Tras triunfo del rechazo. Comienza la cocina de los "acuerdos": ¿Qué le exige la derecha a Gabriel Boric?

Los partidos de derecha celebraron inmediatamente el triunfo del rechazo en las zonas del barrio alto, también lo hicieron los agentes de Estado alumbrando Escuela Militar y los empresarios bajando el dólar a casi 30 pesos. A pocos días del plebiscito el clima de La Moneda expresaba una preocupación por este triunfo, formulando la política de acuerdos con un discurso de unidad nacional durante la jornada de escrutinio electoral.

Se trata de una nueva cocina para dar camino a un nuevo proceso constituyente. Esta vez, mucho más acotado, sin listas de independientes y con un camino "institucional" encabezado por los partidos que se encuentran en el Senado y en el Parlamento. También es un reflejo de una crisis política en el gobierno con el cambio de gabinete anunciado para este martes, ante el desembarco de la ex Concertación en los ministerios claves, el cual es una expresión de la moderación del gobierno y su programa.

El diálogo de Boric con la derecha

Según informó La Tercera, este martes el gobierno se reunirá con el presidente de Renovación Nacional(RN). Esto tras faltar RN a la cita de este lunes, donde Gabriel Boric convocó a la primera reunión conjunta de partidos del oficialismo como de la oposición.

Lo cierto es que la derecha tradicional ya tiene escrita una propuesta para negociar con el gobierno, de la cual un punto ya está chequeado: la rebaja de 4/7 en el quórum para modificar la actual Constitución. El resto del programa se resume en cuatro puntos a negociar: consagrar un estado social y democrático de derecho que promueva derechos sociales mediante cambios al sistema de salud, vivienda, pensiones y educación, pero “articulados a partir del aporte de la sociedad civil organizada y un Estado moderno y eficiente, que asegure la paz social y la seguridad”; un Estado unitario e intercultural, diferenciándose de la plurinacionalidad; un nuevo presidencialismo y rehabilitación del principio de mayoría con el fin de que la figura del Presidente sea jefe de Estado y de gobierno, pero también que el Congreso tenga mayores atribuciones; y defender el Senado y terminar con el control preventivo del Tribunal Constitucional.

Desde otros sectores del Rechazo, la ultraderecha del Partido Republicano, hasta la fecha, no se ha manifestado ni comprometido con cambios a la actual Constitución.

Lo cierto es que gran parte de esta agenda tiene como contraparte golpear a la izquierda y girar al gobierno a los intereses de los grandes empresarios y a los partidos de los 30 años desde el programa de la derecha.

Ante este resultado, es indispensable poner en el centro un programa para que la crisis la paguen los grandes empresarios y no el pueblo trabajador. Hay que preparar las condiciones para retomar las calles y las demandas de octubre, luchando por acabar definitivamente con toda la herencia de la dictadura, única forma de avanzar en una perspectiva de huelga general hacia una Asamblea Constituyente Libre y Soberana.

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