La justicia tuvo que confirmar el procesamiento de un comandante de Gendarmería que inventó un incidente para justificar la represión a trabajadores en el conflicto de Lear en 2014. Los mismos métodos de siempre.
Lunes 27 de noviembre de 2017 19:17
En el día de hoy la Cámara Federal de San Martín confirmó el procesamiento de un Comandante de la Gendarmería Nacional por inventar que un militante intencionalmente lo había atropellado con su auto, y así poder justificar su detención y la represión de una manifestación de trabajadores.
El 30 de Julio del 2014 cientos de manifestantes resistían los despidos masivos que se habían producido en la automotriz LEAR Corporation. Anteriores represiones, también encabezadas por el Comandante Juan Alberto López Torales, habían sido tan brutales como cuestionadas socialmente.
La empresa y el sindicato habían decidido “sacarse” de encima a cientos de trabajadores para precarizar su sistema de trabajo, y el activismo combativo era el principal obstáculo. El gobierno de Cristina Kirchner aportó entonces los servicios de Sergo Berni y sus hombres.
Es así, que aquel día, este comandante de la Gendarmería Nacional decide hacer una puesta en escena para justificar los palos y las detenciones. Además, con esa imagen de un manifestante “atropellando” a un gendarme buscaban victimizar a una fuerza que estaba reprimiendo una protesta social, buscando quizás algún tipo de apoyo en la opinión pública.
En eso pensó Cristian Romero cuando el gendarme sin ningún disimulo se le tiraba encima del auto, rodaba por el capot y después ordenó su detención.
Este accionar lo denunciamos los abogados del CeProDH ante el fiscal Molina Pico. Pero el funcionario judicial lo primero que hizo fue creerle a la Gendarmería, como anticipando la lógica de “no tenemos por qué no creerles” que Patricia Bullrich ahora intenta convertir en norma. El acusado era el manifestante. Los golpes y su detención estaban justificadas. Todo se encaminaba a que lo condenen.
Pero esta vez la maniobra fue desenmascarada. Un video registró nítidamente que la versión de la Gendarmería era un invento. Millones de personas ven el video y Torales adopta el mote de “gendarme carancho”.
Aunque seguiremos insistiendo en que se procese y condene a un ex militar que se infiltró en dicha manifestación y que fue parte central de aquella represión (Galeano), el procesamiento a Torales es un importantísimo antecedente. Hoy este fallo es útil para recordar cómo las fuerzas represivas arman causas contra los que luchan. Mientras esta resolución judicial nos era notificada escuchábamos como la Ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich defendía el accionar de los prefectos que asesinaron por la espalda a un joven mapuche de 22 años. La Ministra afirmó que “Nosotros le creemos lo que nos dicen las fuerzas y no tenemos por qué no creerles”.
Horas antes, la Vicepresidenta, Gabriela Micchetti, afirmaba que “el beneficio de la duda siempre lo tiene que tener la fuerza de seguridad”.
El caso que derivó en el procesamiento de Torales es excepcional. Apareció filmada, por completo, la secuencia del armado de la causa contra el manifestante. El video se hizo viral.
Pero esto no siempre ocurre. Entonces, como es costumbre las “fuerzas”, sus jefes (Sergio Berni o Patricia Bullrich) y los medios oficialistas dan por ciertas estas versiones. Así las cosas así las cosas la justicia a menos que aparezcan videos que hagan insostenible la versión de las fuerzas terminan en nuevos casos de impunidad. Por eso es imperioso continuar con la organización y la movilización exigiendo justicia. Justicia por Santiago y por Rafael Nahuel.