Reproducimos el saludo de Ángeles Cortés, obrera textil de Tlaxcala, leído durante la presentación del libro “Encuentro entre Bretón y Trotsky”, en la casa de Coyoacán en donde el revolucionario ruso viviera sus últimos días.
Martes 30 de agosto de 2016
Este es mi segundo aniversario consciente del asesinato de León Trotsky, y si bien hoy no puedo estar presente como el año anterior, quiero compartirles a todos los que allí se encuentran la historia de cómo influyó en mi vida este valioso hombre.
En el 2015 conocí a la Juventud del Movimiento de Trabajadores Socialistas, quienes con mucho entusiasmo y pasión nos guiaron, a mí y otras compañeras quienes entonces éramos miembros activos del Sindicato Único de Trabajadores de Calzado Sandak en Tlaxcala, a compartir con muchos otros estudiantes y trabajadores, la información del conflicto que teníamos con la empresa Bata hacía ya 4 duros años.
Durante esos recorridos recuerdo que nos invitaron también a la presentación de un libro, tal como hoy, en la Casa Museo León Trotsky por el acto que su organización, el MTS, haría en conmemoración a otro aniversario del asesinato de León.
Asistimos gustosas como a tantas otras actividades, y yo en lo particular no tenía idea que esa noche me cambiaría la vida por completo y mi forma de pensar de ella.
Allí supe que existió un gran revolucionario ruso que luchó por los derechos del obrero en su tierra y por toda nuestra clase en el mundo.
Escuché atentamente todas las participaciones y cuando me pidieron dijera unas palabras expresé que ahora sabía que había un significado de la palabra “obrero” y que esa organización, ustedes mis queridos amigos y camaradas intelectuales marxistas, tenían la teoría como herramienta y nosotros, los obreros y obreras de México y el mundo, la llevamos adelante con nuestra práctica.
Ahora no estoy presente en cuerpo pero sí en ideas, por lo que les mando un caluroso saludo y enorme agradecimiento a todos los trotskistas de este valioso grupo, ya que fueron quienes me enseñaron a valorar a nuestra clase, la mejor clase del planeta, “la clase obrera”.
Para finalizar, solo contarles a ustedes y todos los invitados, que me siento muy orgullosa de ser parte del MTS y de la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas, de aprender tanto de ustedes para ser hoy una trotskista más.
Y a León Trotsky le agradezco que haya luchado por nosotros y dejado su valioso legado para que lo continuemos, a pesar de que no hemos sabido valorar y luchar por todo lo que él logro para nuestra clase.
Atentamente
María de los Ángeles Cortés López
Obrera de Tlaxcala – México.