Cruzado por la crisis política abierta por la muerte de Nisman, que desnudó la cloaca de los servicios de inteligencia y el espionaje, en los Tribunales de Retiro arrancó en la mañana de ayer el juicio contra el exjefe de la Armada durante gran parte del gobierno kirchnerista por tareas de espionaje ilegal desde la base naval Almirante Zar de Trelew.
Gloria Pagés @Gloria_Pages
Jueves 19 de febrero de 2015
Cruzado por la crisis política que desató la muerte de Alberto Nisman, que entre otras cosas desnudó ante los ojos de millones la verdadera cloaca de los servicios de inteligencia y el espionaje, se inició a las 10.40 hs del miércoles en los Tribunales Federales de Retiro el juicio contra el exjefe de la Armada durante gran parte del gobierno kirchnerista y contra Benito Rótolo, ex jefe de la Aviación Naval durante la gestión de Godoy, por el grave caso de espionaje sobre dirigentes políticos, sindicales, sociales y periodistas y se confeccionaban fichas.
La causa se inició en marzo de 2006 y se comprobó que desde la base militar Almirante Zar de Trelew se realizaron las mencionadas tareas de inteligencia. El detonante fue una denuncia del excabo Carlos Alegre, que luego sufrió todo tipo de persecuciones hasta que debió dejar la Armada y se convirtió en un testigo protegido.
Entre los que fueron espiados había familiares de los militantes fusilados en agosto de 1972, en lo que se conoce como la Masacre de Trelew. “Los seguimientos se hacían bajo la directiva de hacer ‘contrainteligencia’ y ‘comunicación institucional’ que aparece en el Plan Básico de Inteligencia Naval 2005, firmado por Godoy”, decía Página/12 en septiembre de 2008.
Es importante destacar que por el caso recibieron penas leves integrantes de la fuerza de los escalafones más bajos. Ahora se realizará el juicio contra los que conducían la Armada cuando se realizaban las tareas de seguimiento y recopilación de información ilegal: el exjefe de la Armada Jorge Godoy y el subjefe Benito Rótolo. Ambos están acusados de impartir las órdenes para las tareas de inteligencia.
Por su parte, Godoy tiene en su prontuario el oscuro pasaje por la Base Naval de Mar del Plata durante la última dictadura, donde funcionaba un enorme centro clandestino, además de haber formado parte de la dictadura de Onganía.
Recordemos las palabras que hace algunos años Enrique Fukman, sobreviviente de la ESMA y miembro de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, dijo respecto a Godoy: “A mí me decían que toda la oficialidad de la Armada en algún momento pasó por un centro clandestino y en algún momento secuestró, torturó o participó de un traslado. Era la política de Massera para mantener la homogeneidad de la fuerza y que nadie saliera a denunciar el día de mañana... El actual jefe de la armada Godoy, en 1977 estuvo asignado en el centro clandestino de Mar del Plata, de donde era Astiz. Godoy sabe perfectamente bien qué pasó con los compañeros que pasaron por ahí”.
Bajo la órbita de Godoy se encontraba el prefecto Héctor Febres, quien fue “suicidado” en diciembre de 2007 cuando estaba punto de decir sus palabras finales en el juicio que se seguía en su contra. En el expediente queda demostrado que Febres estaba amenazado por la Armada. Había quienes temían que al hablar pusiera en riesgo a represores de la Marina o apropiadores de los niños nacidos en la ESMA.
El juicio que se inició ayer se estima que tendrá cinco audiencias, está a cargo del juez Sebastián Casanello. La investigación la lleva a cabo el fiscal federal de Rawson, Fernando Gélvez; y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) actuará como querellante, con la participación además del abogado chubutense, Pablo Hualpa.
La Izquierda Diario cubrirá este juicio, de gran importancia para todos los luchadores sociales, sobre los que pesa la persecución y el espionaje. Basta tener presente el denunciado Proyecto X y al agente Américo Balbuena, denuncias en las que la abogada Myriam Bregman, el CeProDH y varios organismos de derechos humanos han tenido un destacado rol, para recordar que esta práctica es constante y razón de ser de los servicios de inteligencia.