“Muchos creen que, así como ha venido avanzando del sur hacia el norte nuevamente, la enfermedad en Santiago probablemente va a llegar en algún momento” señaló el vicepresidente del Colegio Médico.
Lunes 9 de noviembre de 2020
Preocupación empieza a haber en la comunidad médica respecto a lo que está viviendo Europa con una nueva ola de coronavirus y confinamiento, que tiene al continente con una nueva crisis.
En nuestro país diversos sectores empiezan a señalar que “el rebrote viene de todas maneras” como que señaló el día de hoy en la mañana en una entrevista radial el vicepresidente del Colegio Médico, Patricio Meza, mientras se refería a la situación del virus en Europa y la segunda ola de la pandemia que está viviendo.
Respecto a nuestro país, señaló en radio Cooperativa, que “el virus se ha comportado de tal manera en los países de Europa, y las comunas de Chile que tuvieron el primer brote son las que hoy están con mayor transmisibilidad del virus, creemos que tarde o temprano debería llegar a las ciudades más grandes de nuestro país, que son lamentablemente las que arrastran las estadísticas a nivel nacional”.
También señaló que "si bien en estos momentos hay un número total de casos que está en disminución, no nos debemos acostumbrar a que cada día tenemos alrededor de 50 personas fallecidas por el coronavirus, lo que es una cifra tremendamente alta".
“Muchos creen que, así como ha venido avanzando del sur hacia el norte nuevamente, la enfermedad en Santiago probablemente va a llegar en algún momento”.
Así, ya son cada vez más las voces que plantean la necesidad de un plan y una estrategia para enfrentar esta nueva ola que llegaría. Sin embargo desde el Ministerio de Salud no tiene ningún plan. A este gobierno siempre les preocupó las ganancias empresariales sobre nuestras vidas, pues jugaron con ellas con la estrategia de la “inmunidad de rebaño” sin una capacidad de testeo, trazabilidad y aislamiento acorde con el virus que vivíamos. No solo eso, sino que siguen sin testeos masivos y trazabilidad que ayude a aislar los sectores infectados. En el caso de la salud pública, se sigue cayendo a pedazos y las y los trabajadores de la salud enormemente expuestos al virus, son precarizados, denostados y reprimidos.
