Mauricio Macri quien prometió en campaña alcanzar la “pobreza cero”, generó con sus medidas de ajuste 1,5 millones de nuevos pobres. El presidente anhela importar la reforma laboral brasilera.
Sábado 22 de julio de 2017
Fotografía: DyN
El presidente argentino, Mauricio Macri, realizó una declaración polémica durante un almuerzo con los presidentes de los países miembros del Mercosur, al anunciar que "reducir la pobreza" tiene que ser el "principal compromiso" de los países del Mercosur.
También tuvo críticas al "aislamiento" del bloque en los últimos años, y remarcó la importancia de ver que "tenemos que ir hacia una integración inteligente".
Mientras en la campaña electoral las promesas de reducir la pobreza, incluso alcanzando la “pobreza cero”, hoy para muchos argentinos eso no fue más que otra mentira PRO. Los datos de un informe de pobreza de la Universidad Católica Argentina (UCA), mostraron que durante el primer año de gobierno macrista la pobreza paso de 29 % a 32,9 %, generando 1,5 millones de nuevos pobres.
Lejos de reducir la pobreza, los números hablan de 13 millones de pobres; y si hilamos más fino los jóvenes y niños menores de 17 años fueron los más afectados, contados por 7,6 millones, que representa un 58,7 % del total de pobres.
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La profundización de la pobreza en nuestro país es consecuencia de las medidas de ajuste que tomo el macrismo durante su gestión haciendo caer el salario real, cerrando puestos laborales; pero también es la continuidad de la pesada herencia.
En 2015 el 29% de la población se encontraba por debajo de la línea de la pobreza, a pesar del crecimiento económico a tasas chinas alcanzado durante el kirchnerismo. Claramente tener un indicador de los niveles de pobreza no era algo “estigmatizante” sino que se prefería poner debajo de la alfombra publica las consecuencias del modelo K.
En consecuencia, cuando el macrismo habla de reducir la pobreza, lo intentará hacer con medidas que generan el efecto contrario, como el abaratamiento de la mano de obra, o aumentando la primarización de la estructura productiva combinado con bicicleta financiera, entre otros, beneficiando siempre a los mismos sectores amigos: la banca, los grandes exportadores y las multinacionales.
Macri también aprovechó el almuerzo con los Jefes de Estado para manifestar el deseo de que "sigamos trabajando juntos para consolidar y confirmar esta integración entre nosotros primero y hacia el mundo simultáneamente después".
Para lograrlo sostuvo que era preciso combatir el "aislamiento" que tuvo en los últimos años el Mercosur y remarcando el ejemplo de países como Chile, Colombia y México que "avanzaron mucho en la integración entre ellos y con el resto del mundo".
Para Macri esta “integración o alianza estratégica” no implica otra cosa que ponerse a disposición de los intereses de las empresas multinacionales, que puedan traer las inversiones necesarias a cambio de reducir el costo laboral. Estas discusiones ya son moneda corriente en nuestro país donde los sectores más concentrados piden una reforma laboral como en Brasil; o donde han avanzado con la primera privatización de una empresa estatal en pos de una "alianza estratégica".
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Redacción
Redacción central La Izquierda Diario