Peña Nieto afirmó que el gran atractivo para las inversiones es el capital humano, cuyas nuevas generaciones serán formadas con la reforma educativa. Reivindica la precarización del trabajo y la degradación de la educación pública.
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La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Lunes 8 de mayo de 2017
El presidente destacó que México es el cuarto productor internacional de cerveza, y el primer país exportador. Agradeció a los directivos de AB InBev la concreción de la inversión de 8,500 millones de pesos pactada en 2013.
En su discurso destacó el apoyo de los partidos políticos del congreso para la aprobación de las reformas estructurales. Claro: es con el apoyo del PRI, del PAN y del PRD que se han podido imponer reformas como la laboral, la educativa, la energética, tan caras a los ojos de los inversores internacionales.
Asimismo, manifestó que es su deseo que Yucatán se transforme en un polo industrial igual que lo fue a fines del siglo XIX e inicios del XX.
Peña Nieto quiere el regreso de las condiciones de explotación que se dieron durante el porfiriato, uno de cuyos máximos ejemplos fueron las haciendas henequeras de Yucatán, que producían la materia prima para varios productos manufacturados.
Esas haciendas operaron con el trabajo de más de 85,000 trabajadores agrícolas, llamados sirvientes, peones o acasillados, analfabetas y la mayoría indígenas mayas, que recibían salarios miserables por jornadas laborales extenuantes que incluían tareas extremadamente pesadas como el transporte de las hojas de henequén sobre los hombros y tareas de limpieza del casco de las haciendas y de las huertas.
Los trabajadores del henequén enfrentaban también la residencia forzada por deudas inventadas por los hacendados, así como castigos corporales brutales.
A ese régimen laboral quiere Peña Nieto que se vuelva en Yucatán y en todo el país. Ésa es la salida que pretenden imponer el gobierno, los empresarios y los organismos internacionales ante la contracción de la economía internacional.