Ayer al mediodía nos reunimos con los familiares de Mauro y Enzo Silva en la entrada de los tribunales de Lomas de Zamora para escuchar la sentencia en el juicio contra el expolicía Mario Correa, que finalmente fue condenado a 32 años de prisión.

Carla Lacorte Integrante del CeProDH | Dirigente del PTS
Miércoles 13 de mayo de 2015
Condenaron a 32 años al policía asesino de Mauro Silva - YouTube
Estábamos todos muy tensionados porque el día de los alegatos nos informaron que leerían el fallo “por Secretaría”, es decir, los jueces no querían dar la cara a la hora del veredicto. Esperábamos lo peor. Estábamos presentes medio centenar de personas entre los familiares de los chicos, compañeros del CeProDH, CORREPI, familiares de víctimas de la represión policial y otras organizaciones como la Agrupación Marrón del SUTEBA y estudiantes de la Juventud del PTS en la Universidad de Lomas (UNLZ).
Cuando subimos para que nos leyeran el fallo tuvimos que pelearnos para que dejaran entrar a la familia y a los periodistas presentes, incluyendo a los de La Izquierda Diario.
La tensión se volvió un llanto emocionado cuando los padres de Mauro salieron y nos dijeron a todos que el expolicía Mario Correa había sido condenado a 32 años de prisión. En ese momento nos unimos en un abrazo y empezó a escucharse en los pasillos de los tribunales un atronador “se va a acabar, esa costumbre de matar”. Luego María Laura Táccari, abogada del CeProDH, nos informó que no habían sido tomados en cuenta ninguno de los agravantes. Claro, los jueces no querían reconocer la condición policial de Correa.
Como se recordará, Mauro y su hermano Renzo intentaron detener la feroz golpiza que el expolicía (que al momento de los hechos formaba parte del comando de patrullas de Ezeiza) le estaba propinando a su esposa, razón por la que Mario Correa extrajo un arma, mató a Mauro y dejó gravemente herido a Renzo que, no obstante, pudo sobrevivir. Los hechos ocurrieron en la entrada del Bingo de Adrogué.
Luego de conocer la sentencia hicimos una pequeña asamblea. Cuando me tocó hablar, reivindiqué que con la movilización habíamos arrancado un fallo de 32 años de prisión efectiva a este tribunal. Es un antecedente importante en la lucha contra la impunidad en la que quedan muchos casos de gatillo fácil. Sin embargo, tenemos que decir que dos de los jueces del TOC 3 se negaron a considerar que Correa era un funcionario policial al momento de los hechos, ya que si bien se encontraba retirado de la Bonaerense, revistaba para el comando de patrullas de Ezeiza. No quieren reconocer que era policía al servicio del hoy ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Granados.
Por eso no podemos relajarnos. Tenemos que tomar este triunfo como un nuevo punto de partida para fortalecer la lucha contra el gatillo fácil y la represión policial.
Al finalizar la asamblea leímos una carta que escribió Jorge, el padre de Mauro y Renzo, que reproducimos a continuación.
Querido hijo: Hoy estamos reunidos en este lugar, buscando justicia por tu irreparable pérdida física, digo esto porque el resto de tu ser está con nosotros, los que te amamos. Nunca vamos a olvidar tu corazón, tan noble y solidario que no te cabía en el pecho. Te extrañamos, fuíste un excelente padre, buen hijo y hermano, un gran hijo. Para nosotros fuiste un héroe, que entregaste tu vida por una causa justa, estamos orgullosos de vos.
Acá hay mucha gente luchando por vos: Carla, Carlos, Ismael y Laura, miembros del CeProDH y CORREPI, padres y madres que como nosotros buscan justicia para sus amigos, familiares e hijos.
A ustedes gracias por acompañarnos, por darnos fuerzas para seguir en pie, a pesar de nuestro corazón sangrante.
Hoy se hizo justicia hijo. Cuando llegue el momento nos encontraremos donde vos estés, en el cielo, con Dios porque ahí van los héroes como vos. Hasta ese momento querido Mauro.
Tus padres que te extrañan

Carla Lacorte
Carla Lacorte nació el 4 de enero de 1971 en la Ciudad de Buenos Aires. Su padre Miguel Angel murió fusilado en el Estadio Nacional de Chile en septiembre de 1973 tras ser detenido mientras resistía el golpe de Pinochet en el Cordón Industrial de Vicuña Mackenna. Junto a su madre, que escapaba de la represión del Proceso, se radicó en Quilmes. A la salida de la dictadura tuvo una activa participación en el centro de estudiantes del Colegio Nacional de esa ciudad. Integra el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos y milita en el PTS desde el año 2000. Estudiaba Ciencias (…)