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Red Internacional
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La licuadora liberfacha. Con el aumento del 27,18 %, Milei y Caputo derrumban aún más las jubilaciones y pensiones

El gobierno de La Libertad Avanza decidió serruchar el poder adquisitivo de millones de adultos mayores. Caputo había asegurado que sería del 30 %, pero será aún menor. Recién habrá un nuevo aumento en junio y aún no se sabe qué pasará con el bono para quienes cobran la mínima. Con la inflación prevista para este primer trimestre, los haberes perderán otro 25 % en términos reales. Hay que frenar la licuadora que sólo beneficia a la casta para la que gobierna.

Miércoles 21 de febrero de 2024 11:23

Foto archivo Télam

Foto archivo Télam

Este miércoles se publicó en el Boletín Oficial la Resolución 38/2024, firmada por el (¿despedido?) extitular de la Anses Osvaldo Giordano, según la cual se fija que “el valor de la movilidad prevista en el artículo 32 de la Ley N° 24.241 y sus modificatorias, correspondiente al mes de marzo de 2024, es de 27,18%”.

Apenas asumió, Javier Milei suspendió la aplicación de la Ley de Movilidad jubilatoria y su intención era reemplazarla por otra a través de su (fracasada) Ley Ómnibus. Desde entonces prometió ir actualizando jubilaciones y pensiones por decreto, con la hipócrita promesa de “aumentos periódicos atendiendo prioritariamente a los beneficiarios de más bajos ingresos”.

En medio de la profunda crisis económica y social que atraviesa Argentina, la lógica indicaba que esa “prioridad” debía traducirse, al menos, en que millones de jubiladas, jubilados, pensionadas y pensionados no volvieran a perder poder adquisitivo frente a la inflación, tal como sí sucedió con el gobierno de Mauricio Macri y continuó pasando con el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa.

El lunes último, entrevistado por su apologista Pablo Rossi en LN+, el ministro de Economía Luis Caputo había buscado tranquilizar a la audiencia al confirmar que “en cuestión de horas” firmarían un aumento de los haberes previsionales. Allí dijo que el incremento sería del 30 %. Finalmente, como en tantas otras cosas, se volvió a confirmar que Caputo miente. En las franjas más empobrecidas de la población, un 3 % menos de aumento respecto a lo anunciado es, además de una provocación, un golpe mayor al bolsillo.

Así, las jubilaciones y pensiones aumentarán desde marzo un 27,18 %, con lo que el haber mínimo pasará, en bruto, de $ 105.713 a $ 134.446. En el caso de la mínima (que alcanza a la gran mayoría de las y los jubilados y pensionados) esa suma viene siendo “compensada” desde hace mucho tiempo con un bono extra, hoy de $ 55.000. Pero en la resolución firmada por Giordano no se menciona bono alguno, con lo que se abre una nueva duda respecto a su aplicación en los próximos meses.

El reconocido periodista económico Ismael Bermúdez publicó este mismo miércoles en Clarín que el aumento anunciado hoy por el gobierno de Milei, Caputo y compañía, “es muy inferior a la inflación esperada para estos primeros tres meses del año, que podría rondar el 65/70 %. Representaría una pérdida de entre el 23 % y el 25%, adicional a la que tuvieron las jubilaciones durante los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández”.

Esa pérdida no se acrecentaría en abril y mayo si la inflación de esos meses fuera del 0 %, algo que claramente no sucederá. De allí que se espera que ese 25 % de pérdida sea aún mayor antes del próximo aumento. La verdadera “prioridad” de Milei y sus secuaces es llevar a fondo el “plan licuadora” de ingresos contra quienes menos tienen.

Encima, el Gobierno de La Libertad Avanza eliminó el reintegro del IVA por compras con débito, lo que en el marco general de depresión de las jubilaciones y pensiones le permitía a mucha gente recibir una devolución de hasta $ 18.800 mensuales.

“El cálculo final de la pérdida jubilatoria de marzo dependerá del valor del bono y de su alcance. En diciembre, enero y febrero ese bono fue de $ 55.000 limitado a los jubilados y pensionados de menores ingresos. Se desconoce si el valor de ese bono también recibirá el aumento del 27,18 % o más y el alcance que tendrá”, especula Bermúdez en Clarín. Habría que sumar la posibilidad de que, directamente, el Gobierno decida dejar de dar el bono, posibilidad dejada en bandeja por el saliente Gobierno del Frente de Todos.

A su vez, como se sabe, el porcentaje de aumento de jubilaciones y pensiones también sirve para calcular los incrementos de prestaciones como la Asignación Universal por Hijo (AUH) . En este caso, resta saber cómo se aplicará el 27,18 de aumento, ya que en enero Milei y Caputo ya la habían aumentado a $ 41.322. ¿El nuevo aumento se aplicará sobre ese nuevo valor o sobre el que tenía antes del aumento aplicado a fin de año?

Como ya se escribió en este diario desde la sección Economía, el Gobierno de Milei garantiza su declamadao “superávit financiero” en base al hambre y los padecimiento de millones de jubiladas y jubilados. “Realizaron un recorte sobre las jubilaciones que les robó a los adultos mayores, según los datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, casi un tercio de lo que habían cobrado en el primer mes de 2023”. Según los cálculos, “por cada $ 100 de superávit financiero obtenido, $ 64 se los sacaron a los jubilados”.

Así, en total el Estado dejó de gastar $ 750.000 millones que serán girados directamente al pago de la fraudulenta deuda externa. Parafraseando a la retórica oficial, queda claro que para Milei y Caputo las y los jubilados son “la casta” y el FMI y los fondos buitre son los “pobres” a los que se les debe dar prioridad.

La situación dramática de millones de trabajadoras y trabajadores que reciben una jubilación o una pensión requiere una lucha popular acorde a las circunstancias, que conduzca a ponerle un freno al plan de guerra liberfacho que beneficia a las corporaciones nacionales y multinacionales. La CGT, las CTA y las conducciones de los sindicatos y las organizaciones sociales deben sumar como verdadera prioridad este punto en sus reclamos y convocar cuanto antes a un plan de lucha de toda la clase trabajadora contra los efectos catastróficos de la “motosierra” y la “licuadora” mileístas. Cada minuto de pasividad, es un nuevo jalón para el Gobierno hambreador.


Redacción

Redacción central La Izquierda Diario