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Red Internacional
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Lecciones. Cierre de Bimbo San Fernando: ¿Se podía luchar por los puestos de trabajo?

Con varias plantas en el país esta patronal obtuvo ganancias siderales incluso bajo la pandemia ¿cómo logró cerrar la planta de San Fernando sin grandes dificultades?

Domingo 1ro de agosto de 2021 01:55

Luego de que la amplia mayoría de los trabajadores decidieron aceptar la propuesta de la patronal mexicana, que consistió en una indemnización “extraordinaria”, la indemnización por ley y un mes por cada año de antigüedad, hoy solo se mantienen algunos compañeros que no aceptan el arreglo y quieren seguir la pelea hasta el final.

El incendio como excusa para fundamentar su plan de ataque

Luego del incendio parcial que sufriera la planta el 10 de mayo, donde la mayor parte de la estructura fabril quedó en condiciones para poder seguir produciendo, Bimbo decidió despedir a todos los trabajadores, poniendo en el telegrama que lo hacía “por fuerza mayor”, debido a la “destrucción total” de la planta.

Esta fue la primer gran mentira de la patronal, que contó con la colaboración de un medio como Infobae para divulgarlo.

Pero antes de que Bimbo comunicara esta decisión, pasó casi un mes donde reinó la inacción total por parte de los sindicatos que tenían trabajadores afiliados a los que deberían haber defendido. Pasteleros, alimentación y panaderos no realizaron ninguna convocatoria o llamado a los trabajadores para prepararse para lo peor.

También la comisión interna de Bimbo cayó en esta política de espera pasiva. La primer asamblea convocada por la comisión interna del Sindicato de Pasteleros, la que agrupaba a dos tercios de los trabajadores de toda la planta, se realizó un mes después del incendio y cuando se corría el rumor fuerte que los sindicatos estaban negociando las indemnizaciones con la patronal. Primero se conoció la traición de Daer y la verde del Sindicato de la Alimentación, y poco después la verde de pasteleros siguió por el mismo camino.

En esa asamblea no se propuso ningún plan de lucha, ni una medida de fuerza, como para dejarle claro a la patronal que se iba a luchar decididamente por los puestos de trabajo. Se decidió esperar la decisión oficial de la empresa.

Cierre de la planta y segunda asamblea

La segunda asamblea, que se realizó en el estacionamiento de la planta, coincidió el mismo día con la comunicación oficial de la empresa sobre el cierre definitivo de su fábrica de San Fernando. Automáticamente los delegados de la alimentación les dijeron a sus afiliados que el sindicato no iba a pelear por los puestos de trabajo y que iban a negociar las indemnizaciones al 200%. Lo mismo que hizo Daer en Pepsico y otras fábricas del STIA.

Estaba claro que los sindicatos traidores como la alimentación y pasteleros habían estado negociando con la patronal mientras se los dejaba a los trabajadores totalmente desinformados y desorganizados.

La asamblea posterior se realizó no bien finalizó la reunión común con la patronal. La comisión interna de pasteleros llamó a realizar un acto en la puerta de la planta, unos días después, junto a todas las organizaciones de lucha de los trabajadores. La respuesta sin dudas estuvo muy por detrás de semejante ataque de la patronal.

Empresa, sindicatos y ministerio de trabajo

La patronal con el auxilio de los sindicatos llevó todo al plano del Ministerio de Trabajo. En algunas pocas audiencias, logró que la verde de Pasteleros se olvide de los puestos de trabajo, que había reclamado de palabra en la primer audiencia, y comiencen a cerrar un acuerdo por cómo serían las indemnizaciones en concreto.

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La lista Celeste y Blanca, supuesta oposición de la verde en pasteleros, rápidamente se sumó a esa entrega demostrando que lo único que los diferencia es el color. Al punto que un delegado de la comisión interna de pasteleros, perteneciente a esta lista, milito esa política entre los trabajadores.

Lo que tienen en común estas dos listas, Pasteleros y la Verde de Daer de la Alimentación, además de ser traidores a los trabajadores, es que son peronistas. Con este acuerdo entre empresa, sindicatos y Ministerio de Trabajo, lograron que la gran mayoría de los trabajadores acepte las indemnizaciones “extraordinarias” como “mal menor”. Incluso la empresa con la ayuda de los sindicatos puso un plazo límite para “arreglar”.

La comisión interna de pasteleros no pasó la prueba

Desde el incendio se limitaron a esperar la decisión de la patronal. No preparando a los trabajadores para el peor escenario que era totalmente previsible.

Cuando el ataque se concretó se quiso enfrentar a un cáncer con una aspirina. La única acción más dura que se había decidido, cortar el acceso Tigre, fue levantada un día antes por el pronóstico del tiempo.

Nunca tuvieron un plan de lucha serio a la altura de semejante ataque. Cuando el ministerio dio por cerrado el conflicto una vez que el 90% de los trabajadores había aceptado el “arreglo”, tampoco se buscó fortalecer la pelea por los puestos de trabajo coordinando con los demás sectores en lucha como los tercerizados del FFCC, EMA, Clinica San Andres, etc.

A los pocos días “arregló” otro integrante de la comisión interna. Otro elemento desmoralizador para dificultar aún más esta difícil lucha. De esta manera en poco tiempo quedó solo un delegado sin “arreglar”, pero con una orientación muy impotente.

Los pocos compañeros que siguieron la lucha sin ninguna perspectiva decidieron también llegar a un “arreglo”. Muy pocos siguen en la pelea por los puestos de trabajo.

Desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas San Fernando nos volcamos desde el primer día del incendio a llevar nuestra solidaridad y apoyo incondicional en cada acción de lucha que votaron los trabajadores.

Además de apoyar las luchas, es necesario abrir un debate que busque sacar las mejores lecciones para los trabajadores que lucharon y los que siguen luchando por sus puestos de trabajo. Esto busca ser un aporte en ese sentido.