El Encuentro de cine europeo invita a ver 19 películas de 14 países en varias salas de CABA.
Miércoles 27 de noviembre de 2019
El eje conductor elegido para la edición número 16 es la mirada de directores jóvenes europeos recorriendo temas diversos como el medio ambiente, las relaciones de pareja, el narcotráfico o la migración.
La programación y sedes pueden consultarse aquí
El Encuentro de Cine Europeo es coordinado por la Delegación de la Unión Europea en Argentina y cuenta con el apoyo de las diferentes embajadas e institutos culturales de los Estados Miembros de la UE acreditados en Argentina. En la ciudad de Buenos Aires se desarrollará hasta el 9 de diciembre, en la siguientes salas: Alianza Francesa de Buenos Aires, CCK, Complejo Histórico-Cultural Manzana de las Luces, Instituto Italiano de Cultura, Cine Amigos del Bellas Artes, Sala Leopoldo Lugones y Cine Teatro York (GBA). En general la entrada es gratuita, pero en algunas salas se cobra algún ingreso.
Sami Blood (Sangre Sami), una coproducción entre Suecia, Dinamarca y Noruega, fue la película con la que se presentó el encuentro. Es el primer largometraje de la directora Amanda Kernell. El film relata la historia de una mujer que llevó adelante una lucha por liberarse de las raíces de su pueblo, una comunidad orgullosa de sus tradiciones, pero que sufre el racismo en su propio país. Es en Suecia, en Laponia, durante los años 30, pleno ascenso del fascismo en Europa. En el film de Kernell los suecos reniegan de los samis y los tratan como seres inferiores.
A inicios del siglo XX los Samis fueron víctimas de una política eugenésica. En 1921, el gobierno sueco aprobó la creación del primer Instituto de Biología Racial, que durante una década realizó estudios sobre unas 100.000 personas, sobre todo niños de grupos étnicos minoritarios en edad escolar, a quienes se midió y fotografió desnudos. El objetivo era clasificar las razas de más a menos “deseables” señalando a algunas como “inferiores”.
Entre 1934 y 1975, fueron esterilizadas más de 64.000 personas, sobre todo de la minoría Sami, pero también enfermos de epilepsia, gitanos y personas con capacidades diferentes. Una realidad espantosa que salió a la luz con el reportaje llamado “Los Indeseables” realizado por la televisión pública sueca en los años 90.
Hoy los Samis son un pueblo que continúa siendo orgulloso de su cultura y la mantienen muy viva.
Ya quedan pocos pastores samis que castren a sus renos con los dientes y que no usen motos de nieve, GPS o helicópteros para controlar a sus manadas. Tampoco hay chamanes que se comuniquen con los muertos con sus ancestrales tambores, perseguidos durante décadas y quemados en hogueras inquisitoriales desde el siglo XVII.
Los jóvenes han modernizado los yoiks, las canciones tradicionales, y los artistas reproducen la simbología de los tambores chamánicos, de los que solo hay 71 documentados en el mundo, y ninguno está en Laponia.
Jarŋŋa es una banda del norte de Suecia (Laponia). Su música está inspirada en el entorno de la naturaleza ártica. Esta es una grabación en vivo de un concierto en Jokkmokk 2009.
Tráiler oficial de Sami Blood