Diego Sacchi @sac_diego
Viernes 6 de mayo de 2022 09:07
De esos temas hablamos en la columna sobre noticias internacionales del programa de radio El Círculo Rojo, que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs por Radio Con Vos.
Hace una semana uno de los referentes de la extrema derecha argentina, Javier Milei, respondía en una entrevista que uno de los países que toma como modelo era Hong Kong.
Esta ciudad, que dejó de ser colonia inglesa en 1997, hace 25 años atrás, es destacada como el paraíso de la desigualdad.
La ciudad tiene uno de los puertos más importantes del mundo, albergando contenedores por valor de 19,8 millones según datos del 2016.
Es también uno de los principales centros financieros de Asía, el Banco Mundial lo ubicó en 2019 como el cuarto lugar en el mundo sobre las zonas con mayor facilidad para hacer negocios.
La entrada y salida de capital es absolutamente libre. El 63.9% de la Inversión Extranjera Directa a China entra por Hong Kong y el 56.5% de la China al exterior se recibe en Hong Kong. El 25% de las importaciones de China y 40% de sus exportaciones pasan por los puertos de Hong Kong;
La ciudad tiene una renta per cápita que alcanza los 37.000 dólares, muy baja inflación y desempleo, pero estos datos esconden que la riqueza generada por esta zona está distribuida de una forma extremadamente desigual.
Para entender el desarrollo de la isla tenemos que remontarnos a finales de la década de 1970, cuando el líder chino Deng Xiaoping comienza una apertura de la economía China, que se tradujo en facilitar la entrada empresas capitalistas a zonas del país.
En ese contexto Hong Kong paso a tener un estatus especial, en un sistema que se llama “un país, dos sistemas” permitiendo que en la isla se desarrollará el neoliberalismo más descarnado.
Así esa pequeña ciudad se transformó en la entrada para que las empresas multinacionales pudieran llegar a la parte continental de China. Especulación financiera, fábricas con mano de obra barata e inversiones millonarias sirvieron para generar este paraíso de la desigualdad.
En 2011, el gobierno de Hong Kong ya advertía en un informe de la fuerte desigualdad, según esos datos el coeficiente de Gini en Hong Kong es del 0,533. El coeficiente de Gini es un indicador que se encarga de medir la concentración del ingreso entre los individuos. Toma los valores entre 0 y 1. El cero indica que todos los individuos del país o región tienen el mismo nivel de ingresos, mientras que el 1 indica que un solo individuo acapara todos los ingresos
los ciudadanos más ricos prosperan rápido (la riqueza de los diez individuos más ricos representa casi la mitad de todo el PIB de Hong Kong), gracias al fuerte alza de los precios de la vivienda y a su control oligopólico sobre los puntos de venta minoristas, las empresas de servicios públicos, las telecomunicaciones y los puertos de la ciudad.
En Hong Kong un apartamento minúsculo y en muy malas condiciones puede costarte HK$10,000/mes (Euros1000/mes). Los precios de las casas han aumentando casi un 400% en los últimos 14 años.
Estos es lo que produce “el modelo” que toma como ejemplo Javier Milei. Llamativamente el diputado de extrema derecha no menciona que la desigualdad creada en la isla fue uno de los factores que hicieron masivas las manifestaciones que se conocieron como la "revolución de los paraguas" en 2014.
El modelo que de país que le gusta a la derecha y la extrema derecha está lejos de ser beneficioso para las grandes mayorías, en realidad es un "paraíso" para los ricos.
Diego Sacchi
Nacido en Buenos Aires en 1977, militante del Partido de Trabajadores Socialistas desde 1994. Periodista, editor en la sección Internacional de La Izquierda Diario y columnista de temas internacionales en el programa de radio El Círculo Rojo.