Editorial. Cinco claves para mirar después del 14N

UNO

En el terreno de los balances públicos, del lado del oficialismo Alberto Fernández al momento de los resultados habló con tono exigido de “celebrar el triunfo”. Tolosa Paz en cambio eligió el laberinto de palabras: "Ellos ganaron perdiendo y nosotros perdimos ganando".

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En Juntos, optaron por un mensaje mas unidireccional y hablaron de “contundente triunfo”.

Aun así, con los datos de la elección en la mano, oficialismo y oposición no logran imponer, ninguno por sobre el otro una posición ventajosa y decisiva.

DOS

El FMI salió rápido a responder las palabras de Alberto Fernández, quien en el mensaje grabado que se escuchó en las horas siguientes al cierre de los comicios anunció un supuesto: “Programa económico plurianual para el desarrollo sustentable”.

Circuló ayer en redes sociales de algunos periodistas que ese título rimbombante ya se había leído hace exactamente un año, en noviembre del 2020.

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Muchas cosas cambiaron desde entonces, pero si una se mantuvo firme fue la intención por parte del oficialismo de honrar ese acuerdo para el pago de la deuda, a tal punto que fue parte central de las definiciones del presidente con los resultados todavía en caliente.

TRES

La elección de Milei en CABA y de José Luis Espert. Expresó electoralmente un fenómeno acotado a dos distritos. Candidatos que se expresan con un tono radicalizado, construyendo según Milei desde un proyecto de índole esencialmente “moral”, pero que sin necesidad de indagar mucho salta a la vista los valores que defienden: antiderechos cómo en el terreno de las libertades democráticas, anti derechos laborales, negacionistas del cambio climático, y la lista sigue.

En algunos puntos es una agenda que se solapa, que se pisa con un programa del que el propio Macri pretende ser abanderado, defensor. Esto es parte de lo que hay que mirar en este segmento del espectro político. Los puntos de contacto, por agenda, por ideas, entre la derecha mas vociferante y partidaria del show mediático cómo herramienta, y otra más “republicana”.

CUATRO

El 1.300.000 votos del FIT estuvieron sustentados en una campaña militante que en algunos distritos redundó en números históricos para la izquierda

Por el impacto que tiene el triunfo de la elección en Jujuy Alejandro Vilca aparece cómo uno de los principales datos políticos de la jornada del domingo.

Un trabajador, que hace política para los trabajadores y que los espacios legislativos provinciales que ocupó, siempre estuvieron orientados a acompañar, reforzar, y dar visibilidad a las peleas del pueblo trabajador de Jujuy.

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Es interesante tomar este ejemplo, porque con sus matices en cada lugar, es más extendido, y confirma que una de las características principales del FIT-U es la de una fuerza que pelea por una salida de los trabajadores y los sectores populares a los problemas que plantea el capitalismo, y que está sustentada por una militancia en esos sectores.

Por eso, muchos de quienes ingresan a los consejos deliberantes, las legislaturas provinciales o incluso al congreso nacional son militantes trabajadores y trabajadoras, muchos referentes de sus lugares de trabajo, de sus barrios y de las luchas que ahí surgen.

Ahí están las concejalas Natalia Hernández en La Matanza que es docente y Secretaria de Género del sindicato SUTEBA-Matanza. Jorgelina Esteche en Morón, David Ezequiel Maidana en Merlo, Anabela Colli, electa por José C. Paz o Érica Seitler. Docentes, trabajadoras de la educación, en algunos casos también precarizados dentro de la docencia.

La docencia en este caso aparece cómo una cantera de voceros, de tribunas y tribunos de los distritos que además de pelear por las propias demandas que tienen cómo docentes, buscan ser parte de las peleas en unidad con otros sectores de la clase trabajadora incluso los mas precarios.

Raúl Godoy, Claudio Dellecarbonara, Nathalia González Seligra también docente o Andrés Blanco son otros referentes trabajadores/as que fueron cimentando y haciendo un camino de parlamentarismo obrero revolucionario.

CINCO

Cristian Castillo ayer en la entrevista que le hicimos acá decía que lo que aparece adelante cómo tarea para la clase trabajadora en nuestro país no se puede conquistar con “métodos parlamentarios” sino que define en última instancia es la lucha de clases.

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Esto hace referencia a debates que han atravesado largamente a la izquierda pero que podemos sintetizar en cuales son las herramientas que tiene la clase trabajadora para dar una respuesta cuando del otro lado, se están buscando solución a problemas estructurales en el marco de un mundo en crisis y un país golpeado por décadas de gobiernos que responden a los intereses patronales, pero donde esas “soluciones” buscan ubicar a los trabajadores cómo principal víctima.

La propia campaña ya mostró algunas posibles “soluciones” para los ganadores de siempre: reforma laboral, quita de mas derechos a la clase trabajadora, mayor devaluación cómo una de las opciones y sus consecuencias en el poder adquisitivo de millones.

Mirando hacia las bancas obtenidas por el FIT-U en esos distintos niveles parlamentarios que mencionábamos, incluso el 1.300.000 votos, la exposición mediática, la llegada de la voz de los principales referentes ahora son cómo una gran actualización de recursos para volcarlos al apoyo de cada experiencia, de organización, de pelea que surgen de abajo o de las que pueden surgir ante expresiones mas crudas del ajuste.

Pero también son herramientas para ayudar a transformar esa adhesión política en organización militante, mas permanente, con llegada en los lugares de trabajo, los sindicatos, las fábricas, las facultades, los colegios, los barrios, los movimientos cómo el ambiental o el de la mujer.

Con el objetivo que esas ideas con las que millones se sienten identificados, encuentren los caminos para ir abriéndose paso en una situación difícil, que los resultados electorales no dieron por cerrada.