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Red Internacional
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Seguridad Social. Cómo el gobierno y los partidos de los empresarios quieren debilitar la CCSS desde adentro

Desfinanciamiento, morosidad y una directiva con clara inclinación a las políticas del gobierno y de los empresarios han debilitado la institución y sus servicios, creando problemas como las largas listas de espera que sufren la personas usuarias y de conjunto la clase trabajadora.

Miércoles 1ro de noviembre de 2023

La CCSS es una de las conquistas más importantes de la clase trabajadora en la historia de Costa Rica, producto de la lucha heroica de los 30 y 40 del siglo pasado y cuyo fin es precisamente buscar la seguridad social en la clase trabajadora y por ende en el país. Los políticos representantes de intereses empresariales han movido sus fichas por décadas para impulsar la política neoliberal de recortes en la seguridad social para debilitar la conquista, y diciendo que al Estado le vendría bien el ingreso extra por la venta de la institución, en una clara postura privatizadora

Sin embargo, al día de hoy miles de personas pueden dar cuenta de la importancia de la conquista, ya que la CCSS desempeña un rol fundamental en el bienestar de la clase trabajadora; pero esto no figura en la lista de prioridades del sector empresarial, por lo que la privatización de la caja siempre será parte de sus objetivos, aunque sea por medio de formas alternativas.

Distintos gobiernos que incluyen los del PLN y del PAC, han recortado el financiamiento de la caja al aumentar la deuda del gobierno central y garantizar la morosidad de gran número de patrones con la misma, al punto de poner a la institución en apuros financieros.

En este contexto de debilitamiento de la institución, el gobierno de Chaves no ha sido la excepción al imponer fichas como el caso del polémico nombramiento de Juan Ignacio Monge Vargas como Gerente General, quién laboró previamente junto con Marta Eugenia Esquivel Rodríguez en la corporación Fresh del Monte, y posteriormente fue asesor del despacho de Esquivel cuando esta fungió como presidenta ejecutiva de la CCSS. Ambos están alineados a la política neoliberal de Rodrigo Chaves, lo que propició a que el año pasado se aprobara la reforma al Régimen de Pensiones de la CCSS que disminuiría la ya escasas pensiones de los jubilados y aumentaría la edad requerida para pensionarse.

Otra de las fichas es uno de los representantes de los patronos en la Junta Directiva de la CCSS, Adrián Torrealba Navas quién se vio beneficiado por la decisión de la misma de suspender deudas millonarias a la caja. Se vio beneficiado al no serle cobrado su propia deuda de ₡155.6 millones, pero él no fue el único beneficiado. También se vieron beneficiados José André Garnier -hijo del ex Ministro de Enlace con el sector privado- que adeuda ₡555.2 millones, Manuel Pablo Cisneros que adeuda ₡66.6 millones y Rafael Cisneros que adeuda ₡33.5 millones, ambos sobrinos de la diputada derechista y oficialista Pilar Cisneros. Además se vieron beneficiados, entre otros, el diputado neoliberal Eliécer Feinzaig del PLP que para entonces tenía una deuda de alrededor de ₡20.3 millones, y el exdiputado neoliberal -seguiudor de Javier Milei- Otto Guevara con ₡15.2 millones. Esto sin contar los otros numerosos patronos morosos o los miles que evitan asegurar a los trabajadores de sus empresas.

Por otro lado, trabajadores de la salud, han venido denunciando desde el año pasado que se han venido haciendo estudios de mercado donde se inflan los números reales del personal requerido, creando un sesgo que por un lado impide la contratación de nuevo personal y por otro lado, que se inflen los contratos privados, medidas que han dejado a alrededor de 400 personas sin trabajo. Esta situación propicia que muchos trabajadores de la salud ocupen medios tiempos e incluso tiempos completos en el sector privado, a la vez que que aumentan las listas de espera, problemática que al día de hoy es muy profunda y que afecta a quiénes más necesitan el servicio.

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Por su parte, el anterior gerente médico de la CCSS, Marino Ramírez, admitió que la institución está valorando habilitar un régimen de “co-pago” con el fin de que los usuarios puedan acudir a alguna opción privada y que la institución les desembolse un porcentaje de la factura, esto "con la finalidad de reducir las largas listas de espera".

Ahora bien, hay dos grandes problemas, el primero es que esto le quita el carácter de gratuidad de los procedimientos y la atención de la que se supone la CCSS debe ser garante. Por otro lado, la institución terminaría pagando más por temas de honorarios, insumos, instalaciones -como en el caso de las salas de operaciones- y el porcentaje que iría a la entidad privada. Esta valoración es muy contradictoria puesto que de por sí, la problemática de las listas de espera se podría solventar al aumentar la contratación y los sueldos, y así poder hacer uso de su propio personal, de sus propios insumos y de sus propias instalaciones.

¡Son evidentes las políticas para desangrar la institución para poder debilitarla y luego venderla al mejor postor, esta no es la primera vez que esto pasaría en América Latina!

Actualmente, la Junta Directiva de la CCSS es antidemocrática y se encuentra en función de los intereses de los empresarios; está compuesta por una parte, por la patronal y por otro lado por una representación de los trabajadores en general, lo cual no da cuenta de las dimensiones de la participación de los trabajadores en la institución.

Son los trabajadores que están cotizando para poder hacer uso del servicio de salud quiénes deberían orientar las necesidades de la caja, motivados al reflejar las necesidades de la población en materia de salud. Los trabajadores de la salud, quienes ofrecen los distintos servicios y tienen las herramientas técnicas y científicas para solventar esas necesidades de la población, ven su labor truncada por las pésimas condiciones en las que tienen que laborar -el mejor ejemplo es la labor heróica que desempeñaron durante la crisis de la pandemia por Covid-19, donde fueron evidentes las condiciones precarias en los que trabaja.

Por lo tanto, si se quiere un sistema de salud realmente exitoso, el control de la misma y de la CCSS debe pasar por las manos de estos dos sectores de trabajadores cuyos intereses se complementan, y además son los únicos capaces de conquistar realmente objetivos para que el sistema termine de funcionar como lo es el cobro al gobierno y empresarios morosos.

En ese sentido, para mejorar las listas de espera, desde ya es necesario que realice una modificación en la jornada de la CCSS para poder ampliar horarios de atención, pasando a 6 horas 5 días a la semana, reduciendo el volumen de trabajo de quienes ya trabajan en la institución y permitiendo la incorporación de más personas para cubrir los vacíos. Además de esto es necesario un aumento salarial a los especialistas médicos, como una manera de evitar los biombos y el fortalecimiento de la atención privada. Ligado a esto es necesario coordinar entre las instituciones y las universidades para iniciar un proceso de formación de especialistas que permita resolver de una buena vez las larguísimas listas de espera de la caja, que son usadas una y otra vez por los partidos empresariales y la prensa de derecha para atacar la conquista social con fine privatizadores.