias de las empresas, poniéndose al servicio de gobiernos priístas o panistas (como lo hace en la actualidad con el gobernador guanajuatense Diego Sinhué Rodríguez).
Esto lo lograba mediante la colocación de individuos en los puestos claves de la estructura sindical, quienes simulaban ser los representantes de la base trabajadora, pero que en realidad eran los encargados de someterla a sus patrones. Pero también la CTM se fortaleció (traicionando las luchas y huelgas obreras), con cargos en la estructura política, como diputaciones, senadurías, presidencias municipales, gubernaturas, etc. Esa es la esencia el charrismo que se niega hoy a renunciar a sus jugosas ganancias con la pérdida de la titularidad de los contratos colectivos de trabajo.
Los charros traidores hoy
Cuando Miranda habla de gente “radical y golpeadora” que trata de imponer un mensaje de temor, se está sangrando la lengua así mismo, y tilda de radical a todo aquel o aquellos que le arrebaten el control de un sindicato.
Bien empleada la palabra radical, significaría una acción o la política de una dirección sindical que se propone cambiar de raíz ─para bien─ una situación intolerante y reaccionaria, como la que impone la dirección de la CTM en los sindicatos que dirige.
En su intolerancia le adjudica al SINTTIA una radicalidad que no es tal. Pues si bien, los promotores del sindicato independiente ─-antes de conformarse como tal─ se proponía echar a la CTM y acabar con las condiciones de maltrato y sobre explotación en la planta de GM Silao, mediante el grupo Generando Movimiento, la dirección actual y los “asesores” del sindicato terminaron adaptándose a las leyes impuestas por la empresa, bajo su anunciada política de no querer confrontar a la patronal estadounidense y mantener relaciones fraternales con la misma (es decir, con la patronal explotadora). Tampoco, con relación a la democracia sindical, que supuestamente supliría a los métodos del sindicato cetemista anterior, han mostrado siquiera algo de “radicalidad”.
Sin embargo, cuando el dirigente charro acusa de golpeadores a los compañeros del SINTTIA, está partiendo de una mentira clara ya que no existe, hasta este momento, prueba alguna sobre existencia de grupos de choque patrocinado por este sindicato, al contrario la base del sindicato son poco más de 4 mil trabajadores y trabajadoras que siguen dejando más de 12 horas de su vida diaria en esa planta.
Los cuestionamientos a la falta de combatividad de la dirección del SINTTIA y de sus asesores, no impide que rechacemos estas calumnias de los charros que ven afectados sus intereses económicos y políticos al ver perdido el control de Frankische. Son ellos los que, a casi 90 años, vienen usando grupos de choque y matones para acallar el descontento en los sindicatos y favorecer a los patrones.
Pasa que los charros ven como una amenaza a sus intereses el profundo descontento de miles contra sus prácticas antidemocráticas y gangsteriles. Así lo muestra lo que sucedió en la ciudad de Silao, en la empresa japonesa Minibea dedicada a la fabricación de autopartes, ubicada en Puerto Interior. Ahí, ante la presencia de gente del SINTTIA para realizar pláticas sobre el proceso de legitimación, apareció otro conocido personaje miembro y fundador del SITMM, el charro Ángel Dimas Rangel, quien en otro claro de acto de impotencia, reaccionó como los charros acostumbran hacer: con violencia y confrontando con palabras agresivas y ofensivas, amenazando y expresando que GM volverá a ser de ellos (del SITIMM ).
Los charros, al verse derrotados, utilizan sus estrategias sucias para seguir presentes sean convencionales, como ofrecer prebendas, o no convencionales, como amenazas porque cuentan con todos esos años de experiencia en el amedrentamiento y hoy los sostiene un pacto, tanto con políticos de la oposición como con el gobierno de la 4T.
Por eso buscan aprovechar que la ley permite la coexistencia de hasta cinco sindicatos en una sola planta (alentando así la fragmentación de las fuerzas obreras), por lo que el charrismo sindical sigue siendo un enemigo muy fuerte el cual no se debe subestimar.
En rueda de prensa en 2022 un “asesor” de SINTTIA mencionaba que “la CTM es un zombie”. Esa es una declaración triunfalista y poco seria, dado que la mayoría de las industrias del país están en manos de esta central pro-patronal que agrupa a casi 4 millones de obreros y que es la que ha permitido a los empresarios recuperar parte de lo que dejaron de ganar durante la pandemia (a costa de vidas obreras). Incluso, en territorio del SINTTIA, GM Silao, el sindicato charro “Coalición”, ha logrado convencer con artimañas como préstamos y prebendas a cerca de mil trabajadores de que son mejor opción que el SINTTIA, aprovechándose de la ausencia del trabajo de base y de la formación político-sindical. Es decir, son una amenaza real en GM, pues puede, con el tiempo y su política de engaños, desplazar a una organización "alternativista", es decir que se conforma con sustituir a los sindicalistas charros bajo una perspectiva de coexistencia pacífica con ellos, a quienes no hay que tener la mínima confianza y echarlos de nuestras filas .
Por esto es muy importante que las y los trabajadores se den cuenta de que, para liberarse del sometimiento gangsteril de los charros sindicales y tener una vida democrática en su organización internas, no basta con ir a votar en las urnas y cambiar de sindicato, o confiarse de “asesores independientes”. Deben intentar autoorganizarse de manera independiente, es decir, con verdadera independencia de clase, con los métodos de la clase obrera y sin la intromisión de las prácticas de violencia y colaboración con el patrón─ y así exigir la realización de asambleas democráticas; que la elección de los dirigentes y los delegados sea decidida por la base (y no impuestos por la dirección sindical); que haya rendición de cuentas periódicas; libertad de participación de la base trabajadora en las decisiones del sindicato y sobre todo, que el Comité Ejecutivo acate los acuerdos de asamblea como la mejor forma de fortalecer la unidad y la organización sindical, y rinda cuentas ante la base de sus pláticas y relaciones con la empresa para evitar acuerdos contrarios a los intereses de las y los trabajadores.