Una vez más la justicia "para ricos" representada por la jueza correccional Miriam Ermili dictamina por considerarlas responsables de los delitos de homicidio culposo y lesiones culposas agravadas a tres trabajadoras de la salud en una lamentable tragedia que llena de dolor a los familiares del bebe fallecido y a toda la familia hospitalaria.
Miércoles 2 de mayo de 2018 14:26
Los hechos
Ocurrió entre fines de febrero y comienzos de marzo del 2010, más precisamente el viernes 26 de febrero cuando se realiza el pedido a farmacia (una de las tantas tareas con la que se sobrecarga al personal de enfermería ante la falta de personal) entre ellos se encontraba el lactato de calcio -suplemento que se agrega a la leche para mejorar el peso en los neonatos-. En la noche del sábado varios bebes, casi al mismo tiempo, se descompensan. Lo primero que se pensó fue que se podía tratar de una sepsis neonatal, una infección en la sangre que les puede ocurrir antes de los 90 días.
Se tomaron de inmediato medidas preventivas y de emergencia. Al profundizar sobre los pasos ocurridos se encontró en el mismo recipiente donde habitualmente está el lactato de calcio comprimidos de codeína -ambos tienen idénticas características de envoltorio, color y blisters-. Rápidamente se tomaron muestras de orina y se les aplico en simultáneo el antídoto a los pacientes para revertir el cuadro de intoxicación con naxolona. De los tres neonatos afectados, uno falleció.
Condiciones de trabajo
El personal médico y de enfermería son profesionales idóneos, capacitados para la atención de los neonatos, tanto en la Emergencia como en la calidad de vida de esos pacientes.
A través del tiempo y con los diferentes gobiernos, donde no se privilegia el presupuesto para Salud, las condiciones de trabajo se fueron deteriorando, debido a la falta de recursos humanos, insumos, acondicionamiento de aparatología, lo que ha llevado a que el personal se vea desbordado, también, por una suma de tareas que exceden a la atención específica de pacientes.
Los trabajadores sortean estas condiciones de trabajo poniéndole el cuerpo, muchas veces a costa de su propia salud, con jornadas extenuantes, con doble jornadas laborales debido a los magros salarios, mujeres como único sostenes de familia, con el agregado de la falta o escaso de personal ante una demanda de pacientes cada vez mayor debido al empobrecimiento de una población que debe asistir a los Hospitales Públicos. Ante estas condiciones adversas, los trabajadores hacen el mayor esfuerzo para que la Salud pública siga funcionando, porque son los únicos interesados en brindar una atención de calidad a sectores que hace mucho tiempo dejaron de interesarles a los distintos gobiernos de turno.
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La neo es un área cerrada/crítica, con alarmas y sonidos que permanentemente afectan la atención de los trabajadores.
Ruidos: que gradualmente producen en los cuerpos, músculos y mentes de los trabajadores el siniestro síndrome de adaptación.
Luces: que afectan la visión.
La falta de personal, entre otras cosas, conlleva a la sobrecarga de tareas, teniendo que cubrir entre 2 y hasta 3 sectores del propio servicio.
Es decir, afectando el estado de alerta por las constantes de las distintas Emergencias propias del sector. Pero también las Emergencias inesperadas, como hace unos meses, que ya se a vuelto una constante...los cortes de luz. Transformando a la neo en un caos mayor, teniendo que ventilar manualmente a pequeños de menos de 1000 gramos, recalibrar bombas infusoras y que las incubadoras tengan batería para seguir funcionando para que no entren en hipotermia los neonatos.
Tiempo después de los hechos del 2010, el techo del pasillo de entrada al servicio se desplomó por una rotura de un caño y literalmente era una catarata de agua que caía al piso....parte del agua se filtró a las paredes estando los cables de alimentación.
Por el 2013 el nosocomio vuelve hacer noticia. La neo, esta vez con solo 2 enfermeras para atender a 20 neonatos, además de la sala de partos. Fue un diciembre caliente donde se organizaron varios servicios y se cuestionó profundamente estas condiciones de trabajo, donde estaban en riesgo los pacientes y el propio personal hospitalario.
Más recientemente la invasión de ratas por el material descartable o las hormigas que "conviven" en las incubadoras. Y los ejemplos siguen.
Por estos hechos ¿Alguien del Estado, ya sea a través de Gobernación, Ministerio de Salud, Dirección y/o Jefatura fueron culpados o llevados a juicio por poner en riesgo la vida de los pacientes y trabajadores? Categóricamente no. Pero si pueden condenar a 3 trabajadoras que sistemáticamente están expuestas a realizar sus tareas en condiciones brutales y perversas!
Esta pelea, que se va a apelar a este fallo terrible, es necesario enfrentarlo de manera colectiva. Porque si tocan a una tocan a todos.
Nuestras vidas y la de los pacientes valen más
Pero hoy la noticia es la tragedia lamentable ocurrida en el 2010. Los errores en salud tienen consecuencias, algunas veces trágicas. Porque acá de lo que se trata es de vidas humanas. Esos errores humanos nunca deben analizarse fuera del contexto en el cual suceden, porque la intencionalidad de los trabajadores de la salud no es causar daño.
La comunidad hospitalaria acompaña en el profundo dolor a los padres del bebe fallecido, para ellos no habrá fallo que sane esa pérdida irreparable. Cambiando sus vidas pero también la de las trabajadoras por el dolor de lo irremediable.
Para las trabajadoras se suma la ignominia ante el dedo acusador de los que no están sentados en el banquillo de los acusados y que son responsables de que sucedan estos errores humanos al permitir que sean sectores vulnerables, desprotegidos, desvalorados y que no apliquen las políticas sanitarias para disminuir estos hechos.
¿Qué pasaría si cada trabajador tuviera 1 solo trabajo con un salario igual a la canasta familiar, 6 horas por 5 días a la semana, repartiendo el trabajo por todas las manos disponibles? Estos hechos trágicos se reducirían indefectiblemente.
Son los trabajadores los verdaderos sostenedores de la Salud pública, contra el sistemático vaciamiento de los gobiernos de turno, ayer el Kirchnerismo y hoy con Cambiemos. Para ellos los trabajadores son un número, los pacientes una estadística, sin importar los costos que esto conlleva: condiciones de trabajo brutales, precarización y tercerización, jornadas de más de 12 horas diarias para "costear" sus vidas a costa de su salud.
Evidenciando que los trabajadores realizan enormes esfuerzos a diario para "administrar" los escasos recursos y poder garantizar la atención de los pacientes.
Es necesario canalizar la bronca y el odio que se siente ante todas las vivencias que hay, transformarlas en motivos para seguir luchando, no solo por los puestos de trabajo y condiciones de vida, atacando al verdadero enemigo: un sistema social que genera hambre, discriminación, maltrato, pobreza para los trabajadores mientras unos pocos se la llevan en pala. Fuerza para enfrentar hay.