×
×
Red Internacional
lid bot

Entrevista. "China desafía a Estados Unidos queriendo mediar entre Israel y Palestina"

Conversamos con Gabriel Merino, investigador del CONICET, especialista en geopolítica y profesor de geografía en la Universidad Nacional de La Plata, sobre la inserción mundial del conflicto en Palestina y la ofensiva criminal del Estado de Israel en Franja de Gaza.

Santiago Montag

Santiago Montag @salvadorsoler10

Viernes 21 de mayo de 2021 02:16

El histórico conflicto en Palestina está inmerso en un escenario mundial cada vez más complejo. La pandemia de covid-19 agudizó las tendencias centrales de los últimos años cuya máxima expresión fue la geopolítica de las vacunas. También se inserta en un escenario de emergencia de la lucha de clases en varios países periféricos de África, Asia y América Latina, como en los centrales, Estados Unidos, Francia o el Estado español. Mientras que al mismo tiempo se exponen las peores barbaries del sistema capitalista, como lo que vemos en la crisis migratoria en Ceuta, o en la brutal represión en Colombia donde miles están resistiendo con la juventud en primera línea, así como en el golpe de Estado en Myanmar.

Leé también Israel y Hamas acuerdan un alto el fuego en Gaza después de 11 días bombardeos criminales

La brutalidad de la ofensiva del Estado de Israel contra Gaza que dejó 232 palestinos muertos, decenas de miles de desplazados, y cientos de edificios destruidos, generaron una extendida solidaridad internacional con los palestinos. La causa palestina que siempre contagió de resistencia a los pueblos oprimidos impulsó nuevamente durante 11 días movilizaciones en Estados Unidos y varios países de Europa. De la misma manera en los países árabes más importantes, y muchos han quedado expuestos por el abandono a la causa palestina como explica Phillipe Alcoy acá.

Este conflicto también golpeó en el más alto nivel de geopolítica. Las tensiones en Palestina se vuelven a agudizar en un momento donde la disputa entre Estados Unidos y China está en su punto más alto. Sobre esto conversamos con Gabriel Merino, profesor de la Universidad Nacional de La Plata e investigador del CONICET, especializado en geopolítica.


Salvador: Los nuevos acontecimientos en Palestina y la violencia desatada por Israel han conmocionado al mundo ¿Cómo se insertan en el escenario mundial actual?

Gabriel: Estamos en un nuevo momento geopolítico. En una transición histórica en el mapa del poder mundial, ya que a partir de la pandemia hay nuevos momentos geopolíticos que aceleran un conjunto de tendencias muy importantes. La situación viene de una crisis de hegemonía anglo-estadounidense y se dirige hacia una situación de caos sistémico, de desorden global y profundos enfrentamientos y antagonismos que son estructurales. Se inserta ahí, es un conflicto clave en el mapa del poder mundial, donde se condensan muchas tensiones.

De hecho toda la región de Medio Oriente está en conflicto permanente con una escalada bélica muy importante. Hay una situación desde 2011, y sobre todo a partir de 2014, de escenarios bélicos que se desatan con numerosas guerras bajo modalidades no convencionales. En toda esa región se desarrolla esa situación, principalmente desde 2014, cuando se desata un escenario de guerra mundial híbrida y fragmentada pos conflicto de Ucrania que incrementa las tensiones que se venían desarrollando. Esto es a partir del conflicto en Siria, en Libia, y de hecho tenemos en 2014 el antecedente al enfrentamiento estamos viendo ahora, entre las fuerzas de Israel y las fuerzas palestinas en Gaza. Quizá en ese momento significó más de dos mil muertos por parte de la población de y las fuerzas combatientes de Gaza. La fuerza de la resistencia versus apenas 60 muertos por el lado de Israel, un conflicto asimétrico.

Leé también La juventud lidera las protestas que unen a los palestinos contra el Estado de Israel

Es una región en fuerte disputa y donde convergen e intervienen estrategias de todos los principales polos de poder en pugna. Dicho esto, también hay que decir que justamente Israel es una posición clave de ese polo de poder anglo estadounidense. Que es el dominante luego de consolidar su estructura de poder desde la Segunda Guerra Mundial y a partir de los 90 con la caída del Muro de Berlín. Eso es central, ya que tenemos que tener en cuenta que este imperialismo está en declive relativo y exacerba sus enfrentamientos con otros polos de poder. Ese es el escenario. Y obviamente, Israel, como parte de ese polo de poder, se encuentra inmerso en esta situación más general como parte de ese imperialismo.


S: Recientemente Estados Unidos vivió un cambio muy importante viniendo de un Gobierno populista de derecha como el de Trump que pateó de diversas formas el escenario mundial y complicó la geoestrategia estadounidense en distintos niveles ¿Que significa para la presidencia de Biden esta nueva situación en Palestina?

G: Hay que tener en cuenta que dentro de ese polo de poder anglo estadounidense hay una fractura. A grandes rasgos hay un gran enfrentamiento entre fuerzas "globalistas" y "americanistas". Entre un imperialismo globalista que propone, en el caso de Israel, la solución de los dos Estados, o sea pacificar esa región. Incluso acordando con potencias hostiles como Irán para evitar que se acerque a China y a Rusia, algo que ya está sucediendo y de hecho han firmado un importante acuerdo entre Irán-China para la Ruta de la Seda. Esto es lo que querían evitar los globalistas y de hecho en el Gobierno de Obama intentaron avanzar bastante con ese acuerdo de los "dos Estados". Recordemos que el conflicto de 2014 se desata al calor del gobierno de unidad que avanzaba entre las dos fuerzas centrales del Estado palestino (Al Fatah en Cisjordania y Hamás justamente de Gaza). Ese gobierno de unidad es lo que boicoteo el Gobierno de Israel y ahí se inició todo ese enfrentamiento.

Este sector que me refiero es el de Netanyahu, que justamente responde, o se articula con la otra fuerza en disputa dentro del imperialismo, que son los americanistas. Netanyahu se apoya ahí, con esas fuerzas anglo estadounidenses más retrasadas, neo conservadoras, ultraconservadoras, evangelistas. Ellos apuestan por un gran Israel, por exacerbar un imperialismo más unilateral, y relativamente belicista, que está enmarcado en la teoría de "choque de civilizaciones". Que tiene como objetivo, no solo eliminar cualquier intento de construir un Estado palestino y absorber completamente los territorios palestinos, particularmente construir ese gran Estado de Israel que sea un actor fundamental en Oriente Medio, y que en última instancia vaya contra Irán, que es el gran demonio en este "choque de civilizaciones". Este es un punto clave.

Esa es la fractura al calor de la actual coyuntura en Estados Unidos, que es el gran Estado dentro de ese polo de poder, y donde todavía están algunos de los resortes centrales del comando del capitalismo mundial, aunque esté en declive relativo.

Te puede interesar Histórica huelga nacional de palestinos contra los ataques de Israel

Justamente, el triunfo de Biden significa que vuelven a ganar las fuerzas globalistas, y esto debilita al sionismo más ultra conservador y ultra belicista de Netanyahu con su posición del Gran Israel y de la total eliminación de Palestina. Es decir, la derrota de Trump es un punto muy negativo para Netanyahu. Que de hecho, ya tenía problemas hacia adentro. Recordemos que Trump impulsó el traslado de la Embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén para respaldar el ultra sionismo de Netanyahu, y siempre tuvo una posición de total respaldo a Netanyahu y las fuerzas de la ultraderecha sionista.

Ahora con Biden ese escenario cambiaba. Obviamente, Israel y sus núcleos dominantes son parte fundamentales del polo del poder anglo estadounidense, y por tanto siempre van a ser aliados fundamentales, y en última instancia, siempre va a haber un apoyo de Estados Unidos.

Pero ahora los vientos cambiaron. Y de hecho, podemos ver los mensajes contradictorios de Biden. Por un lado, respaldando a Israel que tiene derecho a defenderse y a las masacres que está cometiendo (incluso vulnerando lo elemental del derecho internacional y el respeto por ciertas instituciones mínimas internacionales). Pero por otro lado, se desmarcó a partir del derribo de un edificio en Gaza donde no se había detectado que hubiese fuerzas de Hamás, dejando completamente expuesto a Israel y sus prácticas en esta guerra. Que es una guerra asimétrica, donde Israel claramente queda expuesto masacrando población civil, atacando edificios de prensa y otras cuestiones y el propio Estados Unidos, se corre esa situación.

Hay que ver cómo se resuelve la nueva situación. Todavía Biden creo que no tiene una clara estrategia en general. Si va a retomar la estrategia de gobierno Obama o ponerle matices. Estamos en una nueva situación geopolítica, seguramente eso cambie, pero todavía no hay una claridad al respecto. Creo que Netanyahu también aprovechó esa situación para lanzar esta iniciativa y negociar con Washington y con Londres desde otra posición de fuerza relativa.


S: Con respecto a la disputa entre Washington y Beijing a nivel global, cómo se inserta este conflicto en Palestina?

G: Es destacable la posición de China que ya no acepta la superioridad y la imposición por parte de Estados Unidos y Occidente de cuáles son los pasos a seguir. Ni tampoco acepta cierta injerencia en su política interna, no acepta pacíficamente ciertas condenas a los derechos humanos en su territorio [NdE: en referencia a la etnia de mayoría musulmana uigur perseguida en la provincia de Xinjian] o cierta propaganda occidental [NdE: en referencia a los acontecimientos en Hong Kong]. Tiene otra posición muy clara, de hecho, porque se ha fortalecido en términos relativos en las últimas décadas, pero sobretodo en los últimos años donde la pandemia le dejó al descubierto a Estados Unidos. Y en ese sentido, apareció una China mucho más asertiva.

Entrevista “Hay una nueva generación palestina dispuesta a responderle a Israel y sus aliados”

Sobre China en relación a Palestina destacaría tres cosas. Primero, dice que Estados Unidosobstruye una declaración del Consejo de Seguridad de la ONU, declaración que estaba en línea con llamar a la paz para frenar el conflicto, a iniciar negociaciones, y acusa directamente a Estados Unidos de obstruir eso. Por otro, acusa además a Estados Unidos de estar del lado opuesto de toda "justicia internacional". Esta es una línea que, junto a Rusia, han agudizado al exponer a Estados Unidos, no solo al de Trump, sino de ahora al de Biden. Dicen que Estados Unidos, está por fuera del derecho internacional, de la normativa internacional e incluso ahora China lo pone en términos valorativos. Esto es muy fuerte, deja expuesto a Estados Unidos y marca esto que decíamos de la asertividad de China. O la fortaleza con la cual empieza a desarrollar su política exterior, sus posicionamientos en política exterior y su diplomacia. Ya lo hemos visto en otra situación, por ejemplo, ante la campaña anti china de Bolsonaro, coordinada con Trump sobre el "virus chino". En ese momento las autoridades diplomáticas chinas salieron muy fuertes contra esos posicionamientos, algo que no se había visto antes.

Y el tercer aspecto es este tema de ofrecerse China para mediar en ese conflicto. Ofrecer que vaya China a negociar las partes. Esto es fuertísimo también. Meterse en ese conflicto histórico que atraviesa la política y la geopolítica, las relaciones internacionales y la diplomacia del siglo XX, ese gran conflicto sin resolver.

Posicionarse es decir "yo intervengo, yo me meto", y no sólo eso, sino que "me ofrezco a mediar, a negociar, a actuar como gran mediador diplomático". Eso es clave en esta situación. Y obviamente también marca este ascenso relativo de China, este nuevo rol en la situación internacional. Con un posicionamiento diplomático muy fuerte que se vio con la pandemia en materia de cooperación, desplegando el soft power, poder liviano o smart power, poder inteligente y posicionándose desde un lugar de liderazgo. No desde el lugar de como era antes, más expectante, menos involucrada en los grandes asuntos y las grandes tensiones. Ahora es otro China. Me parece que eso hay que notarlo y ahora actúa con un perfil más alto.


Santiago Montag

Escribe en la sección Internacional de La Izquierda Diario.

X