Fue en respuesta a Diosdado Cabello, funcionario del Gobierno venezolano. Además contestó que “cobarde es someter al pueblo”.
Sábado 17 de diciembre de 2016
Ayer Mauricio Macri volvió a dar muestra de un fuerte cinismo. Fue cuando contestó las declaraciones de Diosdado Cabello, uno de los principales líder políticos del chavismo.
Cabello había tildado a Macri de “cobarde” por las agresiones que sufrió la canciller de Venezuela Delcy Rodríguez, cuando intentó entrar a Cancillería el miércoles pasado, a la reunión de los países miembros del Mercosur, en la que Argentina asumió la presidencia pro témpore.
Mauricio Macri respondió ayer que "lo realmente cobarde es someter a un pueblo" y agregó que "lo triste es la pobreza, el abandono y la falta de garantías sobre los mínimos derechos humanos".
Las declaraciones del mandatario argentino evidencian un cinismo elevado. Precisamente cuando llueven los cuestionamientos por la detención ilegal y arbitraria de Milagro Sala.
Macri se burló de las afirmaciones que realizó la canciller de Venezuela sobre una agresión. "Pensé que había sido (la canciller, Susana) Malcorra la que la golpeó; estaba preocupado por su violencia" afirmó de manera irónica. "No es para tomarlo seriamente, empezando porque alguien no puede autoinvitarse a un lugar al que no ha sido efectivamente participado" agregó.
La falta de invitación a Venezuela es el resultado del hecho de haber sido suspendida del bloque regional. Una decisión que tomaron el resto de los Gobierno del Mercosur, en una clara política funcional a los intereses del gran capital imperialista.
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