Christian Porta es delegado de la CGT y trabajador del grupo empresarial InVivo, un gigante alimentario- una de las más grandes multinacionales del agronegocio en Europa –. La empresa quiere despedirlo con la insólita acusación de “acoso moral” por hacer aquello para lo que fue elegido: defender a los trabajadores y reclamar por sus derechos. Porta también es militante de Révolution Permanente y fue parte del gran acto que realizó la organización francesa, convocando a más de mil personas, el pasado 6 de marzo.
Domingo 10 de marzo de 2024 13:30
Hoy la situación política en Francia también está marcada por una enorme represión sindical, las patronales y el gobierno pretenden aleccionar y vengarse de la enorme ofensiva que protagonizaron los trabajadores y las trabajadoras el año pasado, movilizándose huelga tras huelga.
Christian Porta, obrero revolucionario, perseguido por la patronal por defender los derechos de sus compañeros en la fábrica de alimentos agrícolas en Mosela, Francia (multinacional Invivo). Compartimos el discurso que dio en el acto donde al menos 800 personas abarrotaron la sala principal del centro cultural y artístico La Bellevilloise, y los dos bares que habían sido acondicionados para la ocasión con pantallas gigantes. Varios cientos que quedaron afuera lo siguieron por la transmisión simultánea en Youtube. En el acto convocado por Révolution Permanente (RP) -integrante de la Red Internacional La Izquierda Diario-, bajo la consigna de "volver a poner la revolución en la agenda", participaron también, entre otros, el economista y filósofo Frédéric Lordon, el abogado de derechos humanos franco-palestino Salah Hamouri, la militante de la lucha de los sin papeles Mariama Sidibé, la dirigente de RP Daniela Cobet y la feminista socialista, militante de Du Pain et Des Roses (Pan y Rosas. N. de T.) Sasha Yaropolskaya.
A Continuación reproducimos el discurso de Porta militante obrero de Révolution Permanente, en dicho acto.
Mi nombre es Christian, soy militante de Revolución Permanente y soy obrero de la industria alimenticia en una panadería industrial llamada Neuhauser, que pertenece a un gigante del agronegocio llamado Invivo. Desde hace casi un mes, todos los días, cuando llego a la fábrica para incorporarme a mi puesto de trabajo, mi patrón me espera con un pequeño comité de bienvenida: rodeado de gendarmes y guardias de seguridad para hacer aplicar la suspensión cautelar. Pide mi despido y la prohibición de ir a la fábrica por actos de acoso moral hacia él, mi patrón.
Quiere decir que, en resumen, lo que mi patrón me reprocha es venir demasiado seguido a pedirle aumentos de sueldo y a quejarme por las condiciones de trabajo de mis compañeros. No es una broma, es lo que mi patrón verdaderamente me reprocha hoy, y estamos en tren de lucha contra él.
Por supuesto, fuimos a la justicia y, no sé cómo decirlo, frente a esto, la justicia se vio obligada a dictaminar que yo solo hago mi trabajo, que no hay ningún hecho de acoso moral y que el patrón no puede negarme la entrada a la empresa, sobre todo, cuando estábamos preparando una huelga por el tema salarial.
Pero claro, cuando mis compañeros oyen esto, no duden de que son ellos los que sufren el acoso de mi patrón todos los días, cuando mi patrón los hace trabajar en condiciones laborales extremadamente difíciles. Yo trabajo en la industria alimenticia. Cuando mi patrón se niega a aumentar el sueldo a mis compañeros y está dispuesto a gastarse más de 300.000 euros en seguridad para que me vigilen todos los días en la fábrica, incluso en los baños, eso es lo que nosotros llamamos acoso. Acoso es cuando nuestro patrón va a ver a mis compañeros y los amenaza con despidos si quieren ir a la huelga. Pero, bueno, mis compañeros respondieron de la mejor manera posible, no se dejaron intimidar y en cuanto se enteraron de lo que me estaba pasando, se movilizaron y fueron a la huelga.
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Porque hoy nos enfrentamos a un jefe que se llama Invivo. No creo que hayan oído hablar de él. Invivo ¿qué es? Bueno, es el “Jardiland”, son las gamas verdes, es todo el pan y las medialunas que pueden encontrar en las tiendas Lidl de todo el mundo, es la cebada, el trigo que van a encontrar en la cerveza 1664, es la malta que van a encontrar en el whisky. En resumen, mi patrón está en todas partes, es uno de los principales vendedores de pesticidas en Francia, uno de los principales sostenedores de los mega tanques, por ejemplo, porque tiene un gran interés en esto. Entendieron bien, mi patrón es uno de los principales destructores del planeta, y eso es lo que hoy combatimos. Los obreros de Neuhauser lo sabemos bien, y eso es justamente lo que hoy denunciamos. Y eso es precisamente lo que hoy intenta combatir mi patrón, porque, no lo duden, no soy yo quien lo molesta y al que quiere combatir, sino que quiere combatir la lucha de Neuhauser, y hacer de nosotros un ejemplo para todo el grupo empresarial.
Porque, ¿quiénes son los trabajadores de Neuhauser? Son los que lucharon contra los despidos económicos. Los Neuhauser son los que impusieron las 32 horas pagadas por 35 a nuestro patrón.
Los Neuhauser son los que se movilizan y paran la fábrica el 8 de marzo. Los Neuhauser son los únicos que se movilizan y van a la marcha del Orgullo. Los Neuhauser son los que obligan a nuestro patrón a reabrir las fábricas que ha cerrado y a recontratar a los empleados. Eso es lo que realmente quiere combatir hoy el patrón a través de mi persona. Quiere dar un ejemplo conmigo diciendo a todos aquellos y aquellas que quieren levantar cabeza que van a terminar como Christian. Y mis compañeros hace 3 semanas que están en huelga, pelean y reclaman mi reincorporación y no están dispuestos a renunciar a la lucha.
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No les voy a mentir, no vamos a ganar solos frente a un gigante de la agroalimentación, frente a un gigante del agronegocio. Por eso, lo que me pasa, no me pasa solamente a mí, hay más de 1000 militantes y sindicalistas que son reprimidos hoy justamente después de la reforma de jubilaciones. Los patrones y el gobierno reprimen a todos aquellos y aquellas que se atrevieron a enfrentarlos en estos últimos meses, para preparar las ofensivas futuras. Por eso, los Neuhauser llamamos a organizarnos. Y yo, por supuesto, voy a llamar a organizarse con Révolution Permanente, y a unirse a nosotros, pero, además, es necesario que nos organicemos frente a la represión, y que, frente a esta ola de represión nacional es necesario que respondamos nacionalmente.