Tras más de una año en prisión, Andrés Bódalo obtendrá un permiso penitenciario de tres días. La situación de Bódalo es un claro ejemplo de la campaña de criminalización contra miles de luchadores.
Martes 16 de mayo de 2017
Andrés Bódalo, dirigente del SAT -Sindicato Andaluz de Trabajadores- y preso en la Prisión Provincial de Jaén desde hace más de un año, obtendrá un permiso penitenciario de tres días. El primer permiso que se le concede desde que entró en la cárcel en marzo de 2016.
La noticia de la libertad condicional concedida a Bódalo era comunicada por Óscar Reina, actual portavoz nacional del SAT, en el vídeo que reproducimos a continuación. Momentos antes de que el propio sindicato andaluz entrara al Congreso de los Diputados para pedir, según las propias palabras de Reina, “dignidad jornalera para Andalucía y Extremadura” y exigir la eliminación del “requisito de las 35 peonadas por lo que tanto luchó nuestro compañero Andrés Bódalo”.
Andrés Bódalo es un jornalero, militante del SAT y desde hacía poco tiempo concejal por Jaén en Común. El 30 de marzo de 2016, fue recluido en la prisión Jaén II, en la que entró tras ser condenado a tres años y medio de prisión. La “Justicia” lo condenó por una agresión a un teniente alcalde socialista de Jódar en 2012, durante una protesta de los jornaleros que pedían peonadas. Bódalo tenía otras causas pendientes por la expropiación de supermercados para familias que no tenían qué comer. Y otra por defender una charla asediada por militantes fascistas. Estas causas sirvieron para la justicia como "agravantes”, para imponer una pena que asciende a los tres años y medio de prisión.
Tras la entrada en la cárcel de Andrés Bódalo, el SAT inició una serie de acciones para exigir la libertad de su compañero, convocando protestas y manifestaciones. Pese a todo, el pasado mes de enero la Audiencia Provincial de Jaén rechazaba concederle el tercer grado. Y en marzo la Junta de Tratamiento negó también un permiso penitenciario, que según el procedimiento habitual se concede antes de dar el tercer grado.
Por su parte, pese a que el SAT considera la libertad condicional de Bódalo como “una buena noticia”, desde el sindicato andaluz afirman que van a “seguir defendiendo la inocencia de Andrés” y seguirán luchando por su libertad. Porque como dicen, “la cárcel no es para los jornaleros sino para los ladrones de los ERE, de la Gürtel y demás casos de corrupción”.
Sin duda, todo el proceso inculpatorio que está sufriendo Andrés Bódalo es uno de los paradigmas de la campaña de criminalización que desde el Gobierno se viene intensificando contra miles de personas que luchan por defender sus derechos y libertades. Alfon, Raquel Tenias o los jóvenes de Altsasu, entre otros muchos, son ejemplo de ello. Una campaña de persecución llevada al máximo exponente desde la entrada en vigor de la Ley Mordaza hace casi dos años.