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Red Internacional
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Crisis climática. Cinismo recargado: preside la COP28 el titular de una potencia petrolera

La Conferencia de las Partes de la ONU sobre el Cambio Climático, destinada a terminar con los combustibles fósiles, comienza hoy en Emiratos Árabes Unidos bajo la presidencia del titular del gigante petrolero estatal ADNOC, quien aprovecha para expandir los negocios fósiles.

Jueves 30 de noviembre de 2023 11:42

En el día de hoy comienza la edición número 28 de la Conferencia de las Partes (COP, por sus siglas en inglés), o Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se realiza a partir de la Cumbre de Río en 1992, en el cual se reconoció la existencia del cambio climático y la responsabilidad humana en el mismo.

Desde entonces, los 195 países firmantes del mismo participan, junto con sectores empresariales y otros organismos (como ONGs) en estas conferencias anuales, supuestamente encargadas de llevar adelante los objetivos de enfrentar el cambio climático.

Se espera que participen 70 mil personas (hay formalmente más de 90 mil acreditadas), con más de 200 países representados.

Un paso más allá en la hipocresía

Si la COP 27 había llamado la atención no solo por organizarse en un régimen político dictatorial, sino por tener como principal auspiciante nada menos que a Coca Cola, uno de los principales contaminantes plásticos del mundo y había mostrado un crecimiento notable de las delegación de la industria fósil, la COP 28 ha logrado superarla: esta vez, directamente tiene lugar en Dubai, Emiratos Árabes Unidos (EAU) país que vive centralmente de los combustibles fósiles (es el 7mo productor a nivel mundial, 3ro de la OPEC), la principal causa del calentamiento global (la deforestación y los cambios en los usos del suelo le siguen en importancia). Y, además, estará directamente presidida por el presidente de dicho país, el Sultan Ahmed Al Jaber, que es a su vez el CEO de la compañía estatal de petróleo, la Abu Dhabi National Oil Company (ADNOC), la 12° empresa de petróleo más grande del mundo.

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En definitiva, la reunión que teóricamente afecta los intereses de las petroleras para salvar el planeta está en manos de esas industrias. Esto sucede exactamente en el mismo momento en que las consecuencias globales del calentamiento global se hacen más catastróficas y los propios especialistas convocados por la ONU para elaborar los informes del Panel Internacional Científico sobre Cambio Climático (IPCC) señalan que el tiempo para una desfosilización de la matriz energética global se acorta.

De hecho, más de 400 organizaciones y participantes de la Conferencia enviaron una carta al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y al secretario ejecutivo de la Convención Marco de Naciones Unidas en Cambio Climático (CMNUCC) expresando sus quejas por la contradicción.

Mucho más que greenwashing… una plataforma de negocios fósiles

¿Una coincidencia desafortunada? Para nada. Todo el entramado institucional, cumbres, conferencias y el mismo Panel Climático de la ONU (IPCC), expresan un compromiso entre dar cuenta de la crisis (mediante un trabajo científico valioso) manteniendo intacta –y oculta– sus causas: los intereses de la economía capitalista, responsable del consumo irracional de combustible fósil, la desforestación desmesurada (para agronegocio, por ejemplo) y de los cambios en los usos de la tierra (destrucción de humedales, por ejemplo). Así, los documentos de la ONU, en particular los informes del IPCC, hablan de “la humanidad” como causante del calentamiento global y pintan un panorama catastrófico, al tiempo que ofrecen la vía muerta del capitalismo verde para solucionar la crisis.

En la realidad, el capitalismo verde aprovecha para transformar la transición en un nuevo ciclo de negocios (con el litio por ejemplo), lo cual no disminuye el consumo de combustible fósil, que sigue subiendo ya que sigue siendo un gran negocio.

La presidencia de Al Jaber no es aislada. En la anterior COP27, por ejemplo, la ONG Global Witness denunció la presencia de 636 lobistas de combustibles fósiles. Y tienen dos tareas importantes: mantener el foco fuera de los combustibles fósiles (que ¡recién empezaron a ser mencionados en la COP...26!) y aprovechar para hacer negocios.

De hecho, la ONG Center for Climate y la BBC acaban de denunciar que tuvieron acceso a documentos filtrados que demuestran que el presidente de la COP28 “utilizó en secreto su papel en la cumbre del clima para impulsar el comercio de petróleo con funcionarios de gobiernos extranjeros”. Las filtraciones demuestran que el sultán apunta, por ejemplo, a hacer negocios con China para que ADNOC desembarque en el negocio del Gas Natural Licuado en Mozambique, Canadá y Australia. También en impulsar desde ADNOC el desarrollo de combustibles fósiles en Colombia, y proyectos de combustibles fósiles de la petrolera saudí en otros 13 países. Asimismo, busca promover los negocios de MASDAR, su compañía de energía renovable. Notablemente, los documentos muestran un interés fuerte por Brasil.

Vale recordar que, lejos de ser un “combustible de transición” como se lo presenta, el gas natural es un combustible fósil más, que emite GEI no solo con su combustión sino durante su extracción mediante fracking, en la que se liberan cantidades enormes de metano, mucho más contaminante que el dióxido de carbono.

Una agenda de fantasía

Más allá de que, por lo que señalamos esto choca de frente con los intereses económicos, sociales y políticos expresados, los promotores de la COP28 publicitan posibles avances en tres cuestiones:

  • La primera evaluación formal de si las naciones están en camino de cumplir el objetivo establecido en París en 2015. Como vimos (ver gráfico abajo), la realidad es la opuesta.
  • Establecer un fondo de "pérdidas y daños" acordado en la COP27 para compensar a los países más vulnerables del mundo por las pérdidas causadas por el cambio climático, todavía completamente incierto.
  • Un acuerdo para eliminar los combustibles fósiles. Sí, el colmo del cinismo. Un poco menos cínico resulta el anuncio de que podrían firmar un acuerdo para triplicar la capacidad de energía renovable para 2030 -un nicho de negocios importantes alrededor de la transición-, a partir del acuerdo que China y Estados Unidos firmaron hace semanas.
  • Nuevas fuentes de financiamiento climático para la adaptación de países más pobres, dependientes y atrasados. Este punto también resulta poco creíble, teniendo en cuenta que estos fondos debería provenir de los mismos países que controla el FMI y utilizan la deuda para promover más extractivismo fósil.

A nivel político, la COP28 ni siquiera va a contar con la presencia de Joe Biden y Xi Jinping, los presidentes de los dos países que más Gases de Efecto Invernadero generaron y generan. Los que sí estarán serán los representantes del Estado de Israel, aliado económico y militar de Emiratos Árabes Unidos, en momentos en que comete un genocidio colonial sobre el pueblo palestino, y diversos premieres imperialistas como Macron. La geopolítica imperialista marca la agenda de la COP en todo sentido.

Por parte de Argentina, no asistirán ni el presidente o ministro salientes Alberto Fernández y Juan Cabandié, ni ningún enviado del nuevo gobierno de Javier Milei, abiertamente negacionista del calentamiento global.

Eso sí, desde el gobierno de Unión por la Patria aprovecharon para emitir un comunicado hacia la COP28 firmado por las principales cámaras del "complejo agroindustrial argentino" (o sea, el agronegocio), expresando "la convicción sobre la sostenibilidad del sector, su aporte a la seguridad alimentaria y la imperiosa necesidad de avanzar en dos grandes temas pendientes de la agenda internacional: financiamiento y liberalización del comercio agrícola internacional." El agronegocio, responsable –entre otras causas del calentamiento global– de niveles desforestación record, destrucción de humedales y cambios nocivos en los usos de la tierra, además de producción de gases de efecto invernadero (metano) para producción ganadera, sería -dicen- parte de "la solución a los desafíos de la sostenibilidad, y no del problema". También piden la implementación de los mercados de carbono, un negocio financiero especulativo que les interesa.

Por supuesto, la crisis y la transición están integradas al escenario de disputas geopolíticas del imperialismo, de modo que países imperialistas usan un doble estandar de exigencia sobre

No es la humanidad, es el capitalismo

En definitiva, lo que deja expuesto totalmente esta COP es que estas cumbres no se tratan solo de greewashing, sino directamente de impulsar los negocios alrededor de los combustibles fósiles y la transición. Esto no es casualidad: así como no es la humanidad -que no existe en abstracto salvo en los documentos de la ONU– la causa de la crisis, sino el capitalismo y su irracionalidad; sus instituciones, incluida la ONU, cumbres y reuniones como las COPs, lejos de aportar a la solución, son parte del problema.

Desde 2015, el objetivo central del Acuerdo de París -conservador, ya que apuntan a privilegiar la salud del capitalismo- es el de evitar que el calentamiento global sobrepase 1,5/2 grados por sobre el nivel previo a la era industrial capitalista (1850 aproximadamente). Para alcanzarlo, la emisión de Gases de Efecto Invernadero debería reducirse a la mitad para 2035 y a cero en 2050. En los hechos, desde el 1995 las emisiones no dejan de dispararse.

Grafco de emisiones de Gases de Efecto Invernadero desde 1945 -la disminución reciente se debe a la pandemia, luego de lo cual se disparó nuevamente.

Hacia adelante, los gobiernos capitalistas planean profundizar aún más la crisis. Un informe titulado Destructores del planeta: cómo los planes de extracción de petróleo y gas de 20 países corren el riesgo de quedar atrapados en el caos climático, denuncia que 20 países planifican aumentar el 90 por ciento de la contaminación por dióxido de carbono (CO2) con nuevos campos de petróleo y gas y los pozos de fracking planificados entre 2023 y 2050. De realizarse estos proyectos, introducirán 173 mil millones de toneladas (Gt), lo que equivale a la contaminación de por vida de casi 1100 nuevas plantas de carbón, o más de 30 años de emisiones anuales de carbono en Estados Unidos. Estados Unidos es el principal, seguido por Canadá y Rusia, pero Argentina está en el puesto 9, con una emisión planificada equivalente a la suma de la vida útil de 22 centrales de carbón (3,5 Gt de carbono).

Lo más importante: que las COP y el entramado de instituciones con el que el sistema capitalista mundial aborda la crisis climática tenga la fisionomía y los intereses señalados, ¿quiere decir que la pelea está perdida? De ninguna manera. Hay tiempo, las medidas a tomar están claras y la conciencia y el movimiento climático a nivel mundial no deja de crecer anudado a la clase trabajadora que sufre las consecuencias, los pueblos racializados desplazados por el extractivismo y la juventud que se moviliza. Se trata de confiar en la unidad desde abajo con un programa anticapitalista y socialista, y no depositar ninguna expectativa en el circo de sultanes, presidentes y CEOS.

Gráfico de emisiones históricas por país de dióxido de carbono, principal Gas de Efecto Invernadero.
Gráfico de emisiones históricas por país de dióxido de carbono, principal Gas de Efecto Invernadero. Our World in Data. Hanna Ritchie.
Responsabilidad proporcional de la expansión planificada entre 20223 y 2050 de petróleo y gas por país.
Responsabilidad proporcional de la expansión planificada entre 20223 y 2050 de petróleo y gas por país. En azul, "Destructores del planeta con mayor capacidad de eliminación de producción fósil"; en naranja, otros expansionistas top 20 de la producción fósil (incluido Argentina); en gris, otros países. Fuente: elaboración de Oil Change international en base a datos de Rystad Energy (consultora energética noruega).

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Juan Duarte

Psicólogo y docente universitario en la UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Editó y prologó Genes, células y cerebros (Hilary y Steven Rose), La biología en cuestión (Richard Lewontin y Richard Levins), La ecología de Marx (John Bellamy Foster), El significado histórico de la crisis de la psicología y Lecciones de paidología (Lev Vigotski), La naturaleza contra el capital (Kohei Saito) y León Trotsky y el arte de la insurrección (1905-1917), de Harold Nelson (2017), en Ediciones IPS.

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