El gobierno de Israel en los últimos dos años expandió en más de 2000 viviendas las colonias ilegales en los territorios ocupados de Cisjordania y tiene ya casi 10 mil unidades aprobadas para su construcción.
Mirta Pacheco @mirtapacheco1
Jueves 3 de enero de 2019 00:30
Cuando Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos, en enero del 2017, el gobierno del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu –líder del partido de derecha Likud- vio la oportunidad de darle nuevo impulso a la construcción de asentamientos ilegales en la región de Cisjordania.
Antes de la era Trump, en la presidencia de Obama, esta política expansionista del Estado Nacional judío era disfuncional a las intenciones del ex presidente de EEUU de no recalentar esa región del mundo, para poder facilitarle el acuerdo al que luego arribaría con Irán (acuerdo que el mismo Trump se encargaría de deshacer).
Estados Unidos, con los demócratas gobernando, luego del empantanamiento de la guerra de Irak y de Afganistán y su hegemonía debilitada, necesitaba cerrar algunos frentes abiertos y la política guerrerista de Netanyahu coyunturalmente no favorecía esos planes.
Por estas razones geopolíticas (y el repudio internacional sobre la política criminal del Estado de Israel) es que las Naciones Unidas vota en 2016 la resolución 2334 sobre monitoreo de asentamientos israelíes en territorios ocupados.
En dicha votación, Estados Unidos –el socio mayor y aliado estratégico de Israel- se abstuvo, lo que dio lugar a que la ONU sacara esa resolución.
Más colonias judías ocupando territorio palestino
Pero con la presidencia de Trump y sobre todo luego de que éste decidiera, en abierta provocación al pueblo palestino, mudar la embajada norteamericana de Tel A Viv a Jerusalén (mayo del 2018), la coalición de gobierno del Estado sionista decidió darle renovado impulso a las construcciones de viviendas para colonos judíos en Cisjordania.
La ONG israelí “Paz Ahora” denuncia que según los datos de la Oficina Central de Estadísticas en el segundo trimestre del año pasado, Israel comenzó la construcción de 794 viviendas en territorios ocupados, en el primer trimestre de ese año las viviendas edificadas habían sido 279.
Estos números representan un incremento del 20% respecto del mismo período del 2017.
Todas estas construcciones se dan en la zona C de Cisjordania, donde Israel tiene el control civil y militar del territorio, que constituye el 60% de esa región.
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Recordemos que Cisjordania está dividida en tres zonas: A, B y C. Siendo solo la zona A (18%) donde la Autoridad Nacional Palestina tiene el control total tanto de policial como civil.
Desde el anuncio de enero del 2017, el Estado de Israel construyó ya más del 80% de esas viviendas. Según “Paz Ahora” además en 2018 aprobaron la construcción de 9500 unidades más.
Estas viviendas estarán tanto en Cisjordania como en Jerusalén. A su vez el enviado de las Naciones Unidas para Medio Oriente, Nickolay Mladenov, en declaraciones a la prensa internacional, denunció la construcción de 31 viviendas en Hebrón, después de 16 años.
Netanyahu, parece querer cerrar la crisis de gobierno (hace poco renunció el ministro de Defensa Lieberman, líder del principal partido de derecha de la coalición gubernamental, lo cual obligó al llamado de elecciones anticipadas), ahondando la política expansionista, a costa de seguir robando territorio y de la expulsión de pobladores.
Israel continúa acorralando a los palestinos, no solo con las brutales represiones y asesinatos sino también con la construcción de asentamientos ilegales que refuerzan el cerco territorial sobre la población palestina.
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