En el segundo abrazo a la educación pública del establecimiento, estudiantes, exalumnos, padres y docentes repudiaron la represión a los obreros de Pepsico y se solidarizaron con su causa. Mirá las fotos.
Jueves 13 de julio de 2017
En el segundo abrazo al colegio Mariano Acosta -que reclama el fin de la persecución política y la reinstalación de la rectora Raquel Papalardo-, miembros de su comunidad repudiaron la represión sufrida por los obreros de Pepsico y se solidarizaron con su causa: “Asi como quieren deteriorar la calidad y los derechos de los trabajadores, quieren deteriorar la calidad y el proyecto educativo de la escuela pública”.
Antes de emprender la marcha hacia el Ministerio de Educación, Matías, coordinador del Centro de estudiantes del Terciario, le dijo a La Izquierda Diario: “Una vez más la represión de Vidal hacia los trabajadores y trabajadoras que exigen la reincorporación en sus puestos de trabajo. Repudiamos esa represión desde la comunidad del Mariano Acosta, desde los centros de estudiantes respectivos”.
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“Estuve viendo el noticiero en la mañana cómo pateaban la puerta, cómo tiraban gas pimienta a mansalva, cómo los trabajadores comentaban que la policía había roto un caño de gas y a esta no le importaba nada, poniendo en peligro a todos los trabajadores y trabajadoras de la fábrica, y cómo habían legisladores y diputados con los trabajadores en el techo”, nos comenta Agustín, del centro de estudiantes secundarios.
Camila, docente de primaria del Acosta comentó que “es imprescindible apoyar la causa de los trabajadores despedidos de Pepsico, debido al mensaje aleccionador que quiere dar el Gobierno nacional hacia el resto de la clase trabajadora que piensa organizarse para poder recuperar sus puestos de trabajo en medio de este ajuste. Se trata de un cierre fraudulento, plagado de irregularidades y que deja seiscientas familias en la calle”.
Por su parte, Iris, mamá de Lara (quinto año), y miembro de la Comisión de padres del Mariano Acosta, le dijo a este medio: “Lo vi en el televisor de un bar, y verdaderamente me llamaba la atención que las imágenes no se correspondían con la descripción que pretendían dar en los zócalos, en donde decían, por ejemplo, que un manifestante le había roto la pierna a una policía, cuando esa no es la noticia, sino la terrible represión que recayó sobre los obreros de Pepsico. Son seiscientas familias que se quedan sin un sustento básico. Estaban peleando por lo suyo, tratando de sostenerse en el lugar de trabajo de todos los días”.
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Efectivamente, luego de una larga noche, un enorme operativo de las fuerzas de seguridad -con la Policía Bonaerense y la Gendarmería- reprimió duramente a los trabajadores de Pepsico y a las organizaciones solidarias que los acompañaban. Entre estas habían algunos docentes y estudiantes del Mariano Acosta.
“Hubo una orden evidentemente, y la policía sembró una represión bestial como de otras épocas. Verdaderamente desproporcionada, descomunal y no se justifica bajo ningún punto de vista”, sentencia la madre.
Fotos de la comunidad del Mariano Acosta en apoyo a los obreros de Pepsico: