Por medio del secretario de Estado Mike Pompeo Estados Unidos anunció su retiro formal de los Acuerdos de París sobre el cambio climático. Se trata ante todo de un gesto político de Trump, pues el acuerdo fue cuestionado por expertos como insuficiente.
Martes 5 de noviembre de 2019 03:42
El gobierno de Donald Trump comenzó este lunes su retiro oficial de los acuerdos de París sobre el cambio climático, mediante el actual secretario de Estado Mike Pompeo.
Se espera que el proceso concluya no antes del 4 de noviembre del 2020, es decir unos días después de las elecciones donde el actual mandatario buscará un periodo mas al frente de Estados Unidos.
Los acuerdos firmados por más de 90 países buscan desde hace años limitar el flujo de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global, aunque los objetivos difícilmente se han cumplido en el lapso establecido por los firmantes la decisión reciente la noticia que recorre ya el mundo enturbia los posibles escenarios que deriven de esta decisión.
Pero más allá del gesto político de Trump, el acuerdo es completamente insuficiente ya que no contempla medidas radicales para enfrentar una crisis ambiental que recorre el planeta y se profundiza día con día.
Uno de sus puntos centrales consiste en "contribuciones previas determinadas por el nivel nacional" declarado por los Estados. La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no comprometen a nada, sino que como su nombre lo indica, las contribuciones y anuncios dependen de cada país, sin mecanismos de revisión o sanciones en caso de no respetarlas.
Te puede interesar: ¿Acuerdo histórico contra el cambio climático o farsa monumental?
Te puede interesar: ¿Acuerdo histórico contra el cambio climático o farsa monumental?
Cínicamente, el mandatario que encabeza el proceso de separación aludió a la preocupación de su país por crear mecanismo de “resiliencia a los impactos del cambio climático” aun cuando mantiene el segundo lugar a nivel mundial de emisiones de gases tóxicos con alto impacto en el medio ambiente, solo por detrás de China.
La acción de la actual administración norteamericana no es casualidad, puesto que la crisis económica implica abaratar los mecanismos de producción aun cuando estos impliquen un alto costo medioambiental, esta es la clave para entender la lógica que obedecen estas acciones.
Se trata entonces de una consecuencia de la imposibilidad de los mecanismos tradicionales y que caracterizaron al periodo de estabilidad relativa alcanzados en los años 90´s y 2000´s con respecto al calentamiento global y al daño ambiental que provocaba la producción capitalista de la sociedad.
La gravedad de esta situación todavía no se calcula, principalmente debido a que el proceso de ruptura será relativamente largo (un año) en el cual el conjunto de la negociación podrá dar más elementos del rumbo del modelo estadounidense.
Todavía no se habla de que otras naciones sigan en ejemplo de Trump, sin embargo, no es de esperarse que existan voces al interior de cada país que busquen replicar este rumbo con respecto a sus economías aludiendo a la tendencia recesionista que atormenta al conjunto del globo.
Este mismo año fue testigo de la movilización más grande a nivel global cuyo eje fue el de la lucha contra la devastación ambiental en la bandera de “Huelga Global Climática” dejando claro que hay una preocupación social por atender este problema fundamental de la supervivencia humana.
Lo que deja claro este actuar, así como la pasividad de otros gobiernos, es que el conjunto de mandatarios y sus administraciones no tiene una preocupación real por atender, mucho menos darle salida a este tema.
Los gobiernos neoliberales así como los que se reivindican antineoliberales continúan impulsando megaproyectos de muerte con alto impacto en la naturaleza. Justo una de las lecciones que nos dejó acción del pasado 20 de septiembre es que la causa de este desastre ecológico es el modo de producción capitalista independientemente de la faceta que ocupe en el gabinete.
Jesús Pegueros
Estudiante de la Facultad de Economía de la UNAM