El cese al fuego en Siria, impulsado por Estados Unidos y Rusia, entró en efecto en la tarde del lunes. Amenazas de Assad y dudas sobre la efectividad de la medida.
Martes 13 de septiembre de 2016
Fotografía: Reuters
El atardecer del lunes en Medio Oriente fue con un "alto el fuego" en la guerra civil siria. Miles de familias sirias esperaran esta mañana ayuda humanitaria a tantos días de asedio en Alepo, Hasaka, Idleb, y otras ciudades sitiadas.
Al-Assad había sembrado el lunes dudas sobre su compromiso horas antes del inicio del alto el fuego: “El Estado está determinado a recuperar todas las regiones en manos de los terroristas y a restablecer la seguridad”, advirtió en Daraya, localidad cercana a Damasco, recuperada de manos de “rebeldes” tras un extenso sitio por las tropas gubernamentales hace apenas 10 días.
El Ejército sirio ha confirmado que acepta el “alto el fuego” al anunciar, exactamente cuando este entraba en vigencia, que inicia siete días de "calma", según un comunicado de las Fuerzas Armadas de Al-Assad difundido en la televisión estatal Saná. La nota aclara que se reserva el derecho a responder "usando todo tipo de fuego ante cualquier violación (de la tregua) por parte de los grupos armados".
Rusia, principal respaldo de Bashar Al-Assad, dijo que el "cese de hostilidades" iba a comenzar a las 16 horas (GMT) del lunes. Mientras, Estados Unidos lidera una coalición de grupos armados que luchan contra el régimen de Assad, al igual que Turquía, que dio su soporte al acuerdo.
En principio, el objetivo del acuerdo alcanzado el sábado en Ginebra entre el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov incluiría permitir el ingreso de ayuda humanitaria a la población sitiada en Alepo y otras localidades. El avance conjunto de Estados Unidos y Rusia contra grupos yihadistas, que no están cubiertos por el pacto. Como lo son Estado Islámico y el Frente Al Nusra (que ha pasado a denominarse el Frente de la Conquista del Levante), exbrazo sirio de Al Qaeda hasta que cortó en julio sus vínculos con esa organización. Además, se prevé la reanudación de las negociaciones encaminadas a detener la guerra. Se trata, por tanto, de ligar el alto el fuego con un proceso de transición que dada la situación deberá contemplar a Al-Assad. Aunque está por verse la efectividad de la medida teniendo en cuenta la cantidad de actores y potencias tanto imperialistas como regionales que intervienen en el conflicto. Todos los intentos de negociación previos terminaron naufragando prematuramente en medio de acusaciones cruzadas de las partes.
Hasta el momento se vienen expresando diversas dificultades para llegar a acuerdos que abran la posibilidad de una salida estratégica al conflicto en siria. Al-Assad pudo recuperar varias posiciones que estaban en manos tanto de los "rebeldes", los kurdos o de los yihadistas. Ya anunció su intento de recuperar la mayor cantidad de territorios posibles previo al "cese el fuego".
El pacto entre Washington y Moscú surge luego de, por un lado un giro en la batalla de Alepo a favor de las tropas del régimen del presidente Al-Assad y de recuperación de Daraya (sobre todo desde el apoyo de las bombardeos rusos), y por otro la incursión terrestre de Turquía por el norte de Siria, quebrando filas kurdas.
Damasco expresó su “aprobación” a la tregua de forma indirecta, a través de la agencia estatal de noticias Saná`, secundado por Irán y la organización chií libanesa de Hezbolá, sus principales aliados junto con Moscú. Entre los países aliados a facciones "insurgentes", Turquía expresó su visto bueno al cese de hostilidades. Sin embargo, Arabia Saudita y las monarquías del Golfo se guardan opinión. Estos países que son actores regionales de peso, fueron dejados de lado a la hora de discutir los acuerdos.
Kerry y Lavrov aseguraron al anunciar el “plan de pacificación” y salida negociada al conflicto, que han “establecido sistemas de verificación del alto el fuego para que no se repita el fiasco de la tregua del pasado febrero”.
La viabilidad del acuerdo para poner fin a cinco años y medio de una guerra con implicaciones internacionales es muy cuestionada desde su anuncio en la madrugada del sábado en Ginebra.
Según la agencia EFE hubo disparos de proyectiles por parte de las fuerzas gubernamentales contra áreas de Duma, Beit Naim y Jan Shieh, en las afueras de Damasco. Además comunican que “facciones armadas arrojaron proyectiles contra la zona de las granjas de Al Malah, al norte de la urbe de Alepo”.
John Kerry, aseguró que el alto el fuego iniciado el lunes, “puede ser la última oportunidad" para salvar una "Siria unida". E indicó que se ha observado "una reducción de la violencia", según los "primeros reportes".
El intento de pacificar la región con una salida negociada se ve cada vez más lejana. debido a los avances de los distintos grupos que involucran cada vez más a las potencias extranjeras a intervenir. Mientras tanto el pueblo sirio se encuentra hundido en una guerra civil que viene dejando un saldo de millones de desplazados y más de 250.000 muertos. Esto muestra la debilidad de las grandes potencias para encontrar una salida estratégica, donde quedan a la vista los intereses de los distintos actores foráneos. Por esta razón el conflicto se mantiene en un empantanamiento militar y diplomático.
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Fuente: Agencias

Redacción
Redacción central La Izquierda Diario