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Red Internacional
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#ABSOLUCIÓN10ZGZ. Comienza el primer juicio de los 10 antifascistas de Zaragoza

Más de 100 personas apoyaban a las puertas del juzgado zaragozano a los antifascistas detenidos en febrero de 2015 mientras protestaban contra un concierto nazi en Zaragoza. Las peticiones de penas de 8 años tratan de ser un castigo ejemplar.

Lunes 10 de julio de 2017

En este primer juicio celebrado el 10 de julio y visto para sentencia, el Ministerio Fiscal pide 2 años y 6 meses de prisión y 4.800€ de indemnización a uno de los 10 antifascistas con cargos a espera de juicio de entre los 13 detenidos el 28 de febrero de 2015 por protestar contra la celebración de un concierto neonazi en el Hogar Social del MSR en el zaragozano barrio de Las Fuentes.

Sin embargo, la acusación personal de este juicio parte de Javier Royo Blasco, militante del MSR y organizador del concierto neonazi, quien solicita para el antifascista cinco años y seis meses de prisión, además de una multa de 1.440€ y una indemnización de 4.414,62€. Según el denunciante, este antifascista le golpeó “con una porra metálica” varias veces en la cabeza, aunque meses antes declaró desconocer el origen de los golpes, contradiciendo su declaración.

Desde Absolución 10 de Zaragoza aseguran que “el acusado se encontraba en otro lugar de la ciudad en el momento de los hechos y fue seleccionado por el neonazi al visionar varias fotografías de militantes de izquierdas”. El denunciante tiene un largo historial de participación en altercados y fue condenado en 2013 en el caso de una paliza a una personas sin techo en Madrid que acabó en coma y con secuelas de por vida.

Este es el juicio de uno de los 10 antifascistas que esperan juicio tras las 13 detenciones del 28 de febrero de 2015, cuando el Movimiento Social Republicano (MSR) organizó un concierto en el edificio que esta organización de extrema derecha tiene ocupado desde hace casi dos años en el número 83 de la calle Compromiso de Caspe, en un barrio obrero golpeado por los desahucios y el paro.

Durante este concierto, en contra del cual se habían manifestado vecinos del barrio y numerosas organizaciones frente a la permisividad del Ayuntamiento, acudieron jóvenes antifascistas a protestar en las proximidades del edificio.

A las 24.00 una banda de neonazis armados con cadenas, botellas, bates de béisbol, clavos y barras salieron del edificio para agredirles hasta que poco después llegó la Policía para proteger a los neonazis y sumarse a la agresión, hiriendo y deteniendo posteriormente a 13 personas no asistentes al concierto, algunas de ellas a un kilómetro del lugar y sin conocer los hechos.

Según las declaraciones de la PAZ, “los neonazis no solo se libraron de la carga y la detención, sino que acompañaron a las fuerzas de seguridad en la persecución e incluso alguno de los jóvenes denunció una agresión por parte de los nazis cuando ya estaba esposado”. Los neonazis acompañan a los agentes en la persecución, llegando a estar presentes en las detenciones.

De estos 13 detenidos, 8 acumulan peticiones de penas de 8 años de cárcel por parte de la Fiscalía, 7 años por parte de efectivos de la unidad policial UPR, y otro acusado, 2 años y meses por parte del neonazi, sumando además más de 22.000€ en indemnizaciones.

Dos de ellos fueron condenados a prisión provisional sin fianza durante casi dos meses, desoyendo la alegación de uno de ellos de ser el único cuidador posible de su madre enferma, quien fallece un mes después y sería enterrada en un tenso funeral marcado por las burlas y provocaciones de los agentes de la UPR asistentes al funeral.

Desde entonces prosigue un largo periplo judicial marcado por el doble rasero entre ambas partes, con elementos como la petición de datos a la magistratura para saber si los acusados “han estado afiliados y/o formado parte de organizaciones políticas de izquierda / extrema izquierda o de tendencia anarquista” por parte del abogado de los neonazis o pidiendo el agravante de actuar por motivos de discriminación ideológica.

El resto del proceso judicial prosigue a partir del 17 de octubre. Las movilizaciones en apoyo a los 10 antifascistas de Zaragoza han jalonado la vida política de la ciudad durante los últimos dos años y medio y continuarán, tal y como al comienzo de este juicio frente a los juzgados, reuniendo a más de 100 personas en apoyo a los 10 antifascistas de Zaragoza.

Al mismo tiempo que se prolonga este caso, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido hasta 62 años y medio de prisión a cada uno de los ocho procesados por delitos de terrorismo por las supuestas agresiones a dos guardias civiles y sus parejas en un bar de la localidad navarra de Alsasua. Estos castigos ejemplarizantes tratan de ser un aviso del Estado para quien se atreva a luchar, así como los casos de Alfon, Miguel o Isma.

Es necesario expresar abiertamente nuestro apoyo y solidaridad a los compañeros antifascistas y exigir su libertad sin cargos, así como levantar un frente de solidaridad y combate, tanto contra el fascismo, como contra el Estado que los ampara mientras reprime a la juventud luchadora y antifascista cuando sale a luchar.

No hay que tener ninguna confianza en el Estado ni en sus medios represivos como la policía, que ya han demostrado suficientemente del lado de quien están. Frente a quienes confían en el Estado y su justicia de clase como un árbitro imparcial, respondemos que sólo la unidad de la clase obrera y la juventud combativa puede generar la fuerza para limpiar nuestros barrios del fascismo.
http://absolucion10dezaragoza.com/


Jorge Remacha

Nació en Zaragoza en 1996. Historiador y docente de Educación Secundaria. Milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.