Autoridades del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana en Chiapas y el Instituto Nacional Electoral avalaron las elecciones del 19 de julio a pesar de los 192 incidentes reportados. Con sólo un 51% de participación e irregularidades como robo de urnas y compra de votos, se calificó de “muy buena” a la elección.
Martes 21 de julio de 2015
Las elecciones en Chiapas concluyeron con múltiples irregularidades en varios municipios de la entidad, desde robo de urnas hasta enfrentamientos y compra de votos, las elecciones son vistas con buenos ojos por las autoridades electorales que solaparon todas las acciones del PVEM y del PRI que las autoridades electorales federales en la jornada electoral del pasado 7 de junio.
Tanto María de Lourdes Morales Urbina, presidenta del Instituto de Elecciones y participación Ciudadana en Chiapas (IEPC), como Arturo Sánchez Gutiérrez, consejero del Instituto Nacional Electoral destacaron la “buena organización” de las elecciones y aseguraron que los incidentes ocurridos son menores.
En particular el consejero del INE, Sánchez Gutiérrez, señaló al respecto de las elecciones en el estado que “igual que en cualquier elección hubo incidentes muy al estilo de Chiapas (pero) creo que la jornada en términos generales estuvo muy bien”.
Una vez más… la trampa electoral
En un proceso electoral donde participa el 51% de la población, hay intimidación, compra de votos, robo y quema de urnas e incluso enfrentamientos, sin duda algo anduvo mal. La crisis de legitimidad del gobierno y el descontento se suman a un proceso electoral que lejos de expresar la voz de las mayorías, muestra el cinismo y las ganas de poder de aquellos que buscan junto con los partidos políticos un lugar en el gobierno.
El INE, lejos de garantizar que se respete la decisión de la población del estado, se preocupa por facilitar a los partidos el camino para mantenerse en los puestos populares. En especial en estas elecciones al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido de la Revolución Institucional (PRI), los que como en las elecciones del pasado 7 de junio utilizaron recursos como redes sociales y compra de votos para garantizar su posición como primera fuerza en la entidad.
Una institución que cuesta millones de pesos a los mexicanos y que sólo garantiza que se cumplan los intereses de los que están ya en el poder, contrasta cínicamente con las intenciones de nuevos recortes presupuestales anunciados desde hace meses para el próximo año, quitando recursos a educación y salud a cambio de mantener instituciones como el INE que solo sirve a los intereses de unos cuantos.
Última hora
Los chiapanecos rechazaron las elecciones a tal punto que no se realizaron en dos municipios de la entidad, y aunque serán avaladas por las autoridades electorales e incluso el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) ya muestra un avance de más del 82% al cierre de esta edición, definitivamente no representan la voz de las mayorías.
Es la coalición del PVEM, el PRI y demás partidos satélites a esta mancuerna la que hasta el momento obtiene la mayoría en los comicios con un 35.76% de los votos a su favor. Destacan los votos nulos con 5.58% por encima incluso de partidos como el Partido Acción Nacional (PAN).
La trampa electoral puede verse un poco más de cerca en estas elecciones que pretenden mantener en el poder a aquellos que han impuesto a las y los trabajadores las reformas estructurales que atacan sus derechos y empeoran las condiciones de trabajo y por supuesto, la calidad de vida.
Nada bueno pueden esperar los trabajadores y el pueblo en Chiapas de los nuevos funcionarios elegidos. Con estos resultados se ratifica la continuidad de la pobreza en el estado que según los últimos datos oficiales se colocaba como el número uno en pobreza y pobreza extrema con 3 millones de personas en pobreza, de los poco más de 5 millones que viven en la entidad según datos de Consejo nacional de Evaluación y Política Social (Coneval).
No suficiente con eso, también se dará continuidad a la línea de creciente endeudamiento pues es también Chiapas el décimo estado más endeudado en México según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público con una deuda de 19 mil 852.1 millones de pesos.
Mientras la población paga las grandes deudas que el gobierno local decide absorber por ellos, los funcionarios y en especial el gobernador Manuel Velasco, ofrece a los grandes empresarios el territorio y la fuerza de trabajo chiapaneca a precios de remate. Aceptando la instalación de megaproyectos que despojan a pueblos originarios de sus tierras y que dañan el medio ambiente, el gobierno chiapaneco del PVEM cumple compromisos con aquellos empresarios que lo llevaron al poder, escondiendo las verdaderas intenciones en absurdos discursos sobre el crecimiento de la inversión en el estado.