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Red Internacional
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Géneros Y Sexualidades. Cinco medidas de emergencia para frenar la violencia contra las mujeres

Presentamos cinco propuestas desde el feminismo socialista y anticapitalista, para enfrentar la violencia patriarcal y feminicida que cada día nos sigue arrebatando la vida de decenas de mujeres, niñez y comunidad LGBTI+.

Marisol FN Agrupación de mujeres y disidencias Pan y Rosas

Jueves 25 de marzo de 2021

Pese a las políticas públicas con perspectiva de género y las figuras femeninas impulsadas por la 4T, los feminicidios y violencia continúan en aumento, así como las desapariciones de niñas y jóvenes que en su mayoría, son reclutadas para las redes de trata y explotación sexual. Este fenómeno que se ha develado desde hace décadas como una violencia de carácter estructural, no ha sido resuelto ni por el gobierno AMLO y la 4T y mucho menos, por los anteriores gobiernos del PRI, el PAN y el PRD.

Y es que esos gobiernos capitalistas y patriarcales no están dispuestos a combatir y erradicar las raíces económicas y políticas esta violencia, pues hacerlo implicaría ir en contra de sus propios intereses como clase dominante. Por ello, desde el feminismo socialista y anticapitalista de Pan y Rosas, proponemos las siguientes acciones de emergencia para que, impulsadas por millones en las calles -como nos enseñó la Manera Verde en Argentina-, logremos imponer nuestras demandas a los patrones y sus gobiernos.

1. Comisiones de Investigación Independientes

Los feminicidios, transfeminicidios, crímenes de odio y redes de trata y explotación sexual continúan en México, junto con la impunidad hacia feminicidas y miembros de las fuerzas armadas, la Iglesia y políticos del régimen involucrados, como recientemente vimos con el caso de Félix Salgado Macedonio y Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.

Sabemos que la justicia jamás vendrá de los asesinos, es por ello que proponemos el impulso de Comisiones de Investigación Independientes, conformadas por familiares de víctimas, organizaciones de derechos humanos y feministas que actúen con plena independencia del Estado y cuenten con todos los recursos humanos, materiales, políticos y financieros para la investigación de los crímenes y los responsables materiales e intelectuales.

Esta experiencia de comisiones independientes la vimos en el caso de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa y también, en Argentina con la investigación a los genocidas durante la dictadura, y consideramos es el verdadero camino para obtener justicia y la no repetición de los crímenes.

2. Refugios transitorios y créditos de vivienda para mujeres

Hasta ahora, las políticas públicas en materia de género impulsadas tanto por los gobiernos del PRI, PAN y PRD así como del Morena y la 4T, han basado sus propuestas en fundamentos punitivistas, es decir, en castigos sobre hechos de violencia ya consumados contra las mujeres y disidencias, cuanto ya fueron violentadas, desaparecidas y/o asesinadas.

Para que realmente podamos tener una vida libre de violencia, necesitamos acciones encaminadas a la prevención de la misma y que ataquen las condiciones estructurales de vulnerabilidad en la que se encuentran millones. Para ello proponemos un el desarrollo de un Plan Nacional de Vivienda y Obras Públicas que contemple alumbrado público, pavimentación y transporte seguro en todo el país, para que los espacios públicos dejen de ser focos de violencia e inseguridad.

Durante la pandemia vimos como aumentaron dramáticamente las llamadas de auxilio y denuncias por violencia doméstica, lo cual deja ver que la dependencia económica de las víctimas con sus agresores, es una de las principales causas para que esta violencia se perpetúe y llegue a expresiones tan aberrantes como el feminicidio y los abusos sexuales infantiles.

Es por ello que las feministas socialistas proponemos la construcción masiva de refugios transitorios, suficientes, dignos y adecuados para todas las mujeres, comunidad LGBTI+ y niñez que sufran violencia, para que no tengan que vivir ni depender más de sus agresores. Estos tendrían que ser gestionados por organizaciones políticas y de derechos humanos junto a Grupos Interdisciplinarios de estudiantes y profesionales en la atención integral de mujeres, niñez y comunidad LGBTI+ que sufren violencia, a quienes se les tienen que garantizar plenos derechos laborales y salarios dignos.

Junto a los refugios, es necesario el impulso de créditos de vivienda digna para mujeres y comunidad LGBTI+ en situación de violencia, accesibles y gestionados por el Estado, que bien pueden ser financiados con base al no pago de la deuda externa, impuestos a las grandes fortunas y a la expropiación de todos los bienes inmuebles de la Iglesia y las empresas inmobiliarias, que han lucrado con el derecho a la vivienda durante la pandemia mientras que miles de familias pobres y trabajadoras se han quedado en la calle.

3. Aumento Salarial de Emergencia y Reparto de Horas

Los feminicidios son la última y más terrible expresión de violencia contra las mujeres y su otra cara es la de la precarización laboral y de vida que se ha agudizado durante el periodo neoliberal y que se profundizó aún más durante la pandemia. Para atacar las bases estructurales de esta precarización, proponemos un aumento salarial de emergencia para todas las trabajadoras y trabajadores, que sea acorde al costo de la canasta básica y que aumente de acuerdo a la inflación, así como plenos derechos laborales con basificación, no más contratos temporales, ni por prestación de servicios.

En el caso de las más de 15 millones de personas que han perdido sus trabajos en el último periodo y donde las afectadas, son las mujeres trabajadoras y jefas de familia, proponemos la prohibición los despidos y la ilegalización del outsourcing, así como la inserción del cupo laboral para personas trans en los centros de trabajo y que se repartan las horas de trabajo entre empleadas y desempleadas para que no haya ni una menos sin trabajo.

3. Derecho a decidir

Son cientos de trabajadoras que deben fajarse para que no se les note el embarazo, porque aunque sea deseado, puede ser motivo de despido, ni que decir de quienes pierden sus embarazos en la línea de trabajo producto de las jornadas extenuantes, o quienes se encuentran angustiadas ante un nuevo embarazo por no poder mantener a sus familias. Nada de esto cambio durante la crisis sanitaria, al contrario, se agudizó al amparo de la dura situación económica.

También durante la pandemia se calculan más de 145 mil embarazos no planeados, al tiempo que la Iglesia y sectores de la derecha en alianza con los partidos de la 4T, avanzaron en iniciativas reaccionarias como el Pin Parental y la criminalización del aborto en estados como Quintana Roo y Aguascalientes, como vimos recientemente. Mientras nos niegan los derechos sexuales y reproductivos más básicos, México sigue ocupando los primeros lugares a nivel internacional en embarazos adolescentes y abuso sexual infantil, mientras que las jornadas laborales extenuantes y precarización de la vida, nos impiden a millones vivir una sexualidad plena y satisfactoria. Esta es una forma más de violencia que vivimos cruentamente las mujeres y disidencias de las clases trabajadoras.

Es por ello que proponemos una Educación Sexual Integral, científica, laica y no heteronormada, desde el nivel básico hasta el superior, dirigida no solo a estudiantes, sino también hacia docentes, madres y padres de familia; que sirva no solo para prevenir los abusos infantiles y embarazos adolescentes sino también, para el conocimiento sobre el cuerpo y la sexualidad desde un enfoque científico y libre de ideologías patriarcales y opresivas.

Para poder ejercer libremente nuestra sexualidad, es necesario que se nos garanticen masiva y gratuitamente métodos anticonceptivos y de planificación familiar a toda la población, particularmente a adolescentes y jóvenes que comienzan a descubrir sus cuerpos y sexualidades. El Estado debe garantizar nuestro derecho a decidir, por lo que proponemos avanzar no solo en la despenalización sino también en la legalización del aborto en todo el país, para que éste deje de ser un privilegio de clase y sea garantizado en hospitales públicos, terminado así con las muertes por abortos clandestinos donde las pobres y trabajadoras somos mayoría.

Para ello es indispensable el aumento inmediato al presupuesto del sector salud, así como la construcción de más infraestructura hospitalaria y la contratación de más personal de salud con plenos derechos sociales y laborales. Todo esto puede ser financiado mediante el des-financiamiento de la Guardia Nacional y las fuerzas armadas responsables de tantos crímenes contra las mujeres y la comunidad LGBTI+.

Redoblemos fuerzas para conquistar el aborto legal y gratuito en todo el país, no hay tregua, cada negativa que nos imponen los partidos del régimen en alianza con la ultraderecha y sectores conservadores es contra las mujeres trabajadoras a quienes destinan a morir por abortos clandestino o a enfrentar secuelas. Solo con la legalización podemos garantizar que no se haga negocio con nuestro derecho a decidir y el acceso gratuitamente en todos los hospitales.

4. Socialización del trabajo doméstico

El trabajo doméstico no remunerado, realizado mayoritariamente por mujeres y niñas representa más del 23% del Producto Interno Bruto del país. Con la educación a distancia y el teletrabajo implementado durante la pandemia, estas jornadas de trabajo no pago aumentaron por lo menos 50 horas semanales que recaen mayoritariamente sobre las mujeres, privándoles cada vez más de tiempos para el estudio, trabajo, deporte, descanso y cualquier tipo de actividad recreativa, y aumentando las ganancias de los patrones y gobiernos que no pagan estas labores fundamentales para la reproducción de la sociedad.

Por ello, las feministas socialistas proponemos que este trabajo sea socializado por el Estado a través de guarderías, comedores y lavanderías comunitarios, organizados desde el Estado, financiados mediante el no pago de la fraudulenta deuda externa y el aumento de impuestos a las grandes fortunas como las de Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego, todo con el firme objetivo de liberar a las mujeres del trabajo doméstico y de cuidados y que esta pase a ser una responsabilidad del Estado.

5. Comisiones de mujeres y personas LGBTI+

Para hacer efectivas estas medidas urgentes junto con un Plan Nacional de Emergencia contra la Violencia y la Precarización, es necesario consolidar el movimiento de mujeres en alianza con la comunidad LGBTI+, manteniendo la independencia política del Estado y los partidos del régimen, a través de la incorporación de miles de trabajadoras en cada barrio, escuela, hospital y centro de trabajo. Proponemos recuperar la tradición combativa de las Comisiones de Mujeres, como espacios de auto-organización y autoeducación donde puedan unirse, trabajadoras sindicalizadas y no sindicalizadas para pelear por la recuperación de los sindicatos de las garras de los charros y forjar la unidad con nuestros compañeros de clase, para hacer efectivas estas medidas de emergencia.

En las próximas elaboraciones seguiremos elaborando sobre este tema, te invitamos a enviar tus opiniones y reflexiones en torno a estas propuestas.

De quienes no le pedimos nada a nadie, exigimos lo que por derecho nos corresponde. Nuestro derecho al Pan y también a las Rosas.