Debido a que el presupuesto del partido tricolor presuntamente superó el gasto que permite el código electoral, las elecciones en el estado podrían ser anuladas.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Viernes 28 de julio de 2017
El pasado 4 de junio se celebraron elecciones en diversos estados de México, entre los cuales destacan Coahuila y el Estado de México. Al inicio del sexenio, Enrique Peña Nieto se tomó una fotografía con 19 gobernadores de su partido, a los cuales calificó como “parte de la generación del ‘Nuevo PRI’”: actualmente 10 de estos personajes se encuentran presos, prófugos o están siendo investigados por nexos al crimen organizado.
Así pues, el PRI puso todas sus fuerzas en las elecciones del 4 de junio esperando mantener sus bastiones históricos, poniendo especial atención en el Estado de México, para poder salir bien librado del desprestigio que acarrea el gobierno de Enrique Peña Nieto. Sin embargo, se documentaron diversos casos de irregularidades y fraude electoral, de los cuales Coahuila formó parte.
Según el Instituto Nacional Electoral, el candidato del tricolor, Miguel Riquelme, rebasó los topes de gasto de campaña en un 7.9%, lo que equivaldría a cerca de $19.2 millones; según la Constitución, una elección podría anularse si los candidatos rebasan por más del 5% de los gastos exigidos, cuestión de la cual también se le acusa a Guillermo Anaya, el candidato del PAN.
Presuntamente, Riquelme habría contratado a una empresa de publicidad para promover su candidatura en redes sociales, lo que habría ocasionado un gasto de $600 mil pagados a Facebook Irlanda, mismos que los representantes del PRI aseguran no poder comprobar.
“Facebook se paga vía tarjeta de crédito y el proveedor no da factura… Piden una factura por 180 días de una campaña de 60 días”, declaró Carlos Ramírez Marín ante el INE en conferencia de prensa.
Por otro lado, el presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, declaró que “el INE aplicó las reglas equivocadas” y que “cometió graves errores”, mismos que espera que los magistrados del Tribunal Electoral (TEPJF) puedan corregir, pues son ellos quienes decidirán si la elección se anula o no.
Por su parte, el PAN considera que la elección debe anularse, lo cual según una encuesta apoyarían más de la mitad de los coahuilenses. El periódico Reforma publicó que el 57% de los encuestados dijo estar a favor de que se anulen los comicios y el 65% cree que hubo fraude. Asimismo, señalaron que sus resultados indican que el panista Anaya contaría con el apoyo de 47% de las preferencias contra el 36% de Riquelme.
La situación en Coahuila nuevamente echa luz sobre la corrupción y los manejos turbios por parte de los partidos del régimen político, y sobre la complicidad de las autoridades electorales. Esto profundiza la desconfianza y el desprestigio, entre amplios sectores de la población, de los partidos e instituciones de esta democracia para ricos.