En estos días se conoció que 113 escuelas porteñas pasarán a tener esta modalidad en su oferta educativa. Críticas del Frente de Izquierda por convenios con parroquias y ONGs. Rechazo de los docentes.

Federico Puy Docente | Secretario de Prensa Ademys

Hernán Cortiñas Docente delegado de UTE-CTERA
Martes 30 de agosto de 2016
El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires anunció un proyecto para extender la jornada simple en todas las escuelas primarias y secundarias estatales porteñas. La iniciativa, que comenzó este año, ya se está aplicando en 15 escuelas y en total sumarán 47 en septiembre. Está destinada a los alumnos que cursan 6° y 7° grado y 1º y 2º año.
Las clases no son en el aula. La jornada extendida suma, en promedio, 9 horas de clase por semana: 3 horas y 25 minutos más en primaria por día, y 2 horas y 45 minutos en secundaria, 3 días por semana. Dos de esos días, la enseñanza se traslada a clubes de barrio, parroquias, bibliotecas y centros culturales. El tercer día es en la escuela, pero sin construir nuevos espacios, por lo cual se usarán los de uso común, como patios y bibliotecas.
Un motivo de rechazo es la precarización laboral con la que se planea implementar el plan. En los anuncios del día lunes, fuentes gubernamentales aseguraron que habrá nuevo personal contratado de forma transitoria, lo que viola abiertamente los estatutos docentes. Por otro lado también anunciaron la tercerización de la contratación de personal por medio de ONGs.
Una de las organizaciones convocadas a participar de la jornada extendida es “Enseña x Argentina”. Entre los socios que apoyan a esta ONG se encuentra GOOGLE, LAN, HSBC, UCA, UADE, Zona Jobs, Direct TV, entre otros sponsor. Todo un gran negociado. Además se usarán las Iglesias como espacios para jornada extendida, violando de esta manera el carácter laico de la educación pública, establecido en la constitución porteña.
Necesitamos construir nuevas escuelas
Las familias necesitan para su “tranquilidad” este tipo de jornada o jornada completa, porque tienen trabajos extenuantes en horario. Con cada vez más mujeres trabajando, y siendo las principales sostenes de familias, la jornada extendida o la jornada completa son muy requeridas.
Pero también muchos padres se acercaron a las escuelas preguntando, ¿no son demasiadas horas en la escuela y pocas en casa?, ¿está mi hijo preparado para la doble escolaridad?, ¿no es demasiado esfuerzo?, ¿qué tiempo le queda para jugar libremente, hacer deportes o estudiar un instrumento que le guste?
Creemos que el tiempo que los estudiantes están en la escuela, si hay un nivel de profundización de las prácticas pedagógicas y abordando diferentes contenidos, pueden ser un importante aporte educativo. Pero en la escuela y no en Iglesias. Con espacio suficiente, no hacinando pibes. Con docentes a cargo, no contratando discrecional y precariamente personal por fuera de todo concurso público.
La socialización de los chicos, el trabajo entre pares, el juego como forma de expresión y de aprendizaje, entre otras cuestiones, hacen a una mirada de la educación integral. Pero el PRO no está pensando en esto sino en el marketing y en sus propios negocios
Ningún pibe sin su escuela pública
En la Ciudad de Buenos Aires a diferencia de otras provincias, existe mayor oferta de jornadas completas. Lo ideal sería que se construyera un centenar de nuevas escuelas, colegios y jardines con espacio suficiente para implementar jornadas completas o extendidas en todos los niveles y barrios, de esta forma se podrá ofrecer realmente estas modalidades en toda la ciudad.
Hace un mes se conoció, gracias al pedido de informe presentado por el Legislador Porteño Patricio del Corro del PTS Frente de Izquierda, que hubo este año más de 11 mil chicos sin posibilidad de ingresar a la escuela. “Las vacantes solicitadas para el Nivel Inicial fueron 30.788, y otorgadas para el mismo nivel, 20.123. El propio Ejecutivo reconoce que 10.665 chicos se quedaron sin escolaridad en ese nivel”, detalló el legislador y agregó: “lamentablemente, se negaron a responder la situación diferenciada por comunas, cuando sabemos que la realidad de zona sur es muy alarmante”.
Es posible entender mejor qué política educativa existe hoy cuando uno ve cómo se distribuye el presupuesto educativo. Durante su jefatura de gobierno Mauricio Macri aumentó casi 5 puntos porcentuales el presupuesto total los recursos a la gestión privada, elevando del 15.8 %, en 2007 al 19.6 % en 2014. Para 2016, el presupuesto prevé un aumento del 42 % para las escuelas de gestión privadas, llegando casi a los $ 4.000 millones.
A este cuadro de chicos sin vacantes se suma que hay decenas de escuelas en conflictos por problemas edilicios y los problemas de calefacción que en pleno invierno el gobierno no resuelve. Es habitual en la Comisión de Educación de la Legislatura porteña ver desfilar un sinfín de padres, docentes y estudiantes que traen sus reclamos, en muchísimos casos que llevan años sin resolverse.
En muchas escuelas se rechazó esta modalidad, o se la condicionó a la resolución de la falta de infraestructura. Llamamos a todos los docentes de estas escuelas donde se quiere implementar, a la comunidad educativa y especialmente a las conducciones de los sindicatos docentes, a ponerse a tono con esta importante discusión y posicionarse en defensa de una mejor educación pública.

Federico Puy
Docente | Secretario de Prensa Ademys