La condena fue dictada por el juez Sergio Moro que investiga la causa llamada Lava Jato. Ex presidente de la Cámara de Diputados, Cunha, fue principal impulsor del golpe contra Dilma Rousseff.
Jueves 30 de marzo de 2017 14:46
El ex presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, principal impulsor del juicio político que llevó a la destitución mediante un golpe institucional, de Dilma Rousseff, fue condenado este jueves en primera instancia a 15 años y 4 meses de prisión por corrupción, lavado de dinero y evasión de divisas.
El juez Sergio Moro, que lleva adelante las investigaciones del caso Petrobras, dictó la primera condena contra Cunha, quien se encuentra preso desde octubre del pasado año por su implicación en la trama de corrupción.
El juez Moro encontró a Cunha culpable de los delitos de corrupción pasiva, al considerar probado que recibió sobornos en un contrato de Petrobras para la explotación de petróleo en Benin (África), en 2011.
Cunha había declarado, antes de quedar detenido en octubre, que tenía mucho para decir y que podría “llevarse” a varios políticos junto con él, incluyendo algunos miembros del actual gobierno golpista de Michel Temer y del PMDB.
Cunha fue uno de los políticos más influyentes de Brasil, encargado de aceptar el pedido para iniciar el juicio legislativo contra Rousseff. Como él decenas de políticos, ejecutivos de Petrobras y empresarios de las mayores compañías del país han sido arrestados como resultado de la investigación de la Lava Jato, un caso que ha movido los cimientos de la política brasileña.
Junto con este caso el ministro Gilmar Mendes, presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil anunció el inicio del juicio por la demanda que solicita la cancelación de la lista de Dilma Roussef - Michel Temer por abuso de poder político y económico.
Este caso que investiga las finanzas de la campaña de la fórmula que encabezó Rousseff en 2014 serán juzgadas a partir de la semana próxima en la justicia electoral y, si se comprobasen irregularidades, el triunfo en las urnas sería anulado y con ello se pondría fin al mandato de Temer.
Mientras se continúan destapando casos de corrupción que involucran a los principales políticos que encabezaron el golpe institucional con Rousseff, el brutal ajuste que está aplicando el gobierno de Temer comienza a encontrar oposición entre los trabajadores. Esto se da en el marco de una continua crisis económica y política que el gobierno golpista no lograr encausar.
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