El colegio concertado Juan Pablo II de Alcorcón, junto con la fundación Educatio Servanda, han anunciado que recurrirán la ridícula sanción de 1000 euros que les impuso la Comunidad de Madrid por sus ataques a los colectivos LGTB.
Aníbal Maza Zaragoza
Viernes 30 de diciembre de 2016
Foto: recuperarmadrid.blogspot.com.es
El colegio concertado Juan Pablo II de Alcorcón y la fundación Educatio Servanda (de la que forma parte dicho colegio) han anunciado que recurrirán la sanción de 1000 euros que la comunidad de Madrid impuso al director del centro, Carlos Martínez, por haber enviado a sus alumnos a principios de curso una carta repleta de contenidos homófobos e islamófobos.
La fundación Educatio Servanda califica la multa de “ataque a la libertad de expresión y de pensamiento”, afirmando el director que las autoridades “deberían defender la familia y nuestras raíces cristianas”. Esta sanción, claramente insignificante para el volumen de negocio de un centro concertado, es la primera aplicación de la ley contra la LGTBfobia aprobada por unanimidad en julio de 2015.
En la carta enviada por las autoridades del Colegio a sus alumnos se comparaba la ley contra la LGTBfobia con el “fanatismo terrorista”, calificándola de “absurda” y “ley de ideología de género” declarando: “Que barbaridad prescindir de la verdad natural del hombre y del derecho inalienable de los padres a la educación de los hijos!”. Este centro además imparte una educación segregada para niños y niñas, prohibiendo que compartan las clases.
Estas actuaciones están en línea con las llevadas a cabo por el colectivo ultra-derechista Hazte-Oir con su propaganda “contra la conversión de individuos en homosexuales”.
La asociación LGTB Arcópoli denunció el hecho a la Comunidad de Madrid, otra evidencia de la dejación de la Administración a la hora de hacer cumplir sus supuestas “leyes contra la discriminación”. Estas leyes lejos de suponer un cambio radical en la terrible situación para adolescentes LGBTI en los institutos, abarca cambios que, aunque suponen un avance, no ofrecen ningún tipo de solución de fondo a los casos de bullying LGBTIfóbicos que afectan a la práctica totalidad de las personas abiertamente no heterosexuales en los centros educativos.
Estos cambios incluyen la elección de vestuarios, nombre y uniforme para el alumnado trans o la intención de “proteger de la discriminación por orientación sexual o expresión de género” promulgada en abstracto y sin aplicarse. Una nueva demostración de que la supresión de la discriminación y la opresión contra el colectivo LGTB, sin embargo, no vendrá “regalada” por leyes como ésta.
El “historial” de la fundación Educatio Servanda
La fundación Educatio Servanda, creada en 2006 y a la que pertenece el colegio concertado Juan Pablo II, controla varios colegios en otras localidades como Guadarrama, Parla y Puerto Real (Cádiz). Es la institución que organizó el foro donde David Pérez, alcalde de Alcorcón, insultó a las feministas tildándolas de “mujeres amargadas y fracasadas” en abril de 2015.
Esta organización parecía tener vínculos con la Consejería de Educación de Madrid, puesto que a la inauguración del colegio Juan Pablo II acudieron José Luis Restán, habitual en la prensa reaccionaria y hermano del Director General de Becas y Ayudas Económicas de la Consejería de Educación madrileña, Javier Restán (mano derecha de la Consejera de Educación Lucía Figar, recientemente imputada por relación con la trama Púnica).
Juan Carlos Corvera, presidente de la Fundación Educatio Servanda declaraba lo siguiente acerca de la inauguración del colegio: “Parecía una locura, ¿verdad?, pero Dios ha dado los medios. Es un proyecto serio. Nos presentamos a un concurso y la Comunidad de Madrid nos adjudicó una parcela por 75 años. La Administración paga a los profesores, si nosotros construimos el edificio. Sin mover nada, un banco ya nos llamó para financiar el 80 por ciento del edificio, porque le interesaba la zona. En esta época de falta de liquidez es un milagro. Y una constructora que ve factible el proyecto hará la obra, adelantando un dinero que devolveremos en plazos de varios años. Y así tenemos un nuevo colegio católico…”.
La inesperada “ayuda divina” a la que hace referencia el director es la adjudicación de la concesión de un centro privado concertado (BOCM 4 de noviembre de 2008). Con lo que en apenas un año desde su fundación (2006) se le concede a Educatio Servanda 26.000 m2 por un plazo de 75 años. La segunda parte del “milagro” es que la constructora a la que se le encarga la edificación del colegio es propiedad de Juan Carlos Corvera, director de la fundación.
Este constructor además es directivo de los scouts de Europa, una organización internacional que en Francia ha sido investigada por sus vinculaciones a organizaciones fascistas y ultracatólicas, según refirió el diario Liberation. En sus colegios se promueve la integración de los alumnos en este grupo scout como actividad extraescolar.
Casos como éste muestran claramente como el integrismo religioso, la homofobia, la misoginia y el ataque a todo modelo de familia que no aprobase un tribunal inquisitorial son parte indispensable del “nuevo-viejo modelo educativo” que las instituciones educativas confesionales y buena parte de las autoridades del Estado Español buscan imponer en la escuela.