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Red Internacional
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Política. Cientos renuncian a la UDI: ¡Es momento de fortalecer una alternativa del pueblo trabajador!

UDI lidera la pérdida de militantes desde el estallido social, es momento de preparar la fuerza de una izquierda anticapitalista, de las y los trabajadores, por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, y para que la crisis la paguen los empresarios.

Viernes 28 de agosto de 2020

La crisis que se abrió con el estallido social al interior de los partidos políticos del régimen es bastante grande, se expresa sobretodo tras la ola de desafiliaciones desde octubre, donde existieron más de 14 mil renuncias desde el 18 de octubre hasta el 31 de enero de este año, lo que se detuvo en particular por la crisis sanitaria.

El partido que encabeza el ranking es la UDI, liderada por la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, el cual ha presentado 973 renuncias y ha sumado sólo 76 personas durante estos meses, lo que dejó a la colectividad con una “pérdida” total de 897 adherentes tras el cruce entre nuevos militantes y salidas.

Esto se explica en parte por la firma del “acuerdo de paz” el año pasado, firmado desde la derecha hasta sectores del Frente Amplio (FA), pues le abrió un flanco por derecha, sobretodo por los sectores más conservadores, para los cuales significa revisar y pasar por encima de la constitución del 80 elaborada por el mismísimo fundador de la UDI Jaime Guzmán.

Sin embargo, la firma de este acuerdo no fue porque quisieran cambiar la constitución, sino para desviar el descontento de las mayorías hacia una “salida” parlamentaria, buscando frenar la autoorganización del pueblo trabajador, que mostró su potencialidad y fuerza en el Paro Nacional el 12 de noviembre, exigiendo una Asamblea Constituyente libre y soberana y fuera Piñera, pues la UDI junto con la derecha y los sectores empresariales son los principales ganadores de la herencia de la dictadura.

Por el motivo anterior, es que hemos visto cómo la derecha ha salido con una fuerte campaña por el “rechazo”, con tal de mantener intacta la Constitución, inclusive un amplio grupo de diputados de la UDI presentó un proyecto para sacar la opción de la convención constituyente de la papeleta y reemplazarla por el Congreso, para que esta institución sea la que elabore una nueva Carta Fundamental en caso de imponerse el Apruebo en el Plebiscito de octubre, aludiendo como principal argumento el alto gasto que el Estado ha debido realizar para atender a la crisis sanitaria y económica derivada a causa de la pandemia del coronavirus. Ante esto el diputado Coloma explicitó que "nuestra propuesta es cambiar una de las dos preguntas del proceso constituyente. Que se mantenga el Apruebo y el Rechazo, pero se cambie para que los chilenos puedan escoger entre una convención mixta (50% ciudadanos y 50% parlamentarios) o que el próximo Congreso sea el constituyente".

¿Y qué sucede con la oposición?

La "oposición" le viene aprobando las principales leyes al gobierno criminal de Piñera, como fue la ley de "protección del empleo", votada desde la UDI hasta el Partido Comunista.

En el caso del PC, que dirige la CUT, y sectores del FA que también están en Unidad Social, vienen cumpliendo un rol totalmente impotente frente a las exigencias de los amplios sectores de masas y de la clase trabajadora, que hoy no sólo rechazan al gobierno, sino que están siendo duramente golpeados por la crisis sanitaria y económica, con cerca de 2 millones de personas sin empleo y otro millón y medio entre "suspendidos" e "inactivos", que en los siguientes meses pasarán a engrosar las filas de los desempleos; pues su accionar se encuentra solamente concentrado en la agenda política en el parlamento, asegurando sus alianzas electorales en camino al plebiscito de Octubre, sin buscar organizar a las y los trabajadores para combatir y prepararse frente a una crisis económica de enormes magnitudes.

Ahora bien, esto no quiere decir que no acompañemos a los cientos de miles que guardan expectativas en el plebiscito y por ello estamos con el “apruebo” para repudiar toda la herencia de la dictadura, como la constitución de Pinochet, pero denunciamos que no está la opción de una verdadera Asamblea Constituyente Libre y Soberana, gritada por el pueblo en las calles para que no decidan los mismos de siempre.

Por esto desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR) creemos en la necesidad de impulsar un Frente de Trabajadores y la Izquierda Anticapitalista para defender un programa de emergencia para derrotar el hambre, por poner fin a todas las herencias de la dictadura y para que la crisis la paguen los grandes empresarios, disponiendo de las grandes ganancias al servicio de las mayorías, cuestiones mínimas para el escenario global que atravesamos.