Milei decide privatizar las represas Alicurá, El Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila en medio de la crisis energética. Un negocio para unos pocos, mientras las mayorías pagamos tarifas exorbitantes. El control obrero en la producción de energía se vuelve cada vez más necesario.
Lihuen Eugenia Antonelli @lihuiliyo
Sábado 31 de agosto de 2024 14:17
En medio de la crisis energética, Milei decide privatizar cuatro importantes represas hidroeléctricas. ¿Por qué es la peor decisión posible? Te doy tres razones.
Con el Decreto 718/24 el gobierno extiende las concesiones de las represas Alicurá, El Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila, ubicadas en la región del Comahue, para luego poner las acciones en venta.
¿Por qué está mal?
1º menos soberanía
Estas represas fueron construidas con fondos públicos y van a ir a parar a manos privadas de grandes capitales. Aunque son muy costosas de construir, la verdad es que el mantenimiento es muy sencillo y aportan energía limpia que abastece hogares e industrias.
Otra vez se pierde la oportunidad de recuperarlas. Ya Massa el año pasado se sacó el problema de encima y extendió la concesión por un año para que ahora “La Privatización Avanza” haga lo suyo.
2º eficiencia energética y el derecho a la energía
El modelo de las privadas que sostuvieron todos los gobiernos generó un servicio energético muy deficiente y tarifas impagables. Para colmo Cammesa ya anunció que se vienen cortes masivos.
Diputados del Frente de Izquierda, como Christian Castillo, proponen frenar esta privatización y crear un Ente Interjurisdiccional de Energía Hidroeléctrica (EIEH), con participación del Estado Nacional y los Estados Provinciales, pero gestionado por sus trabajadores y trabajadoras, las comunidades y los usuarios populares.
Esto permitiría saber realmente los costos de esta energía y priorizar la distribución a familias y sectores populares garantizando el derecho a la energía.
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3º crisis energética y contaminación
La crisis energética se profundiza y para peor, la matriz energética del país depende en gran parte de los hidrocarburos que son los más contaminantes. La energía hidroeléctrica contribuye aproximadamente al 7,6 % de la energía primaria de la argentina, tiene impactos ambientales locales pero su gran ventaja es que genera energía limpia, es decir, bajas en emisiones de gases de efecto invernadero que son los que contribuyen al calentamiento global.
La venta de estas represas solo puede empeorar la situación actual, con menos control sobre la energía y sus impactos, y más tarifazos y contaminación para todos nosotros.
Discutir una transición energética para abastecer las necesidades populares, proteger el ambiente y hacer frente a la crisis climática es cada vez más necesario.
Lihuen Eugenia Antonelli
Redacción Ciencia y Ambiente | @lihuiliyo
