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Red Internacional
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BERGOGLIO Y LOS OBISPOS. Comenzó el Sínodo sobre la familia en el Vaticano

Desde ayer, y durante toda la semana, funcionará el Sínodo extraordinario del Vaticano, donde los obispos y el Papa discutirán las “preocupaciones” de la Iglesia católica sobre temas relacionados con la familia.

Martes 7 de octubre de 2014

FOTO: Sínodo extraordinario de obispos (EFE).

Ayer comenzó el Sínodo extraordinario del Vaticano sobre la familia, con la petición del Papa Francisco a los obispos a expresarse con libertad y humildad y con la afirmación en el documento base de que es necesario que la Iglesia no discrimine a las personas divorciadas y homosexuales.

Desde ayer y durante toda la semana, en el Aula del Sínodo en el Vaticano, los 253 participantes de la asamblea expondrán sus posiciones sobre temas relacionados con la familia, para elaborar la semana que viene un documento conjunto con las conclusiones.

El debate no será público y sólo se conocerán los temas tratados. Sin embargo, el texto que engloba las posiciones de partida reveló que una posición común es que "los divorciados pertenecen a la Iglesia y no hay que discriminar a los homosexuales".

En el texto introductorio, que fue leído por el relator general del Sínodo y presidente de los obispos europeos, el húngaro Peter Erdo, se constata que existe un amplio consenso respecto al hecho de que “las personas de tendencia homosexual no deben ser discriminadas, como recalca también el Catecismo de la Iglesia Católica".
Aún así, clarificaron que "no se espera una equiparación de estas relaciones homosexuales con el matrimonio entre hombre y mujer”.

La posición de la Iglesia ya es conocida en Argentina, y fue el mismo Jorge Bergoglio, por ese entonces al frente de la Iglesia Católica, encabezó una oposición férrea contra del matrimonio igualitario en Argentina, llegando a aseverar que se trataba de una "movida del Diablo". En una carta enviada entonces a las religiosas carmelitas de la provincia de Buenos Aires, declaró que "no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios". Y agregaba: "El pueblo argentino deberá afrontar, en las próximas semanas, una situación cuyo resultado puede herir gravemente a la familia. Se trata del proyecto de ley sobre matrimonio de personas del mismo sexo". Sostenía además que "está en juego la identidad y la supervivencia de la familia: papá, mamá e hijos".

Informe: P. Guerra

EFE / La Izquierda Diario