#Elecciones2021. Cierre de alianzas bonaerenses: la "grieta" maquillada y la izquierda como alternativa

Mientras el gobierno nacional y el bonaerense de Axel Kicillof avanzan con el plan de ajuste del FMI, en la provincia el cierre de las alianzas electorales entre los partidos del regimen mostró un más de lo mismo pero maquillado.

El peronismo agrupado en el Frente de Todos quiere mostrarse sin fisuras bajo el mando del kirchnerismo con Cristina a la cabeza de la campaña. Intenta retener los votos logrados dos años atrás cuando prometían asado y heladera llena, aun luego de haber empeorado las condiciones de vida de las mayorías. Lo cierto es que el peronismo unido, más allá de algunos matices mantiene el mismo eje: al FMI se le paga a como dé lugar.

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El kirchnerismo se juega en su bastión electoral gran parte de su capital político con pocas conquistas en el último período por defender. Alberto intentó presentar junto al gobernador como si fuese un gran logro un bono de hasta 5.000 pesos para jubilados que seguirán siendo indigentes. En la provincia de Buenos Aires 6 de 10 niños son pobres, en el conurbano esa cifra asciende a 7. El salario mínimo vital y móvil no llega a los 26.000 pesos y mas del 40% de los trabajadores trabajan de forma precaria y en negro. Con una inflación que destruye los salarios mes a mes al ritmo de un 3%.

Estos datos, junto con una desocupación juvenil que asciende al 25% explican también la sangría del voto joven que se aleja del kirchnerismo. Algo que intentan sostener con maniobras L-gantes, pero que resultan insuficientes ante la creciente pobreza entre los jóvenes.

Pero para el oficialismo todos los problemas parecen ser ajenos a sus decisiones. Por un lado la pandemia que ya dejó 100.000 muertos a nivel nacional, de los cuales la mitad son bonaerenses. Y por otro, la herencia recibida tanto de Macri como de Vidal, que cuestionan en palabras pero legitiman de hecho. Hablan como si no fuesen gobierno.

Por su parte la oposición de Juntos por el Cambio sufrió modificaciones de nombres. Maria Eugenia Vidal, la “leona” que vendían como imparable en la provincia, no solo que la dejó peor de lo que la encontró, sino que su derrota la hizo no querer volver más. Siendo la que mejor medía en las encuestas de su espacio, pero presagiando una posible derrota, decidió evitar ese mal trago y volver a la ciudad.

Rodriguez Larreta - quien intenta ser el nuevo líder del espacio opositor con miras al 2023 - mandó a su vicejefe porteño a competir en la provincia. Santilli, que cobró notoriedad durante la cuarentena, cruzó la General Paz aduciendo un pasado de “fines de semana en Mercedes” para mostrar que algo conoce de estas tierras. Jugada que dio aire a la UCR - furgón de cola del PRO desde hace años - que presenta a Facundo Manes como candidato. El neurocientífico quiere jugar como outsider de la política. Como “algo nuevo”... si olvidamos su asesoría al gobierno de Vidal y la complicidad de su partido en los 4 años de gobierno de Cambiemos. Lo acompaña Monzó, quien fue garante de todas las leyes en el congreso y armador de la complicidad del peronismo para votar el ajuste.

La izquierda se juega a ser tercera fuerza

Mientras tanto el Frente de Izquierda Unidad presentó nuevamente su lista unitaria con referentes como Nicolás Del Caño, Romina del Pla, Alejandro Bodart, Claudio Dellecarbonara, Nathalia González Seligra y Mónica Schlotthauer. Aún quedan por definir el orden de las candidaturas, y si habrá una sola lista o más de una compitiendo en las PASO.

En un comunicado que publicaron hoy desde dicha fuerza sostuvieron que “se mantiene el gran desafío de emerger como una potente tercera fuerza a nivel nacional para conquistar nuevas bancas parlamentarias que, como ya se ha visto, son un importante instrumento de lucha del pueblo trabajador, las mujeres y la juventud contra el ajuste del Gobierno y contra la pretensión de Juntos por el Cambio de canalizar el descontento y la decepción con el Frente de Todos por derecha."

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Los referentes de la izquierda que vienen participando de todas las peleas que dan los sectores de trabajadores y jóvenes empobrecidos apuntan a una campaña militante que fortalezca todas las luchas en curso y den una expresión política a todos aquellos que se niegan a pagar los costos de la actual crisis social y sanitaria.

Los desprendimientos

Por su parte, sin poder cerrar con las coaliciones mayoritarias del régimen, hay rezagados que se presentan por su cuenta: a la ultraderecha están los liberales y los celestes que van divididos, y como desprendimiento peronista va Randazzo.

Los liberales van encabezados por Espert quién, luego de negociar todo lo que pudo para entrar a Juntos por el Cambio, intenta presentarse “por fuera de la grieta”. Una proeza difícil cuando en los hechos sólo criticó al gobierno de Macri por no avanzar más en el ajuste y la reforma laboral y hasta lo acusó de ser un “K moderado”. Los medios le dan lugar y lo levantan como “rebelde” a quien en realidad es el ala derecha de este mismo sistema.

Con menos prensa también se presentan los celestes. La ultraderecha conservadora, va con Gómez Centurión y Cynthia Hotton en listas separadas. Hace campaña contra el derecho al aborto conquistado por el movimiento de mujeres. Y resucitan para la campaña el derrotado slogan de “salvemos las dos vidas”. Con el apoyo de la iglesia evangélica desembarca en los barrios populares una campaña contra todo tipo de diversidad sexual, cultural y política.

Por el peronismo en su única ruptura va Florencio Randazzo, quien fue un ministro central del último gobierno de Cristina. Al no ser elegido como el sucesor, decidió abrirse y competir. Su suerte no es de la mejor, aunque en el 2017 sacó los votos suficientes para que Cristina no gane su carrera fue en declive. Un datito, su asesor era Alberto Fernandez, las vueltas de la vida. Ahora volvió para las elecciones, manteniendo el mismo mecanismo, intentando jugar desde el llano y pidiendo la reforma laboral a servicio de las patronales.

Desprendimientos que no son más que una versión de las grandes coaliciones del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio. El Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad es el único frente independiente que presenta una alternativa para que la crisis no la paguen los trabajadores.