Pasado el mediodía del lunes 15 de mayo Día del Maestro, Javier Valdez escribía la que sería su última nota sobre la protesta magisterial. Horas después fue acribillado. Su periodismo confirma lo que en vida afirmara el propio Valdez: “Contar la vida en medio de la muerte es un reto del periodismo”.
Martes 16 de mayo de 2017
“Los manifestantes señalaron que el festejo del Día del Maestro, que se realiza a nivel nacional, está manchado de sangre ante los homicidios de profesores en los municipios de Concordia, Culiacán y Guasave.” Estas fueron algunas de las palabras que escribió Javier Valdez el mismo día que fuera acribillado por 13 balazos, después de que unos hombres interceptaran su vehículo en plena luz del día en Culiacán, Sinaloa.
La indignación nacional e internacional se ha expandido ante este suceso, mientras el cuerpo de Javier Valdez es velado por familiares, amigos y más de 200 periodistas que reconocían su labor. El sexto periodista asesinado en lo que va del 2017; 105 asesinados desde el 2000.
En su última nota sobre la protesta magisterial en la entidad, no deja de tener el sello de Javier Valdez. En ella, narra la protesta que los docentes realizaban en plena conmemoración del Día del maestro; se centró en denunciar la impunidad contra maestros asesinados “cuando regresaban de dar clases”. En Sinaloa y en todo el país es un peligro ser maestro, ser periodista. Ejercer una profesión es peligroso para un Estado asesino que actúa impunemente de la mano del narcotráfico.
En el diario El País, se puede leer a manera de carta “Que nos maten a todos” del también periodista Alejandro Almazán:
"Querido Javier:
En vez de estar pisteando en el Guayabo, echando cura con el Zurdo, estamos en tu funeral. Los que te dispararon en la mañana son los mismos hijos de puta que llevan años asesinándonos como si fuéramos zancudos: policías, militares, funcionarios, narcos o políticos. Pura gente que a diario comete cobardías. Sabe qué número de homicidio es el tuyo, pero si ya antes había dolor, hoy duele más: es un pesar que se arrastra por el pecho como si fuera un gusano. Valiendo madre, carnal."
La familia de Valdez continúa recibiendo la solidaridad de diversos medios y reconocidos periodistas, mientras en la Ciudad de México y otros estados del país siguen difundiéndose diferentes convocatorias para protestar y condenar el asesinato de Javier Valdez.