El presidente López Obrador busca legitimar el despliegue militar en las refinerías y distribución de combustibles con el "combate al robo de combustible".
Jueves 10 de enero de 2019
Este jueves en su conferencia de prensa matutina, el presidente López Obrador hizo un llamado a colaboración de los ciudadanos asegurando que su gobierno está tomando cartas en el asunto y que el Estado en su conjunto está decidido a enfrentar el robo a combustibles. Además aseguró que "ya hay un plan para el reforzamiento de vigilancia en los 1,600 km de ductos del país. Sobre este plan no ahondó más, pero el operativo de 4 mil militares se mantiene.
Olga Sánchez dijo que ya se han detenido a cómplices del huachicoleo "no sólo a los de abajo, también a los de cuello blanco" y que este problema está siendo atacado "en todos los niveles", así mismo el procurador de la república dijo que se está avanzando ya en la reforma que catalogue el robo de gasolina como delito grave. Una afirmación que no se condice con la realidad, ya que hasta el momento no hay detenidos ex altos funcionarios.
López Obrador pidió también a miembros de pueblos y comunidades ubicados donde pasan los ductos de gasolina que “si antes por falta de oportunidades laborales colaboraban con quienes robaban combustibles, que ya no haya complicidad con quienes se dedican al huachicoleo, porque ya cambiaron las cosas”, puesto que aseguró que “los servidores públicos ya no se roban el dinero del pueblo”.
El presidente afirmó que la corrupción se combate de arriba abajo, empezando por los altos funcionarios, lo cual contrasta con un gabinete lleno de expriistas y expanistas.
Por otro lado, prometió que los mismos ingresos que conseguían colaborando con el huachicoleo los van a poder conseguir mediante las becas a jóvenes del nuevo gobierno, de las cuales habló al inicio de la conferencia.
El amplio número de jóvenes que no tienen oportunidades laborales y por eso se ven orillados a participar de actividades ilícitas y, por lo mismo no cuentan con ningún tipo de seguridad social, efectivamente necesitan trabajos formales y dignos.
Pero las “becas” que ofrece AMLO, con las cuales se percibirán 3,600 pesos mensuales, están lejos de ser satisfacer siquiera el costo de los productos de la canasta básica, más educación, salud, vivienda, vestido y esparcimiento.
Esto sin mencionar que las empresas participantes de estos programas se ahorrarán millones de pesos en salarios, puesto que éstos los pondrá el mismo Estado.
Estas "becas para jóvenes" son más bien minisalarios subsidiados. Un paliativo que no resuelve el problema de fondo: la pobreza en que vive gran parte de la juventud en México, que debe elegir entre dos opciones igualmente terribles: trabajo precario, superexplotados por los empresarios "legales" o participar de actividades de la economía capitalista ilegal, superexplotados por los capos del crimen organizado.
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