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Red Internacional
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Opinion. ¿Con la columna independiente exigiendo paro o en el palco con la conducción de la CGT?

Surgieron distintos posicionamientos respecto a la exigencia de paro general y plan de lucha encabezada por obreros de PepsiCo ante la marcha y acto de la CGT y las CTA del 22/8. Una polémica con la CCC.

Viernes 25 de agosto de 2017

Amplios sectores de trabajadores y del pueblo pobre vienen reclamando un paro y un plan de lucha para enfrentar el ajuste de Macri y los gobernadores luego del ya lejano 6 de abril.

Muchos pensaron que la represión y desalojo de las obreras y obreros de PepsiCo que defendían su fuente de trabajo el 13 de julio pasado iba a llevar a la CGT a convocar esa medida. Sin embargo, cuando hacía falta responder al ataque en forma urgente, los “triunviros” apenas convocaron a la movilización… del 22 de agosto, acorde con la larga y cómplice tregua que vienen manteniendo con Macri. El repudio a la represión y los despidos quedó entonces en manos de los trabajadores de PepsiCo, que organizaron una marcha multitudinaria de la que participaron las dos CTA, sindicatos de la CGT, otras organizaciones gremiales, movimientos sociales y partidos políticos.

Las expectativas de convocatoria a un paro (ya tardío) se concentraron entonces en la marcha del 22, pero las vacilaciones (y deserciones) de la burocracia sindical fueron preanunciando lo que finalmente pasó: no hubo ningún anuncio concreto. En este marco los obreros despedidos de PepsiCo hicieron un amplio llamado a centrales, sindicatos, organizaciones sociales y partidos para formar una columna independiente en la marcha del 22 para reclamar la solución del conflicto que protagonizan (que el gobierno viene negando), contra los despidos y las suspensiones, por un paro ya y plan de lucha nacional, y por la aparición con vida de Santiago Maldonado.

La columna que encabezaron, de la que finalmente no participaron las centrales pero sí varios sindicatos combativos, organizaciones sociales y partidos, se hizo oír en la movilización y en el acto, expresando el sentido reclamo de decenas de miles de trabajadores.

Otras organizaciones, como las que integran el llamado “triunvirato piquetero”, no participaron de esa columna ni tampoco exigieron paro a las centrales en la marcha. Lejos de eso dirigentes de la CCC, Barrio de Pie y la CTEP estuvieron en el palco con la dirección de la CGT, es decir, con los que se siguen negando a convocarlo.

Desde La Marrón (PTS e independientes) sostenemos que hace falta un paro y un plan de lucha decidido en asambleas para frenar el ajuste, los despidos y la represión y lograr todos los reclamos de los trabajadores ocupados y desocupados. Acompañar acríticamente a los responsables de que la tregua continúe no va a beneficiar a la clase trabajadora ni a los sectores populares.

Las agrupaciones de trabajadores ocupados de la CCC-PCR, por su parte -como los compañeros de la Azul y Blanca con los que conformamos la conducción de Suteba Quilmes y participamos en común en otras comisiones directivas- decidieron participar de la marcha del 22 con sus sindicatos centrales, como informan en su periódico, lo que en el caso de los docentes impidió que los Suteba multicolores pudiéramos marchar juntos exigiendo paro general con los obreros de PepsiCo.

Desde La Marrón consideramos que hay que buscar la máxima unidad en estas luchas a pesar de las diferencias que tengamos con las direcciones. En ese marco respaldamos la propuesta original de los obreros de PepsiCo de convocar a centrales y sindicatos con la propuesta de exigir paro general y el resto de los puntos citados más arriba. Ahora bien, al negarse la conducción de Baradel a exigir paro general y a marchar con los obreros de PepsiCo consideramos, junto a la mayoría de las conducciones de los Suteba opositores, que se volvía necesario mantener este reclamo con una columna independiente.

De la misma manera que consideramos un error no intentar buscar la unidad con las centrales y sindicatos -a pesar de las diferencias- para golpear juntos y marchar separados, consideramos un error aún peor no tener voz propia cuando sindicatos y centrales se empecinan en sostener la tregua frente al ajuste y la represión de Macri y los gobernadores.

Las perspectivas de una profundización del ajuste vía una nueva reforma laboral y de la edad jubilatoria, el Plan Maestro y otras medidas que viene preparando el gobierno -con la inacción avalatoria de la oposición y a burocracia sindical- hacen necesaria la máxima unidad en la lucha, pero esa unidad tiene que ser para luchar, para impulsar los reclamos de los trabajadores y el pueblo. Desde el momento en que no sirve a ese objetivo requiere otro posicionamiento, independiente de las conducciones burocráticas.