Se trata de Diego Escobar Gaviria, acusado de abusos en la localidad de Lucas González. Un ex párroco amparado durante largo tiempo por la Iglesia católica.
Martes 22 de agosto de 2017
En la mañana del día de hoy comienza en los tribunales de Gualeguay el juicio contra el cura Juan Diego Escobar Gaviria. El mismo está acusado de tres casos de corrupción de menores y uno de abuso sexual simple agravado, ocurridos en la localidad de Lucas González, Nogoyá. Es el primer miembro del clero entrerriano que irá juicio oral y público por pedofilia, durante los días 23, 24, 25 y 28 de agosto. Lo seguirá Justo José Ilarraz, quien enfrentará un proceso oral en noviembre.
Escobar Gaviria cumple prisión preventiva en la cárcel de Victoria desde el 21 de abril del presente año debido que estableció contacto con las víctimas con el fin de evitar la investigación. El fiscal Federico Uriburu pedirá 25 años de prisión para el sacerdote contra la defensa que insistirá con su sobreseimiento.
Una sotana de impunidad
Las causas contra Escobar Gaviria comenzaron en noviembre del año pasado tras la denuncia de la madre de uno menores abusados. Luego hubo dos más, de dos mayores de edad, que también habían sufrido abusos años atrás. Finalmente, el 29 de diciembre, se sumó la última denuncia a cargo del hermano de uno de ellos.
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Cuando la noticia trascendió, el clérigo fue apartado de la parroquia San Lucas Evangelista donde ejercía desde hace doce años. Sin embargo, como es costumbre, la Iglesia intervino para frenar el impacto. Fue -al igual que en otras ocasiones- de la mano del arzobispo Juan Alberto Puiggari. Éste le pidió al acusado que abandone Lucas González y se refugiara lejos de las víctimas y sus familias. Además intentó extorsionar a las familias, como relató Silvia Muñoz, madre de uno de los menores que se integró a la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico. Decidida a evitar el manto de silencio de la institución, la mujer comenzó a dar entrevistas en medios masivos de comunicación como TN. A cambio, debió afrontar amenazas y mensajes mafiosos.
El de Muñoz va a ser el primer testimonio. Allí continuará su lucha contra la impunidad. La seguirán las madres de otras víctimas y los docentes del Colegio Castro Barros San José. Éste es un juicio clave, ya que por primera vez se subirán al estrado miembros de la Iglesia Católica entrerriana, especialista en abusos, encubrimiento y silencio.
