Hillary Clinton y Donald Trump cara a cara por primera vez. Con las protestas contra el racismo de fondo, los candidatos más impopulares de la historia se enfrentan en el primer debate presidencial.

Celeste Murillo @rompe_teclas
Lunes 26 de septiembre de 2016 10:39
El lunes 26 por la noche Hillary Clinton y Donald Trump se encontrarán cara a cara por primera vez. Los candidatos más impopulares de la historia se enfrentan en el primer debate presidencial, con un escenario político y social polarizado. El debate se realizará en la Universidad Hofstra en Long Island (Nueva York) y será televisado por la cadena CNN en Español desde las 22 horas de Argentina.
El debate llega luego de una semana de protestas y movilizaciones a raíz de 4 nuevos asesinatos de afroamericanos a manos de la Policía. Las más importantes se realizaron en la ciudad de Charlotte, Carolina del Norte, luego del asesinato de Keith Lamont Scott, fusilado en su auto mientras esperaba a uno de sus hijos.
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Ambos candidatos se pronunciaron sobre los hechos y las protestas. Donald Trump apoyó la polémica práctica policial conocida como “stop and frisk” (detención y registro), aunque más tarde tuvo que desdecirse, y se autodefinió como el candidato de “la ley y el orden”.
Por su parte, Hillary Clinton dijo que la Policía debía publicar el video sobre la muerte de Keith Lamont Scott, una de las principales demandas de las protestas en Charlotte, y garantizar que haya justicia. A tono con el discurso del presidente Barack Obama en los últimos meses, especialmente después del tiroteo en Dallas, Clinton llamó a cerrar las diferencias y unificar al país.
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Clinton se preparaba para viajar a Charlotte el domingo y mostrarse con líderes de la comunidad afroamericana, en la que ampliamente favorita. Trump también había anunciado que viajaría a la ciudad de Carolina del Norte durante esta semana. Pero la alcaldesa demócrata, Jennifer Roberts, que había decretado el estado de emergencia el jueves 22, le pidió a Clinton que suspenda su viaje hasta que la ciudad recuperara “el orden y el estado de normalidad”.
Cómo llegan los candidatos al debate
Las últimas encuestas a nivel nacional muestran una ventaja de 2 puntos a favor de Clinton. Las encuestas tienen una estabilidad de montaña rusa y van alternando semana a semana entre un candidato y otro, aunque todas coinciden en la gran impopularidad de los contendientes. Actualmente, solo una encuesta muestra un triunfo de Trump aunque todas coinciden en el pequeño margen que favorece a Clinton.
La diferencia entre Clinton y Trump ha variado pero en general se ha reducido desde que ambos partidos nominaron a sus candidatos. Aunque Clinton cuenta con la crisis y divisiones republicanas que ha provocado Trump, las dudas sobre su salud y los escándalos que no se apagan han dañado su ya debilitada imagen. Vale recordar que los demócratas concluyeron sus primarias sin quiebres ni revueltas partidarias, pero Clinton no ha conseguido conquistar a la base del partido que vibró con la candidatura del senador Bernie Sanders.
La última semana trajo nuevos apoyos republicanos para Clinton y para Trump. El influyente diario The New York Times oficializó su apoyo a la campaña de la candidata demócrata. Días antes, se conoció el controversial anuncio de la ex vice gobernadora de Maryland, Kathleen Hartington Kennedy Townsend, que aseguró que el expresidente Bush (padre) le había dicho que votaría por Clinton.
Trump consiguió la adhesión del senador texano y excandidato Ted Cruz. Cruz, que se había transformado en la “última esperanza” del establishment republicano para frenar a Trump, venía demorando su apoyo al candidato republicano. El senador por Texas es un representante de la derecha cristiana, con gran peso entre los votantes republicanos y su apoyo es vital para la candidatura del magnate.
La campaña de Clinton aseguró que su estrategia se centrará en sus propuestas y dejar correr las provocaciones de Trump, que explotará los puntos débiles de la demócrata: la desconfianza que despierta en amplios sectores de la población, su pertenencia a la elite política y las sospechas sobre su salud. Clinton aprovechará los miedos que despierta Trump, subrayando sus posiciones más reaccionarias y controversiales como el muro para separar México, sus declaraciones misóginas y xenófobas.
Los temas acordados entre ambas campañas son “Asegurar a Estados Unidos”, “Adónde va Estados Unidos” y “Alcanzar la prosperidad”, centrando en el debate en temas de seguridad y economía. Sin embargo, ambos candidato se verán obligados a hablar sobre la “epidemia” de brutalidad policial y dirigirse a la comunidad afroamericana.

Celeste Murillo
Columnista de cultura y géneros en el programa de radio El Círculo Rojo.