Este miércoles, el gabinete de China anunció que el Gobierno del país rebajará sus aranceles a importaciones a productos que incluyen maquinaria equipos eléctricos y textiles a partir del 1 de noviembre, productos que provienen de EE.UU, ahorrando a empresas y consumidores cerca de 8.730 millones de dólares.
Jueves 27 de septiembre de 2018
Con anterioridad Trump ya había anunciado el alza arancelaria a productos chinos en respuesta a la negativa del gobierno Chino de permitir la entrada de más capitales estadounidenses a su país, librando una guerra comercial en que China se veía sin salida, ya que las inversiones estadounidenses en China son mucho menores a las chinas en EE.UU, por lo que si la lógica de aumentar aranceles continuaba el gigante asiático tenía mucho más que perder.
Esta respuesta de la baja de aranceles a productos estadounidenses se da en el marco de la preocupación de EE.UU por la campaña mediática que pudiese desplegar Xi Jinping, contra sus transnacionales, ya que años atrás una fuerte campaña mediática hundió a una de las principales empresas automotrices, pues en China se concentra una gran parte de la población mundial por tanto una buena parte de los consumidores de productos norteamericanos.
Si a una fuerte campaña mediática contra EE.UU -país en que la burguesía ya se muestra descontenta con las alzas impulsadas por Trump, ya que el costo de materiales necesarios para la producción que provienen precisamente de China, son más costosos, sube el costo de la producción, afectando sus intereses- se suma una baja en los aranceles a las empresas de dicho país, bajando el costo de la vida, el Gobierno se gana la opinión pública y puede significar el inicio de un boicot a los capitales norteamericanos.
Sumado a esto, el canciller Chino responde a Trump por su llamado a “resistir al socialismo y a la miseria que trae a todos" desde su tribuna en la Asamblea General de la ONU y declara "cada país tiene el derecho de elegir su propia vía de desarrollo y su sistema social", añadiendo que se trata de algo que "debe decidir el pueblo de ese país". Además señaló que incitar a un enfrentamiento entre dos campos en base a la ideología evoca a los tiempos de la Guerra Fría, "que terminó hace casi 30 años".
Cabe destacar que por más que el Gobierno de China se oponga a la entrada de capitales extranjeros, baje tasas arancelarias y se declare en contra de la guerra comercial, esto lo hace en su afán de volcar su propia economía al imperialismo, donde choca precisamente con el capital norteamericano y estas son sus métodos para enfrentar la Guerra Comercial.

Tamara Carrera
Estudiante de Química y Farmacia, U. Chile