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Red Internacional
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Perfiles. Claudio X González, el lucro de la "transparencia"

El nombre de Claudio Xavier González Guajardo ha ganado espacio en los medios de comunicación patronales, quienes lo colocan como opositor al gobierno de AMLO ante la crisis que arrastran el PRI, PAN y PRD.

Martes 14 de diciembre de 2021

Es creador de distintas iniciativas asistencialistas dirigidas desde el sector privado como el programa “Bécalos”, que asegura ser de apoyo a estudiantes de escasos recursos. Este programa funciona con la donación individual que se recolecta por medio de los cajeros automáticos. De esta manera, los bancos recaudan millones sin que quede claro cómo son repartidos los recursos, o cómo llega el dinero a la comunidad de la foto que aparece en la pantalla cuando el usuario distraído oprime el botón que dice “quiero donar”.

Claudio X. González aprendió el negocio de la donación y decidió hacerlo a lo grande con su organización “sin fines de lucro” Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), iniciativa financiada por medio de la recaudación en el sector privado. Dedicada a la investigación de asuntos de corrupción gubernamental a gran escala, esta organización es presidida por Claudio X. González Guajardo quien, para iniciar operaciones, recibió su primera donación por parte de su padre, Claudio X. González Laporte, por la cantidad de 2 millones de pesos, y la segunda donación fue a cargo de la empresa familiar Kimberly-Clark de 3 millones de pesos.

Influencia en el Congreso

La idea de Gonzalez Guajardo fue crear una organización que analice y estudie casos graves de corrupción gubernamental mientras recauda millones entre el sector empresarial, con la intención de ser un polo de presión patronal al gobierno, sin declarar un solo peso de lo recaudado.

Según el semanario Proceso, desde hace años Claudio X. hijo recauda decenas de millones entre empresarios que no ven con buenos ojos al gobierno de la 4T, como el accionista mayoritario de Aeroméxico y Lala, Eduardo Tricio Haro o Carlos Álvarez Bermejillo, dueño de Grupo Pisa, quien perdió el monopolio de la distribución de los medicamentos para el cáncer.

En las elecciones anteriores, ante la crisis de la oposición derechista, Claudio X. aglutino al PRI, PAN Y PRD en la iniciativa patronal llamada "Sí por México" con un documento que propone una agenda empresarial y que plantea demagógicamente una serie de derechos democráticos, pero mezclados con iniciativas de privatización y coerción, como la obligatoriedad del voto, el aumento de las fuerzas armadas y el presupuesto destinado a ellas, o la privatización gradual del espacio público.

Como se detalla en la nota “¿Qué es “Si por México” y qué organizaciones lo integran?” publicada en este diario, esta iniciativa está integrada por organizaciones ultraconservadoras como el Frente Nacional por la Familia, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el Consejo Mexicano de Negocios (CNE). Este frente empresarial es el que está dictando la agenda política del PRI, el PAN y el PRD.

El padre

Según el dicho popular “el dinero llama al dinero” y la fortuna que está amasando Claudio X. González Guajardo por aglutinar a los partidos patronales en torno a su agenda política no viene de la nada. El acaudalado “opositor” es hijo de Claudio X. González Laporte, un viejo y poderoso empresario que ha creado un imperio por medio del monopolio de la producción de papel y productos de higiene desechables.

González Laporte es el presidente de Kimberly-Clark México, miembro de Grupo Alfa, de Grupo Carso, de Grupo México y director emérito de General Electric. Él fue también presidente del Consejo Mexicano de Negocios y del Consejo Coordinador Empresarial.

Fue íntimo de los gobiernos priístas, con una gran influencia en el periodo de Carlos Salinas de Gortari, a tal grado que en 1994 fue parte del equipo creador del Tratado de Libre Comercio (TLC) que profundizó la miseria y el despojo en el campo mexicano.

Fortuna familiar a costillas de los trabajadores

La empresa Kimberly-Clark México en el 2020 reportó sus ventas por la cantidad de 46 mil 703 millones de pesos. Fue una de las grandes empresas que aumentaron sus ganancias durante la pandemia, según la página web de búsqueda de empleos “Indeed” Kimberly-Clark paga un salario de $5,526 pesos mensuales a quienes trabajan en el puesto de ayudante general, quienes rolan turnos de 12 horas al día. Esto representa la desigualdad abismal que existe entre los que generan la riqueza -los trabajadores- y quienes la poseen, los patrones.

Hace poco tiempo, el 25 de junio pasado, en la planta de San Juan del Río en Querétaro, murió un trabajador en el área de embobinado.

Los trabajadores que día a día dejan la vida en la planta por un miserable salario son el origen de la fortuna de los X. González, pero también de los empresarios que, como Carlos Slim o Ricardo Salinas, son los favoritos del actual presidente.
Son estos los patrones cuyos intereses están por detrás de la actuación de los distintos partidos en el Congreso, los cuales un día aparecen como opositores y al otro día comen en el Palacio Nacional, de acuerdo a su interés y a la defensa de sus ganancias.